Cuando la alerta de protección civil sonó anoche por primera vez en la provincia de Málaga, los malagueños ya habían tomado precauciones. El miedo a nuevas riadas por la segunda DANA que está azotando España en menos de dos semanas ha llevado a gente de toda la costa del Mediterráneo a aparcar en barrios más altos y empaquetar sus coches con papel film. Es lógico: para muchas familias, el coche es el bien más valioso después de la vivienda.
Coches envueltos en plástico. La imagen de los coches envueltos en chubasqueros improvisados de plástico y papel film se ha repetido en varias ciudades de España. En La Alcudia, al sur de Valencia, alguien subió un Mercedes-Benz a cuatro tablones, lo ató a una farola y lo envolvió varias veces en film transparente para que el agua no se lo llevara ni empapara el interior.
En Carlinda, un barrio de Málaga, otra persona envolvió su 4x4 con diferentes plásticos y los dejó sujetos con una cuerda. En otra imagen, más difícil de rastrear, vemos un coche completamente envuelto en film con una parte reforzada por lo que parece un mantel de cocina de hule. Y luego está esta otra foto, que no hemos podido verificar como reciente, de un coche con tres churros de piscina atados sobre el parabrisas.
Misión salvar el coche. Las imágenes de miles de vehículos arrastrados por el agua, amontonándose y taponando pasos elevados son muy recientes y han calado muy hondo en toda España. Sacar el coche del garaje cuando ya era demasiado tarde condenó a muchas de las víctimas de la tragedia en Valencia, así que anoche muchos andaluces, catalanes, valencianos... sacaron el coche del garaje horas antes de que empezara a llover.
Muchos decidieron aparcar en barrios más elevados (vivo en Málaga, y anoche me costó encontrar aparcamiento cerca de mi casa, cuando no suele ser un problema). Y sí, algunos vecinos intentaron impermeabilizar su coche para que la nueva DANA infligiera el menor daño posible. Otros se preocuparon también por su cofradía y protegieron sus puertas con plásticos y tablones.
La lógica del papel film. Aunque parezca ridículo improvisar un chubasquero para el coche con papel transparente, para muchas familias es el bien más valioso después de la vivienda. Para empezar, el transporte es el tercer tipo de gasto más alto en España, por detrás de la vivienda y la comida. Los españoles gastan 3.778 euros al año en transporte, una categoría de las encuestas del INE que incluye la compra y el mantenimiento de vehículos.
Pero además, el precio de los coches se ha disparado tanto en los últimos años, incluidos los de segunda mano, que el español medio no puede acceder ni al 90% de los vehículos que se venden en el mercado. Y las perspectivas no son mejores. Con la futura normativa Euro 7, los analistas proyectan un encarecimiento de 2.000 euros para el consumidor.
El problema de los seguros. Con la tragedia de Valencia aún en nuestras retinas, los españoles que salieron anoche a proteger sus coches tienen otro problema muy presente: muchos seguros no cubren destrozos por catástrofe natural. Puede darse el caso de que un seguro cubra el daño en las lunas, pero no cubra los daños por una inundación.
Es cierto que si los daños son extraordinarios, es el Consorcio de Compensación de Seguros quien se hace cargo de la reclamación. Pero a medida que las tormentas extremas se vuelven habituales, los seguros han ido blindándose con cláusulas que especifican daños recogidos en una sola hora o con una velocidad del viento superior a los 90 km/h. Impermeabilizar el coche con papel film es carnaza de tuit viral, pero tratar de proteger el coche siempre que sea seguro salir de casa no es una idea tadescabellada después de todo.
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