Fumata blanca. El acuerdo se veía venir desde ayer, pero ha sido esta mañana cuando Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión del Pacto Verde de la UE, ha dado la noticia de forma oficial: Bruselas y Berlín han llegado a un acuerdo sobre el uso de los efuels en vehículos. El alcance del anuncio va mucho más allá de los combustibles sintéticos o de Alemania, su política e industria. A lo largo de las últimas semanas el Ejecutivo de Olaf Scholz se había convertido en un obstáculo inesperado en el camino de la norma —ya negociada y pactada entre los socios europeos— que busca un parque móvil más ecológicos a partir de 2035.
Qué se enmarca exactamente en esa categoría, qué tecnologías están bajo su paraguas y cuáles quedan fuera ha sido la gran clave de la negociación.
¿Qué ha anunciado Bruselas? El encargado de dar la noticia ha sido el holandés Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo. Y lo ha hecho a golpe de tuit tras la cumbre de líderes de la UE, celebrada a lo largo de los últimos días: "Hemos llegado a un acuerdo con Alemania sobre el futuro de los efuels en los vehículos. Ahora trabajaremos para que se adopte lo antes posible el reglamento sobre normas de CO2 para automóviles y la Comisión dará con rapidez los pasos jurídicos necesarios para implementar el considerando 11".
Del lado germano la confirmación ha llegado de Volker Wissing, ministro de Transportes, quien ha ido un poco más allá al detallar el alcance del pacto con la Comisión: "Los vehículos con motor de combustión podrán seguir matriculándose después de 2035 solo si usan combustibles neutros en CO2". La decisión, recalca, mantiene a Europa en el objetivo de ser "tecnológicamente neutra".
¿Qué se ha negociado? El papel de los efuels, también conocidos como combustibles sintéticos, que han adquirido un rol crucial en la tramitación final de la norma que quiere prohibir la matriculación de coches contaminantes a partir de la próxima década. Recordemos. En febrero el Parlamento Europeo aprobó el veto a la venta de vehículos con motores de combustión desde 2035, un paso más en un largo camino de trámites y negociaciones que había arrancado años atrás y se daba ya por casi finiquitado. Casi. Porque apenas una semanas más tarde y contra todo pronóstico Alemania anunciaba su decisión de plantarse y no apoyar la aprobación final del proyecto. Su movimiento obligó a posponer la validación sine die.
El motivo del giro alemán: su Ejecutivo, liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz, quería que la norma europea incorporara una excepción para los efuels, combustibles con ciertas peculiaridades: pueden expulsar CO2, aunque también lo toman de la atmósfera, por lo que no contribuyen a su concentración. Durante su uso también se lanzan sin embargo otras partículas, como el NOx o PMx.
¿A qué se debe la postura de Alamenia? La insistencia de Berlín tiene un porqué. Alemania acoge a ciertos fabricantes —sobre todo de alta gama— que han decidido apostar por las opciones sintéticas y acumulan retraso en el despliegue de coches eléctricos. Y dentro del Ejecutivo de Olaf Scholz, una compleja alianza de tres colores, el ministro Wissing ha optado por alinearse con sus intereses.
¿Y cómo se ha llegado a un acuerdo? La clave la aporta el titular de Transportes alemán: "Los vehículos con motor de combustión interna podrán seguir matriculándose después de 2035 si repostan exclusivamente combustibles neutros en CO2". Ese último matiz, el de un balance de emisiones de dióxido de carbono neutro, es crucial. La norma votada en el Parlamento contemplaba como única excepción aquellos vehículos que lo fueran "en emisiones contaminantes", una fórmula lo suficientemente genérica como para que Alemania e Italia —hogar también de fabricantes de alta gama, como Lamborghini— exigiesen una redacción más concisa que dejase la puerta abierta a los combustibles sintéticos.
El viernes la agencia Reuters avanza ya los cambios en el borrador de la norma y deslizaba que se había optado por hablar de vehículos "neutros en carbono", en vez de "neutros para el medioambiente". La solución planteada por Bruselas prevé, eso sí, que los vehículos con motores de combustión incorporen sensores capaces de identificar que se se utiliza un efuel que cumple los requisitos de emisiones.
¿Es importante el acuerdo? Sí. El pacto permite desbloquear el veto de Alemania, que hasta ahora se había negado a dar su placet a la medida de prohibir la matriculación de vehículos con motores de combustión en la UE a partir de 2035 si antes no se definía una categoría específica para los efuels. Timmermans avanza de hecho que la Comisión se pondrá en marcha para "adaptar los estándares de CO2 lo antes posible". Berlín había sido la voz más firme en la defensa de los efuels, junto a Italia, que plantea también incluir los biocarburantes.
Imagen de portada: Max Titov (Unsplash)
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