Un grupo de investigadores japoneses del Okinawa Institute of Science and Technology (OIST) ha presentado un prototipo de sistema de levitación magnética para coches, según publica Econews.
Aunque es solo una propuesta de prototipo, sirve para generar expectativas en torno a una posible revolución para la industria.
Por qué es importante. Si esta tecnología consigue desarrollarse y escalarse, podría reducir drásticamente el consumo energético de los coches al eliminar la fricción. Eso sí, todavía tiene muchos retos que superar de cara a su implementación.
Cómo funciona:
- El sistema usa materiales diamagnéticos, como el grafito, junto a potentes imanes para hacer levitar vehículos sobre pistas especializadas.
- Requiere energía solo al inicio, para generar el campo magnético, pero no durante el movimiento.
Ventajas potenciales. La mencionada fricción superficial sería eliminada, lo cual dispararía la eficiencia energética y reduciría el consumo de recursos del coche.
Además, el desgaste mecánico también sería menor, al eliminarse las vibraciones, los pequeños daños a los materiales por los baches, etc.
Los retos pendientes. El prototipo aún es pequeño y muy difícil de escalar, además del enorme escollo que supone para su implantación su necesidad de infraestructura especializada. Sin pistas magnéticas no hay coches levitando.
Por otro lado, sus costes de implementación serían muy altos, y la amortiguación de vórtices implica pérdida de energía. Esto último hace referencia a los pequeños remolinos de aire que se forman alrededor del coche que levita y le va ralentizando, algo que debería resolverse para evitar que pierda altura o estabilidad.
La realidad actual.
- Es una tecnología experimental en etapas muy tempranas.
- No hay planes concretos para su implementación comercial.
- Si nos está costando la transición eléctrica, mucho más nos costaría la transición magnética, que requiere su propia infraestructura en el asfalto.
Entre líneas. Es una tecnología fascinante y este prototipo resulta prometedor, pero está lejos de ser una solución práctica a medio plazo para el transporte masivo. El potencial a largo plazo solo lo conoceremos con el paso del tiempo.
Cualquier otra consideración más entusiasta es, de momento, alejarse de la realidad.
Imagen destacada | Xataka con Midjourney
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