2022 ha terminado por fin para Tesla. Nunca la marca ha tenido tantas buenas noticias y malas noticias en un mismo año. La compañía ha entregado más coches que nunca y, pese a todo, su descalabro en bolsa ha sido considerable, empujado por la compra de Elon Musk de Twitter... y sus propios resultados.
108 dólares. Hace exactamente un año, Tesla cotizaba en bolsa a valor de 383 dólares por acción. En enero de 2022, los accionistas de Tesla habían visto perder cierto valor en su inversión, pues en noviembre de 2021 había roto la barrera de los 400 dólares por acción, estableciendo su récord entorno a los 407 dólares.
Cuando escribo estas líneas, sin embargo, Tesla cotiza a 108 dólares por acción. Es una caída del 72% respecto a lo que marcaba hace un año. O, lo que es lo mismo, la acción de Tesla tiene un 28% del valor que 365 días atrás. En un año se ha dejado por el camino dos tercios de su valor.
La puntilla. El dato que ha puesto la puntilla al descalabro de la compañía en bolsa ha sido la presentación de resultados. En el último trimestre de 2022, Tesla ha producido 439.701 coches eléctricos y se han realizado 405.278 entregas. En total, en 2022 se han producido en sus fábricas 1.369.611 automóviles, con unas entregas que han alcanzado las 1.313.851 unidades.
Tesla nunca había producido ni entregado tantos coches. El crecimiento en la producción ha sido de un 47% a final de año y un 40% en las ventas. Y, pese a todo, no ha cumplido con los objetivos marcados por sí misma, que situaban el crecimiento en un 50% en un año. Tampoco las previsiones de los expertos, que esperaban que la compañía entregara, al menos, 427.000 vehículos.
12% Esta situación ha derivado en una nueva y acusada caída en lo que llevamos de semana. El martes 3 de enero ha comenzado perdiendo un 7% en bolsa pero, finalmente, cerró la sesión dejándose un 13%. Un nuevo golpe a unas acciones que llevan un año para olvidar pese a que la compañía ofrece mejores números que nunca.
La caída se suma a otras grandes devaluaciones que la compañía se ha dejado por el camino este año. En el primer trimestre de 2022 ya experimentó una severa corrección en el precio pero tras presentar sus primeros resultados consiguió remontar hasta situarse por encima de los 350 dólares por acción. Desde entonces, las caídas han sido muy acusadas. Especialmente desde que en abril se anunciara la compra de Twitter y Elon Musk haya tenido que vender más de 40.000 millones de dólares en acciones para hacer frente a la compra.
No solo Twitter. El problema de Tesla es que no sólo Twitter justifica la caída en bolsa que la compañía está viviendo. Que fabrique más coches de los que entrega es un escenario que nunca había vivido y que parece confirmar que la demanda de sus vehículos está cayendo.
A la menor demanda de coches en Estados Unidos hay que sumar que la mayor parte de sus vehículos no pueden ser subvencionados por el Gobierno. Para mantener el interés en sus coches, Tesla está promocionando descuentos de hasta 6.500 dólares, una estrategia que juró no utilizar.
La confirmación de que el interés por sus vehículos ha decaído también se ha dejado ver en el mercado de segunda mano. La burbuja que había disparado los precios de los Tesla de segunda mano para no sufrir los largos tiempos de espera ha explotado. Los tiempos en los que se pagaba hasta 11.000 euros más por tener una entrega inmediata de un Tesla ya matriculado en lugar de esperar a uno nuevo son cosa del pasado.
Gráfico | Google
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