Madrid tendrá que lidiar con la sombra de Valencia, auténtico fracaso económico para la ciudad
No se ha confirmado el coste del canon o de las infraestructuras necesarias
Esta misma mañana, la FIA, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la ciudad han presentado el nuevo Gran Premio de España. Un evento firmado entre 2026 y 2035, que se llevará a cabo por las calles del barrio periférico de Valdebebas y del que no se han desvelado demasiados detalles en cuanto a su coste.
Como es habitual en este tipo de anuncios, tanto desde la dirección de la Fórmula 1 como los dirigentes políticos han hecho hincapié en los supuestos beneficios que llegarán con el deporte a la ciudad. En el comunicado oficial se asegura que el impacto económico será de 450 millones de euros anualmente y que se crearán 8.200 puestos de trabajo. Cifra que Isabel Díaz-Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha elevado a 10.000 puestos de trabajo directos, en una entrevista para El Mundo.
Durante los anuncios se ha hecho hincapié en las facilidades de la ciudad y del circuito para albergar el evento. Se ha vendido las facilidades logísticas que aportará IFEMA, la cercanía al aeropuerto y a un hospital o las conexiones en Metro, Renfe y Taxi con el centro de la ciudad. Un evento que, en palabras de Díaz-Ayuso "no causará inconvenientes en el día a día de todos los madrileños".
¿El coste? Ninguno para el contribuyente, según los dirigentes madrileños.
Un negocio redondo: 500 millones de retorno sin coste alguno
Desde que el anuncio de que Madrid estaba en serias conversaciones para tener un circuito de Fórmula 1 en sus calles empezaron a sonar las voces críticas sobre el coste económico que esto puede tener para la ciudad.
Los dirigentes madrileños, sin embargo, pronto salieron a desmentir esta posibilidad. "Como todos saben, hemos estado trabajando en el proyecto de poder traer la Fórmula 1 a Madrid. Lo hemos hecho a través de Ifema con la premisa, además, de que no hubiera inversión de dinero público", aseguraba a los medios Martínez Almeida, alcalde de la ciudad, el pasado mes de diciembre.
El negocio, por tanto, sería redondo. Siempre según cuentas de los organizadores, se espera que acudan al circuito 110.000 personas durante los tres primeros años y que la cifra supere las 140.000 personas a partir del cuarto año. Al final de este primer contrato (2035) se habla de que la ciudad habrá recibido 800.000 turistas. Un impacto económico de 4.500 millones de euros, de los cuales 500 millones de euros serán de beneficio para la ciudad.
Del gasto, sin embargo, apenas se habla. Según los responsables del proyecto, transformar el barrio de Valdebebas en un circuito costará unos 100 millones de euros. Un gasto que no pasará, aseguran, por la cuenta corriente de los madrileños ya que será "una iniciativa 100% privada", según el Ayuntamiento de Madrid.
Pero todo esto ya lo hemos escuchado
"Cuando pienso en Fórmula 1 estoy pensando en empresas, en autónomos y en puestos de trabajo". Estas fueron las palabras de Francisco Camps en 2009, cuando era presidente de la Generalitat Valenciana. Entonces defendía el trazado urbano valenciano como una oportunidad de negocio para la ciudad que no supondría "ni un euro" al ciudadano.
Entre 2008 y 2012 se celebraron cinco citas en el trazado valenciano. El contrato firmado con los organizadores debía extenderse hasta 2014 pero la cita no se repitió en 2013. En 2023, la Ayuntamiento de Valencia terminó de pagar el coste de llevar a las calles de la capital la Fórmula 1. Un pago de 7,5 millones de euros.
Las cifras, sin embargo, fueron mucho peores. En 2018 ya se calculaba que el coste total de la cita automovilística había provocado un agujero de más de 300 millones de euros. El coste total derivó de la corrupción política que giró alrededor del evento y los altos costes que exigía el propio deporte.
Solo el coste del circuito se elevó a 98,6 millones de euros, entre la adecuación de la zona y la construcción de la infraestructura necesaria para acceder al circuito. Canal 9 pagó cerca de 40 millones de euros en conceptos de derechos televisivos para poder emitir en directo la prueba y como consecuencia de su cancelación en los años posteriores. La Generalitat tuvo que asumir los 44 millones de euros que Valmor dejó a deber a la FIA como empresa que debía gestionar el evento.
A todo ello se añaden los altísimos costes del canon que debe pagar el organizador del evento para que la Fórmula 1 llegue al mismo. Montmeló paga un canon anual de 22 millones de euros. Una cifra similar a la de Valencia, que por cinco años tuvo que desembolsar 111 millones de euros. No se ha hecho público cuánto tendrá que pagar Madrid que entrará en un selecto club donde los que más dinero desembolsan transfieren a la Fórmula 1 un pago anual de 55 millones de euros.
Valencia no es la única ciudad o región donde la Fórmula 1 ha provocado un agujero económico. El Gran Premio de la India sólo llevó a cabo durante tres años. Al final de los mismos debía 41 millones de libras, según recogía The Telegraph. Corea del Sur también repitió durante tres años. Tras negociar sus contratos, perdió 26 millones de euros solo en la cita de 2012. Según Forbes, el coste operativo de poner en marcha una carrera urbana alcanza los 57,5 millones de euros cada año y que, a la larga, sale más barato construir un circuito permanente.
Los políticos madrileños se reafirman en que la Fórmula 1 no costará un euro a sus ciudadanos.
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Foto | Infiniti
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