MV Narrative, el gigantesco barco que quiere convertirse en la primera ciudad flotante propulsada por GNL

Viajar en crucero está genial, pero, mareos y cuestiones monetarias aparte, tiene un grandísimo problema: se acaba. Lo habitual es que el mismo día en que pones un pie en el trasatlántico sepas ya cuándo te tocará recoger tus bártulos y regresar a tu insulsa vida de ciudadano de tierra firme.

¿Y si no tuviera que ser así? ¿Y si pudieras embarcarte en un crucero de por vida? Y ojo, sin privarte de ninguna de las comodidades de las grandes ciudades. Y ya puestos a pedir... ¿Te imaginas que pudieras tener todo eso y de paso mantener una conciencia ecológica, respetuosa con el medio?

En Storylines no les parece tan descabellado y por eso están impulsando MV Narrative, un enorme barco residencial de 229 metros de eslora y 547 “residencias-camarotes” a bordo, espacios privados que llegan a los 133 metros cuadrados (m2) e incluyen dormitorios, salón, baño, cocina y un enorme balcón con unas vistas que no igualaría ni el más lujoso de los chalets de Oropesa del Mar.

Una ciudad con todas las de la ley

MV Narrative no es solo un barco pensado para vivir a todo lujo en alta mar, que también. Su planteamiento va más allá y aspira a convertirlo en una auténtica comunidad, una pequeña urbe flotante con sus propios parroquianos y dotada de todos los servicios de una ciudad: oficina de correos, escuela, biblioteca, hospital, banco, piscinas, oficinas... y 20 restaurantes y bares.

Quizás lo más curioso del buque, sin embargo, no sea ninguna de esas características, a las que ya aspiró hace años —y con una vocación de hipérbole mucho mayor— el titánico Freedom Ship, un megabuque de casi 1.400 metros de eslora diseñado en los años 90 por Norman Nixon.

Lo realmente curioso del MV Narrative es cómo quiere desplazarse por los océanos. En vez de carburante convencional, sus creadores quieren que se impulse con gas natural licuado (GNL), lo que lo convertirá, aseguran, en el primer gran buque de su naturaleza en cumplir ese requisito.

“El GNL es la opción más respetuosa con el medio disponible actualmente para propulsar barcos”, explica Brodosplit, que apunta que el gas licuado no es la única apuesta del buque para reducir su huella medioambiental. A bordo, incluirá también tecnología para la conversión de desechos en energía e incluso un jardín hidropónico alimentado por energía solar para cultivos en alta mar.

“El buque estará equipado con varios mecanismos de ahorro de energía, tiene motores de combustible dual (gasoil y GNL) y estará optimizado para la menor emisión de partículas y gases nocivos”, abunda en un comunicado el responsable del astillero croata, Tomislav Debeljak.

El GNL es una de las formas con las que el transporte marítimo intenta sacudirse el estigma de su impacto en el medioambiente —S&P Global Platts Analytics estimó que el transporte marítimo genera entre el dos y tres porciento de las emisiones globales de CO2—, empeño que le ha llevado también a experimentar con el hidrógeno o incluso fuentes renovables, como la energía eólica o solar.

A bordo el MV Narrative incluirá además todos los servicios de los que dispone una ciudad, incluidos spa, gimnasio, una clínica, bolera, una pista para correr —¿Quién dijo que vivir en alta mar tuviera que producir claustrofobia?— e incluso un puerto deportivo propio con motos acuáticas.

Si quieres echarle un ojo, eso sí, de momento tendrás que conformarte con renders. Ambas firmas, Storylines Global y Brodosplit, anunciaron hace días un acuerdo para la construcción del barco, ahora en fase de diseño. El objetivo que manejan es que pueda entregarse en 2025.

¿Interesado?

Si es así sería importante que revises antes tu cuenta corriente o hagas una llamada al banco.

Los camarotes-residencia cuestan entre uno y ocho millones de dólares, inversión que te dará derecho a ocuparlos durante toda la vida útil del barco. En caso de que no quieras gastarte tanto, siempre te queda la opción de optar a algunos de los apartamentos que se alquilan 24 años por al menos 647.000 dólares. La firma calcula que los ingresos por venta rondarán los 1.500 millones.

A cambio podrás permitirte el lujo de vivir dentro de un crucero, surcar los océanos y despertarte cada poco en un puerto distinto mientras sigues teletrabajando y llevando tus hijos al cole.

Y, por supuesto, como todo buen crucero, sea o no residencial, también ofrecerá excursiones.

Imágenes | Brodosplit

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