Navee N65i, análisis: sólo el peso impide que sea un patinete eléctrico perfecto para el día a día

  • Navee tiene en el N65i un gran patinete si queremos desplazarnos con seguridad en el día a día

  • Su peso (22,8 kg) es el principal inconveniente, aunque sus acabados compensan este problema

Navee ha traído a España el N65i, un vehículo de movilidad personal que se ha vendido como por parte de la marca como "el SUV de los patinetes eléctricos". Una declaración de intenciones que puedo compartir en el fondo pero no en todas sus formas.

Este Navee N65i está pensado para ser el único vehículo para movernos en el día a día. En ese sentido todo (o casi todo) lo hace realmente bien. El mayor problema aflora cuando necesitamos de su portabilidad. Problemas que parecen casi intrínsecos a los patinetes eléctricos a menos que queramos dejarnos un buen dinero.

Ficha técnica del Navee N65i


Navee N65i

VELOCIDAD

Hasta 25 km/h.

DIMENSIONES Y PESO

1.220 x 223 x 550 mm

22,8 kg

CARGA MÁXIMA

Hasta 120 kg

Pendientes de hasta el 24%

AUTONOMÍA

Hasta 65 kilómetros

BATERÍA

12.500 mAh

48 voltios

SEGURIDAD

Triple freno: regenerativo, de disco (trasero) y de tambor (delantero)

Luz delantera y trasera

Intermitentes

Reflectores laterales, frontales y traseros con luces

CONECTIVIDAD

Aplicación propia de Navee.

Posibilidad de bloquear y desbloquear desde el teléfono móvil.

Registro de viajes y posibilidad de disponer del teléfono como tablero de instrumentos

PRECIO

650 euros

Diseño: dejando claro qué esperamos de él

Está bien hecho este patinete Navee N65i. La estructura está trabajada en aluminio con dos tubos de 42 mm de diámetro que cobijan una buena base con 20 centímetros de ancho. Esta última está rematada con una goma que agarra bien el pie e impide desplazamientos.

Todos los remates están muy bien trabajados y la sensación general es de robustez en todos los apartados. Las dos barras que se unen a la vertical del patinete dan un extra de rigidez y a los mandos se nota que estamos ante un patinete contundente. La zona donde reposamos las manos está tratada con algunas estrías para mejorar el agarre y que éstas no se resbalen.

Otro buen detalle es la barra inferior que protege la batería de los posibles golpes y un compartimento en la barra vertical del patinete que se descubre cuando lo plegamos y donde se puede dejar, con un tapón de plástico incluido, un pequeño GPS del tipo Airtag para tener controlada siempre la posición de este Navee.

El sistema de enganche y los cierres son realmente buenos. Durante todo el tiempo que lo hemos utilizado, no hemos experimentado ninguna sensación de holgura ni cierta falta de solidez. Tanto el cierre inferior del patinete como el del manillar han funcionado a la perfección. Y eso que este último es siempre un punto crítico cuando cerramos los patinetes eléctricos para transportarlos.

Me sigue dejando dudas el uso del timbre como complemento para cerrar el patinete. Aunque el plástico está mejor rematado que en otros patinetes más baratos y da una sensación de mayor solidez, no pondría la mano en el fuego para garantizar que éste aguante bien el paso del tiempo. Especialmente si cerramos con asiduidad el Navee N65i para transportarlo pegado. Es demasiado peso para ese tipo de uso.

Y aquí llega uno de los grandes inconvenientes del patinete. Pesa 22,8 kg y, con todo, son 700 gramos menos que el Navee N65i. Todo lo anterior, toda la solidez y su robustez, terminan repercutiendo en un peso muy alto. Especialmente si se añade una batería de un tamaño considerable, como es la de este patinete eléctrico.

Un peso tan alto me deja la duda de cómo envejecerá ese cierre utilizando el timbre para trasladarlo con seguridad cuando los viajes se acumulen. Pero, también es cierto que el perfil ideal de este cliente no debería abusar de este tipo de uso porque, ciertamente, es muy incómodo.

A todo lo anterior se añaden dos buenas luces (delantera y trasera) y una pantalla donde la información es clara y la lectura sencilla. Eso sí, echo en falta algo de brillo cuando activamos la luz delantera. Personalmente, me siento más cómodo alumbrando con ésta al máximo, incluso cuando es de día, y en ese caso el brillo de la pantalla cae (entiende que es de noche) y los reflejos se multiplican, dificultando la lectura.

Un detalle que nos gusta especialmente es el de los intermitentes, que se manejan con el pulgar de la mano izquierda y que activan una luz a cada lado del patinete y un sonido de aviso.

El Navee N65i en el día a día

En cuanto a cómo se comporta en el día a día, el Navee N65i no se entiende sin algunas de sus características técnicas, las cuales dan una idea muy clara de qué esperamos de él.

Para empezar, cuenta con un motor que entrega una potencia nominal de 450 vatios pero que puede alcanzar picos de 1.000 vatios. Se apoya en una batería de 12.500 mAh de 48 voltios que puede entregar autonomías de hasta 65 kilómetros. Cuando se usa en modo Sport, que creo que es lo realmente recomendable, la cifra cae sensiblemente pero calculamos que una carga entera superará los 40 kilómetros.

Acompañan unas ruedas de 10,5 pulgadas con 80 mm de grosos y "disposición en V", señalan desde la marca. Esto quiere decir que cuentan con un ancho y un tamaño superior a la media y que su diseño está pensando para reducir el consumo (menor superficie toca el suelo en vertical) y una tracción correcta cuando inclinamos el patinete en una curva o cruce.

En marcha, los 1.000 vatios de potencia pico se dejan notar. En las características técnicas del patinete se especifica que la capacidad máxima de carga es de 120 kg y que puede superar pendientes de hasta un 24% de inclinación.

Nosotros no hemos puesto a prueba el patinete en estas últimas condiciones (se hace difícil llevarlo a L' Angliru) pero sí que lo hemos probado en pendientes con inclinaciones de entre un 5 y un 10% y en todos los terrenos se ha comportado sobradamente. Incluso arrancando desde parado el patinete eléctrico ha conseguido alcanzar los 25 km/h y mantenerlos sobradamente.

En cuanto a las ruedas, el Navee N65i es una muy buena opción para circular por carretera y carril bici. La sensación de estabilidad en la calzada es muy buena y las imperfecciones de la misma se pueden solventar con facilidad, como los pequeños parcheados. Evidentemente, tenemos que estar atento ante los baches de mayor profundidad.

El Navee N65i cumple con el asfalto un poco roto y en pistas muy sencillas. El tamaño de sus neumáticos hace que nos olvidemos de una suspensión

Cuando la calzada está un poco rota o parcheada, como decimos, no hay ningún problema. Tampoco en pistas de tierra muy sencillas, donde las piedras no son la tónica general de la misma. Con todo, creo que este uso debería ser esporádico porque la falta de amortiguación juega en su contra en este terreno. Si tenemos que pasar excepcionalmente, el patinete cumple pero buscaría otras opciones si tuviera que utilizar a diario en este terreno.

Para detener a este vehículo de movilidad personal, Navee ha optado por un sistema de triple frenado. Cuenta con frenada regenerativa, un freno de disco en la rueda trasera y un freno de tambor en la delantera.

El sistema no me ha gustado demasiado. Lo mejor es que la frenada regenerativa cuenta con tres niveles de intervención. El modo menos intervencionista apenas se deja notar cuando soltamos el acelerador, es casi como no llevarlo activo. En el lado opuesto, la frenada es muy evidente y me gusta porque puedes llevar el patinete "a punta de pulgar", como si fuera el one pedal de un coche eléctrico.

A medio camino entre ambos hay un tercer nivel que nos obligará a tirar más de las manetas de freno, lo que para mí es un inconveniente. Ambos son poco modulables, especialmente el delantero. Para la mayor parte de las ocasiones es mejor tirar del freno trasero y con ese nos basta. Pero el recorrido es demasiado corto y es fácil descubrir que estamos bloqueando la rueda a poco que nos excedamos con la presión.

En la rueda delantera el freno es todavía más crítico. Aquí tengo la sensación de que estamos ante un "o todo o nada". No hay recorrido y a poco que apretamos la maneta de freno nos clava en el sitio. La única parte buena es que, en caso de emergencia, la máxima frenada está garantizada pero es algo en lo que este Navee N65i tiene mucho margen de mejora.

Y, por último, llega el mayor inconveniente. Sus 22,8 kg de peso lo convierten en un patinete incómodo de transportar. Si tenemos que subir escaleras en nuestro día a día, guardarlo en el maletero del coche o subir y bajar del transporte público... no optaría por esta versión.

Este Navee N65i tiene muchas otras virtudes pero su portabilidad no es una de ellas. El peso es tan alto que manejarlo en ese tipo de uso es complicado y puede llegar a hartar. Dicho esto, no tiene por qué ser un problema para otro perfil de usuario.

Si vives en una casa baja o tienes fácil acceso a un ascensor, si en tu camino apenas tienes bordillos porque la mayor parte del trayecto los realizas por carretera o carril bici, el extra de seguridad y tranquilidad que aporta un patinete tan robusto y contundente compensa con creces su peso.

Por último, la conectividad con el patinete eléctrico es sencilla. El patinete es fácil de emparejar pero, eso sí, hay que tener en cuenta que Navee tiene dos aplicaciones disponibles y puede llevar a equivocación. Yo mismo descargué la aplicación incorrecta por no leer tranquilamente las instrucciones.

Con la aplicación correcta, el emparejamiento es rápido y cómodo. Dentro de la aplicación hay cosas muy interesantes y otras que no nos gustan tanto. El primero es que el patinete tiene que estar conectado por Bluetooth para acceder a todos los datos, no quedan guardados sin acceso a Internet.

El segundo es que para realizar una actualización del firmware es obligatorio tener abierta la aplicación. No podemos mantener la aplicación en segundo plano y seguir utilizando el teléfono móvil porque la descarga se corta.

Pantalla de inicio, preguntas frecuentes y tablero de instrumentos (de izquierda a derecha)

En el lado bueno, todos los menús son extremadamente sencillos y las funciones son muy fáciles de encontrar y seleccionar. Es posible elegir el nivel de la frenada regenerativa o el encendido de las luces. También disponer el teléfono móvil como un tablero con diversos datos durante la conducción, utilizando el soporte adecuado.

En cuanto al historial, los datos que quedan registrados son un mero recordatorio de tiempo, distancia y velocidad media. Tampoco se suman los días o hay posibilidad de ver un histórico por semanas o meses. Personalmente, no considero imprescindible esta función pero habrá quien le guste tener todos estos datos.

También me parece especialmente interesante la activación de recordatorios para el mantenimiento de los neumáticos o un glosario con los errores más frecuentes que nos podemos encontrar y su solución. Por último, muy buen punto mostrar el estado de la batería, con sus ciclos de uso y hasta la temperatura.

Historial de viajes, estado de la batería y programación de mantenimiento

La conclusión de Xataka

El Navee N65i es un buen patinete. Cumplirá con creces para quienes utilicen el vehículo en el día a día de forma intensa y, sobre todo, no tengan que cargarlo a la espalda para salvar los posibles obstáculos que se encuentren por el camino.

Es un vehículo de movilidad personal que nos tiene que encajar pero que, si se da esta circunstancia, es muy buen producto. Salvo por el comportamiento de los frenos (demasiado agresivo), no cuenta con grandes pegas a la hora de desplazarnos y este problema se soluciona en gran medida si se opta por la frenada regenerativa en su modo más intrusivo.

El Navee N65i está muy bien rematado, da mucha sensación de solidez y para circular por carretera y, puntualmente, pistas en muy buen estado puede ser una solución muy eficaz.

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