El coche autónomo quiere hacerse un sitio en nuestras ciudades. Hay muchas compañías que están en esta carrera para que sus vehículos puedan operar libremente en las ciudades y, aunque se ha demostrado que queda camino por delante, San Francisco se apresuró a conceder licencias a dos empresas de taxis autónomos: Waymo y Cruise. Sin embargo, no todos están contentos con que la ciudad se haya llenado de coches sin conductor y los están boicoteando.
La última broma es la de vestir una camiseta con una señal de STOP que confunde al sistema de conducción autónomo. Y es algo que puede ocasionar graves problemas.
RoboSan Francisco. Hasta hace poco, Waymo y Cruise eran las compañías que habían conseguido la licencia de California para que, tras años de pruebas, sus taxis autónomos pudieran circular libremente por la ciudad. Los problemas no tardaron en aparecer con incidentes leves, como atascos diarios en calles sin salida, controles policiales curiosos o problemas de conectividad que provocaron que los coches de Cruise desencadenaran un caos en la ciudad, con enormes atascos.
En su día, Waymo afirmó que sus coches son mucho más fiables que cualquier conductor humano y algunos de sus "fallos" era que acataban tan al pie de la letra las señales de tráfico que se formaban esos atascos. El problema era que recorrían una calle sin salida para dar la vuelta al final de la misma, algo que un humano, debido al sentido común, no haría. Y puede parecer hasta gracioso ver coches amontonándose por seguir las normas de tráfico. Hay otros accidentes que son más graves.
Accidentes mortales. Un año y medio después de que el estado concediera las licencias, y tras muchas polémicas, la misma fue retirada a Cruise. La compañía había invertido 1.400 millones de dólares sólo en 2023 para el desarrollo de sus sistemas con el objetivo de seguir operando en San Francisco, pero también con la mente puesta en la expansión a otras ciudades. Sin embargo, 20 meses tras la puesta en marcha, California retiró los permisos debido a varios incidentes graves.
Estos accidentes van más allá de los continuos embotellamientos y todos involucraron a los coches de la flota de Cruise: coches que chocaron contra camiones de bomberos, otro que decidió aparcar sobre las piernas de una persona que acababa de ser atropellada y otro caso en el que uno de los coches impidió el paso a una ambulancia. Se retrasó la atención médica y la persona terminó falleciendo. Quizá es el caso más polémico desde que la flota empezó a circular (sin contar otros muchos accidentes provocados por coches autónomos, como el famoso caso de Uber en 2018).
Frente de Liberación del Cono Naranja. Antes de estas polémicas, ya había activistas contra los coches autónomos y una de sus ocurrencias se volvió viral el año pasado: había un modo de boicotear a los coches de Waymo. ¿Cómo? Pues colocando uno de los numerosos conos de tráfico sobre el capó de los coches, lo que confundía al sistema y hacía que se detuviera, poniendo las luces de emergencia. Al final, lo que ocurre es que se bloquea el sensor LIDAR del techo.
Esto puede ser incluso ‘gracioso’ visto desde fuera, ya que se animaba a los activistas (o a los bromistas) a colocar conos en los coches que estuvieran sin ocupantes y parados. Lo máximo que podía ocurrir era que se produjera un atasco, pero la nueva broma viral no es tan graciosa.
Las camisetas de STOP. Si bien el movimiento para colocar conos sobre el capó comenzó como una forma de activismo por la llegada de estos coches a las congestionadas calles estadounidenses, derivó en una broma que cualquiera realizaba para grabar y subir a redes sociales. Lo último es confundir al coche llevando una camiseta de STOP, como podemos ver en este vídeo. Al estar en la acera con la camiseta bien visible, el coche se detiene al detectar la señal.
Puede parecer gracioso, pero mientras que con los conos el vehículo ya estaba detenido y lo máximo que puede ocasionar es un atasco, en esta situación podemos ver un frenazo algo brusco que, si detrás va un coche que no respete la distancia de seguridad, puede provocar un accidente.
Y más allá de la broma, hay algo curioso y un poco perturbador. Los coches de Waymo se detienen en tres de los cuatro intentos, por lo que sus sistemas detectan correctamente la señal y paran en seco el vehículo. En uno de ellos, sin embargo, pasa completamente de largo a una velocidad considerable. De haber sido una señal real, se podría haber provocado un accidente y sí, fue en un escenario nocturno, pero al final del vídeo se puede ver que, en las mismas condiciones, otro coche sí se detiene.
A Waymo no le hace ninguna gracia. Al margen de esto, el sistema de Waymo parece que funciona. Puede que reconozca esta camiseta como una señal de STOP temporal, como la que puede haber durante un tramo de obras, por lo que aquí no podríamos hablar de que el software esté fallando, pero está claro que este tipo de bromas no hacen ninguna gracia a los responsables de la flota.
De hecho, portavoces de Waymo afirmaron que notificarían a las autoridades sobre cualquier incidente no deseado o inseguro que interfiriera con sus vehículos en la vía pública, llegando a calificar los actos como "vandalismo".
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