El sueño de la aviación supersónica de pasajeros de Boom acaba de recibir un duro golpe. Rolls-Royce, el socio designado para el diseño y la construcción de los motores del avión Overture, acaba de salirse del acuerdo, según Bloomberg. De esta forma, el proyecto pierde un elemento clave para su realización y pone en peligro los planes originales de iniciar los vuelos de prueba en 2026.
La compañía británica de la industria aeroespacial ha dicho en un comunicado que después de analizarlo detenidamente ha llegado a la conclusión de que "el mercado supersónico de la aviación comercial no es actualmente una prioridad". Por consecuencia, ha decidido cerrar su contrato con Boom y ha dejado a disposición de su exsocio "varios estudio de ingeniería para el programa Overture".
La respuesta de Boom y sus planes a futuro
Boom, por su parte, no ha tardado en responder asegurando que "ha quedado claro que el diseño de motor propuesto por Rolls y el modelo comercial heredado no son la mejor opción para los futuros operadores de aerolíneas o pasajeros de Overture". Sin embargo, de momento, no ha anunciado un nuevo socio para su proyecto de avión supersónico que acaba de recibir un importante rediseño.
En julio de este año, Boom presentó el nuevo diseño del Overture. El cambio más importante afectaba al área de los motores: en lugar de tres motores, la compañía decidió implementar cuatro. Además, introdujo cambios en las alas, para minimizar la resistencia y maximizar la eficiencia del combustible a velocidades supersónicas. Blake Scholl, CEO de Boom, prefería decir: "es como si el Concorde y el 747 hubieran tenido un bebé".
Toca esperar para saber qué compañía suministrará los motores del Overture para transportar entre 65 y 80 pasajeros a velocidades de Mach 1,7. Rolls-Royce era un socio de peso para Boom, no solo por ser el segundo mayor fabricante de motores de avión del mundo, por detrás de General Electric, sino por haber sido la compañía responsable de los Olympus 593, los motores que impulsaron al Concorde hace más de 50 años.
La autonomía y el impacto ambiental son otros factores que, de acuerdo a sus promesas, Boom deberá tener en cuenta. El avión deberá ser capaz de volar hasta 7.871 km con la mencionada cantidad de pasajeros y funcionar con combustible sostenible de aviación (SAF). Sobre esto último, el sector de la aviación comercial ha empezado a realizar pruebas exitosas, por ejemplo, volando un Airbus A380 con SAF.
Como podemos ver, el proyecto todavía tiene mucho camino por recorrer. Boom espera que los vuelos comerciales comiencen en 2029. United Airlines parece confiar en la compañía. La aerolínea estadounidense realizó un importante pedido a Boom: 15 aviones supersónico por 3.000 millones de dólares. American Airlines también encargó 20 aviones más. ¿Volveremos a volar a velocidades supersónicas? Con el tiempo lo sabremos.
Imágenes | Boom | Rolls-Royce
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