El 52% de la población de Etiopía no tiene acceso a la luz. Y su gobierno acaba de apostarlo todo al coche eléctrico

  • El 98% de la energía que consume Etiopía proviene de energías renovables

  • De los más de 100 millones de habitantes, más de la mitad no tienen acceso fiable y regular a instalaciones eléctricas

Abiy Temesgen Pxxcp7jwaeg Unsplash
47 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Las políticas europeas han presionado para abrazar el coche eléctrico. Sus gobernantes han votado a favor de vender vehículos con motores de combustión a partir de 2035 que funcionen con combustibles fósiles.

Una decisión que llega con una pequeña anotación a final de la hoja pues sí estarán permitidos los coches que funcionen con motores de combustión y sean neutros en carbono, lo que es una buena noticia para los efuel o el uso de hidrógeno como combustible, tengan el recorrido que tengan finalmente.

Este camino emprendido por Europa ha sido contestado por los fabricantes, asegurando la mayoría que entre 2030 y 2040 cesarán la venta de modelos movidos por combustibles fósiles y se centrarán exclusivamente en el coche eléctrico.

Con todo, el europeo no es el único caso. Es evidente que China favorece la producción y venta de coches eléctricos, ahora que contempla este mercado como una oportunidad para expandirse. Y en Estados Unidos se han tomado medidas por parte de algunas regiones y, además, el propio Gobierno del país ha tomado la decisión de impulsar el coche eléctrico y complicar el asunto a los vehículos de combustión.

Pero todas estas medidas quieren impulsar al vehículo eléctrico a medio y largo plazo. Hablamos siempre de 2030 y la próxima década como los grandes hitos en los que comprobaremos si las previsiones están o no en lo cierto y si las ya mencionadas prohibiciones acaban llevándose a cabo.

Antes de todo esto, hay un país que va por libre: Etiopía.

Etiopía apuesta por el coche eléctrico en un escenario complejo

A todos los países occidentales anteriores, hay uno africano que quiere adelantarse. Es Etiopía.

El país quiere hacer una transición al coche eléctrico y lo quiere hacer a marchas forzadas. Hace tan solo unos días, Alemu Sime, ministro de Transporte y Logística del país, anunció que quedará prohibida la importación de todo coche que no sea eléctrico. Esto deja, de facto, sin mercado al coche de combustión en el país africano.

"Se ha tomado la decisión de que no se podrán importar automóviles a Etiopía, a menos que sean eléctricos", señaló Sime en palabras que han sido recogidas por medios dedicados a la información de los países africanos.

Al ministro se le hizo ver que el coche eléctrico es, de momento, un tipo de automóvil al que apenas puede acceder una parte muy reducida de los más de 100 millones de personas que viven en el país (algunos análisis apuntan a 104 millones de personas y otros se acercan o superan los 120 millones).

Desde el Gobierno, sin embargo, se defienden asegurando que están poniendo en marcha una extensa red de cargadores para coches eléctricos. Pero, además, alega que es inviable que Etiopía siga gastándose una fortuna en la importación de combustibles fósiles para alimentar a los vehículos de combustión.

Aseguran las autoridades que el año pasado se gastó Etiopía 6.000 millones de dólares en la importación de combustibles fósiles y que más de la mitad de este gasto estaba dedicado en exclusiva a los vehículos movidos por este tipo de energía. Por lo tanto, si se quiere reducir la cuantía, todos los coches que lleguen al país tendrán que ser eléctricos.

Para entender el movimiento también hay que contextualizar la situación del país. Los datos sostienen que es uno de los países más pobres del mundo, con un índice en el PIB per cápita que lo sitúa en la posición 168 de un total de 196 países. El Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas sitúan al país como uno de los peores del mundo.

Sin embargo, la economía del país lleva 20 años creciendo a un ritmo muy alto y está considerada como una de las naciones de la zona con mayor potencial económico para los próximos años. A esto hay que sumar que más del 98% de la energía que consume el país ya llega de fuentes renovables. De ella, el 75% de tiene como origen las fuentes renovables hidráulicas.

Para impulsar el coche eléctrico, en septiembre de 2022 ya se puso en marcha un plan a 10 años para electrificar el país. Se ha empezado por eximir del pago de IVA en la compra de coches eléctricos y se puso como objetivo la importación de 5.000 autobuses eléctricos y 150.000 coches eléctricos antes de 2030. Cifras que pueden parecer bajas pero que ofrecen otra fotografía del país, donde apenas hay poco más de un millón de coches registrados pese a superar ampliamente los 100 millones ed habitantes.

Una de las razones por las que Etiopía paga tanto dinero por sus combustibles fósiles se encuentra en la debilidad de su moneda. Desde hace años luchan con una divisa débil que ha provocado un importante crecimiento de la inflación, lo que repercute en dificultar la vida a los más pobres.

Esto es un grave problema para un país que quiere saltar al coche eléctrico lo más rápido posible y que, sin embargo, sus ciudadanos tienen serios problemas para acceder a la propia luz con seguridad y de manera estable. Tanto es así que muchos hogares utilizan lámparas de queroseno para poder ver de noche. De hecho, según el propio ministro del Estado de Agua y Energía del país, el 52% de los hogares no tienen acceso garantizado a la electricidad.

En Xataka | Los ataques en el Mar Rojo golpean con fuerza la industria del automóvil: Tesla, Volvo y Volkswagen las más afectadas

Foto | Abiy Temesgen

Comentarios cerrados
Inicio