La irrupción de las pantallas de gran tamaño en el interior de los vehículos ha arrasado con todos los diseños tradicionales que encontrábamos hasta hace unos pocos años. La fiebre por las pantallas inmensas ha desbordado la imaginación de muchos. Pero algunas marcas ya apuntan a que podríamos estar llegando a su techo. ¿Se van a racionalizar en los próximos años?
Arrasando Desde hace unos pocos años, la multiplicación del número de pantallas y su impresionante crecimiento ha hecho que se conviertan en las verdaderas protagonistas del interior del vehículo. De hecho, han arrasado con los cuadros de instrumentos analógicos y hasta con los botones de la climatización. Dos, tres, cuatro, cinco... parece que no hay un número máximo ni un tamaño lo suficientemente desmedido.
¿Por qué? La instalación de grandes y numerosas pantallas está siendo utilizado como un elementos distintivo por parte de los fabricantes. Los diseñadores están ideando sus propias estructuras dentro del habitáculo y parece que el lenguaje de diseño identificativo de cada marca ha pasado del exterior al interior.
Con estas superficies, las posibilidades de personalización se amplían y, además, encierran los sistemas propios de navegación y entretenimiento. Es decir, software y servicios, dos de los pilares fundamentales sobre los que se quieren sostener los fabricantes en el futuro. Además, las pantallas más grandes también permiten ahorrar costes de fabricación y ofrecerlas como una extensión del teléfono móvil del conductor. Un añadido que hace tiempo que se convirtió en una necesidad más.
Nunca es suficiente. Una de las marcas que más sorprendió al comienzo de esta fiebre por la pantalla fue el Mercedes Clase A. Su solución de doble pantalla en un mismo marco se presentó en 2018 junto a su sistema de inteligencia artificial MBUX. Quizás, aquí empezó todo.
Las pantallas, desde entonces, han ido creciendo. El Range Rover Velar sumó una tercera pantalla a la climatización. Una distribución parecida a lo que vimos en el Aiways U5, con la climatización en la zona inferior con un espacio dedicado. Porsche ha repetido jugada con el Taycan y, con otra distribución, el Lotus Eletre también suma nuevas superficies donde mostrar información.
La tableta. Si Mercedes dio un cambio radical a su imagen con el Clase A, Tesla marcó el camino en el formato tableta. La inmensa pantalla de los Tesla Model S siempre ha llamado la atención, ahondando en un diseño minimalista al que no estábamos habituados con lo vimos por primera vez.
Otras firmas, como Renault, también han optado por verticalizar estas superficies, como si se tratara de todo un teléfono móvil de gran tamaño. De hecho, Renault ha optado por una colaboración con Google para sus sistemas internos de infoentretenimiento, igual que Polestar. Y quien no puede disfrutar de ella, se la inventa, como hemos podido ver en Reddit.
Como en casa. Aunque la inmensa mayoría de los fabricantes ha optado por ofrecer más pantallas y de mayor tamaño, el segmento del lujo lo ha elevado a la máxima expresión. En el BMW iX, tuvimos la sensación de que nos encontrábamos en el salón de nuestra propia casa, con una doble pantalla situada sobre una suerte de escritorio delante de nuestros ojos.
Pero han sido los Mercedes EQS y los BMW Serie 7 los que más han llamado la atención. La inmensa pantalla Hyperscreen de casi metro y medio que cruza todo el ancho de la berlina eléctrica de Mercedes no tiene parangón. Tampoco la pantalla de 31,3 pulgadas, táctil y con resolución 8K para los pasajeros traseros del BMW Serie 7.
¿Hemos tocado techo? Justo por eso sorprenden más si cabe las palabras de Matthias Junghanns, el mayor responsable de diseño interior de la gama eléctrica de BMW, durante una conferencia online en la que se trató este tema. ¿Lo que cuenta es cómo de grande sea la pantalla? Personalmente, estoy convencido de que estas superficies de vidrio negro en los interiores de los coches lo dejaremos atrás, tarde o temprano", aseguró.
Conny Blommé, responsable de interiores de Polestar, también compartió la opinión de Junghanns. “Todo tiene su punto máximo, y probablemente las pantallas también. La mayor parte del tiempo, viajas en un automóvil y disfrutas más de la vista que de las pantallas”, apuntó el responsable de la firma eléctrica.
Distintivo. Como ya hemos contado en otras ocasiones, los fabricantes creen que el software y los servicios son una parte fundamental del futuro de la industria, un valor de distinción en un mercado donde los vehículos, cada vez, están más estandarizados.
Quizás ha llegado el momento de que las pantallas, igual que está sucediendo con los teléfonos móviles, dejen de crecer. En algunos casos por imposibilidad técnica (no hay mucho más espacio para un Hyperscreen mayor) y en otros por una cuestión de toques y, sobre todo, de nuevas líneas de lenguaje de diseño. Mi apuesta personal es que todo vuelve y que, incluso, volveremos a ver cuadros de instrumentos digitales. Pero esto, como digo, es una cuestión meramente personal.
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