Pese a no dejar heridos, la explosión detuvo la circulación de una línea durante tres horas
Sevilla, Barcelona o Londres ya han prohibido el acceso de estos aparatos a su transporte público
La tarde de ayer, 17 de octubre, fue complicada en la Linea 2 del Metro de Madrid. Como informaban desde la cuenta de X (antes Twitter) de la empresa, al filo de las 17:30 horas el servicio quedaba interrumpido en dicha línea en los dos sentidos y ya se avisaba de que el problema podía durar más de 15 minutos.
No sería hasta las 20:42 horas cuando la misma cuenta por redes sociales anunciara que el servicio se había restablecido. Durante esas tres horas, el servicio del transporte público estuvo parado por la explosión dentro de uno de los vagones de un patinete. La primera vez que sucedía un incidente de este estilo desde que se permitiera la entrada a patinetes eléctricos en el suburbano.
El incidente se produjo cuando la batería de un patinete eléctrico dentro de uno de los vagones durante la parada del tren en la estación de La Elipa explotó, provocando daños en el suelo, la puerta y llenando todo de humo, tanto el tren como la estación. Ésta tuvo que se desalojada y los bomberos tuvieron que intervenir para sacar todo el humo de la misma.
Por suerte, en el incidente no se registraron heridos pero vuelve a poner encima de la mesa el debate sobre la permisividad que se debe tener con estos aparatos en el transporte público. Otras ciudades ya han optado por vetarles la entrada.
Aquí no entran patinetes eléctricos
En España, el final de 2022 y el inicio de 2023 estuvo marcado sobre la conveniencia o no de permitir el acceso de este vehículo al transporte público. Es indudable que el patinete eléctrico puede ser una gran herramienta en la movilidad intermodal, combinándola con el transporte público, pero los riesgos de incendio en pequeños espacios atestados de personas en hora punta les ha terminado por prohibir la entrada en algunos lugares.
En diciembre de 2022, en Cataluña se anunció la prohibición de entrar con los patinetes eléctricos a sus trenes. Poco antes, en noviembre, el incendio de uno de estos aparatos había provocado tres heridos y la situación pudo haber sido peor si el maquinista no hubiera intervenido a tiempo.
En febrero comenzaron las multas por acceder a los trenes de Rodalies con patinetes eléctricos. Desde la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) de Barcelona apuntaban a El País que "aunque la probabilidad es baja, las consecuencias de un incidente dentro de un espacio cerrado y a menudo con alta densidad de personas pueden ser elevadas y, por tanto, se opta por una medida preventiva".
Finalmente, la prohibición también se extendió por las ATM de Lleida, Camp de Tarragona y Àrea de Girona, extendiéndose el veto a todo Cataluña. En la región, sólo los usuarios de AVE y taxis podían trasladar patinetes eléctricos en el servicio público.
Coincidiendo en el tiempo, Sevilla también prohibió la entrada de los patinetes eléctricos en el metro de la ciudad durante la hora punta. Con la nueva norma, los aparatos quedaban vetados entre las 7:30 y las 9:30 horas, las 13:30 y las 15:30 horas y desde las 18:30 hasta las 20:30 horas.
Aunque por tramos, la medida era claramente disuasoria, pues estas horas son, a priori, las más interesantes para combinar transporte público y patinete eléctrico, en la que los usuarios pueden utilizarlos para llegar a tiempo al trabaja, optando por sustituir al coche o una larga caminata por el patinete en el primer y último tramo de su trayecto hasta el puesto de trabajo, como recogían en algunas declaraciones en el Diario de Sevilla.
Estas ciudades españolas no están solas. En Nueva York tratan de buscar solución a un problema que empieza a ser recurrente. En Londres el acceso de los patinetes eléctricos también ha sido vetado, después de dos incidentes parecidos a los de Madrid y Barcelona.
En otras ciudades, sin embargo, se mantiene el semáforo verde para los patinetes eléctricos o, simplemente, no se han posicionado al respecto. París, por ejemplo, sólo establece fuertes restricciones al uso de la bicicleta, pero no especifican nada sobre los patinetes eléctricos. Berlín no pone pegas a ninguno de estos dos objetos, siempre y cuando haya espacio suficiente en el vagón. En Valencia y Bilbao están permitidos y sólo el número de pasajeros o la posibilidad de guardarlos bajo el asiento determinan su acceso.
En Xataka | Llevo un mes circulando con un patinete eléctrico por Madrid. Ahora sólo quiero recuperar mi bicicleta
Foto | Juan Gomez
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