Ya hay quien apunta que el coche eléctrico de Apple lo fabricará Rivian. Y tiene mucho sentido

  • Rivian, compañía de vehículos eléctricos, no pasa por su mejor momento económico

  • La inversión permitiría a Apple mantener un pie dentro de la industria con un riesgo mínimo

Terminaba el mes de febrero de 2024 y nos enterábamos de que Apple daba carpetazo a un proyecto que, supuestamente, nunca había existido. Su Project Titan, su estrategia para dar a luz a un coche eléctrico, autónomo o Dios sabe cómo, ponía su punto y final, según aseguraba Mark Gurman en Bloomberg.

Casi 10 años después, tras invertir 10.000 millones de dólares y con 2.000 empleados en plantilla dedicados exclusivamente a poner en el mercado un vehículo funcional con cuatro ruedas, todos los empleados han sido recolocados en la división de inteligencia artificial.

Medios económicos, como Bloomberg, señalan que el movimiento no podía ser más acertado y como también han asegurado otros expertos a Xataka, trasladar los empleados a la inteligencia artificial parece una buena idea, pese a que cierra la puerta a un nuevo producto con el que diversificar los ingresos de la compañía.

En opinión de los expertos consultados, producir un coche eléctrico o autónomo, o ambas cosas al mismo tiempo, podía suponer un enorme agujero de dinero para Apple a la hora de entrar en un terreno que no domina. Hasta ahora, donde mejor se ha movido la compañía ha sido en la creación de software y en la mejora de productos ya existentes y muy asentados en el mercado, como los smartphone o los auriculares.

En estos momentos, ni la industria tiene muy claro cómo explotar el software de los vehículos, pese a considerarse fundamental en el futuro del mercado del automóvil, ni el coche autónomo está lo suficientemente asentado como para ofrecer una mejora sustancial ante los rivales. Si hablamos de coche eléctrico, aunque se espera un crecimiento significativo en los próximos años, está estancándose en las ventas y su adopción en masa todavía tardará.

Son argumentos que explican por sí solos el cambio de rumbo de Apple. Pero, también, son argumentos que justifican los últimos rumores sobre la compañía y su apuesta en la industria del motor. Rumores que apuntan a una compra o, como mínimo, entrada accionarial de Apple en la marca de coches eléctricos Rivian.

¿Qué llevaría a Apple a invertir en Rivian?

Los rumores sobre una posible entrada de Apple en Rivian los recogen en 9to5mac, portal especializado en la marca de la manzana y que se ha hecho eco de una información publicada por DigiTimes Asia.

Según este último medio, Apple estaría considerando "asociarse con una startup de vehículos eléctricos y Rivian es un candidato con muchas posibilidades". Los movimientos de la compañía que abren la puerta a esta posibilidad son difusos y desde DigiTimes utilizan términos difusos que llegan "desde la cadena de suministro".

En el propio medio señalan que "es incierto" qué tipo de colaboración se podría establecer entre ambas compañías si Apple decide invertir con más o menos fuerza en esta compañía de automóviles.

Esta posibilidad recuerda al movimiento que la compañía hizo con Beats antes de abrir Apple Music. Ante la caída de ingresos por medio de iTunes y con Spotify ganando adeptos, los de Cupertino decidieron comprar a esta compañía para ganar tiempo.

Aunque todos los ojos se posaron irremediablemente en los auriculares, lo que realmente consiguió Apple fue hacerse con Beats Music, la plataforma que poco después fue renombrada como Apple Music y que permitía a la empresa poner en el mercado una plataforma de streaming en el menor tiempo posible para competir con Spotify y compensar la caída de ingresos de iTunes.

El movimiento con Rivian, sin embargo, parece menos claro. Poner en el mercado un coche, sea como sea, es hartamente complicado. Las posibilidades de fracasar a la hora de levantar una marca de automóviles dede cero es altísima. Tesla tardó años en conseguir beneficios, al Gobierno chino se le ha acusado de mantener con vida artificialmente a firmas como NIO y Fisker vive en una continua alerta de bancarrota, con Magna anunciando que dejará de producir sus automóviles.

Sólo hay dos certezas a la hora de levantar una marca de coches desde la nada: años de pérdidas y un altísimo riesgo de fracasar

Salvo contadas excepciones, para hacer de un automóvil una compañía rentable hay que hacer una inversión de dinero gigantesca. Primero porque se necesitan miles de empleados diseñando y dando forma a los vehículos y luego disponer de una cadena de montaje enorme. Posteriormente, poner en la calle un vehículo con un valor añadido que convenza a miles (o cientos de miles) de conductores para gastarse decenas de miles de euros en su producto y olvidar a la competencia. Todo ello sustentado con un mínimo de calidad y una red de distribución y postventa que, sin ser brillante, al menos sea efectiva.

Rivian es una compañía que lleva años experimentando estos problemas. Aunque la fabricación de vehículos se ha simplificado con el coche eléctrico, garantizar un mínimo de calidad y convencer a los clientes es realmente complicado. En el caso de la compañía americana lo conocen de primera mano pues está considerada una de las empresas con mayores problemas de fiabilidad del mercado.

De momento, Rivian ha optado por huir hacia adelante, presentando nuevos modelos, en medio de una crisis financiera dentro de la empresa. El pasado mes de febrero anunció el despido del 10% de su plantilla y su cotización en bolsa se desplomó.

Todo este contexto parece abrir las puertas a Apple de cara a una colaboración con la firma estadounidense. La duda es hasta qué punto tiene intención Apple de inmiscuirse en el desarrollo de Rivian. Llegar a un acuerdo le daría un balón de oxígeno a Rivian en lo económico y permitiría a Apple mantener un pie en un negocio que le ha sido esquivo hasta ahora.

Con la división de su Project Titan dedicada a conseguir resultados a corto plazo, esta supuesta inversión puede permitir a la compañía seguir aprendiendo de todo lo que tiene que ver con el coche eléctrico y autónomo. Esta última derivada siempre ha sido la que parece que convencía más a la compañía y que más encaja con el espíritu de los de Cupertino pero de momento no se vislumbra un futuro a corto plazo donde los robotaxis tengan sitio en la calle.

Además, Apple ya había intentado desentrañar algunos de los secretos de la industria del automóvil que le son ajenos con el último diseño de CarPlay. Sin embargo, la más ambiciosa de sus actualizaciones apenas ha tenido acogida porque los propios fabricantes han querido poner trabas a una interfaz que, en el fondo, lee todos los aspectos mecánicos y de funcionamiento del vehículo.

De momento, los rumores son todavía difusos y parece que quedan muchas dudas por despejar en lo que a una posible asociación entre Apple y Rivian se refiere. Lo que está claro es que a Rivian puede interesarse (y mucho) el músculo financiero de Apple y esta última puede seguir interesada en mantener una inversión concurrente en el mercado del motor para, poco a poco, seguir aprendiendo del mismo de cara al futuro.

Imagen | | Xataka con Midjourney

En Xataka | Un hombre heredó un viejo coche salvado del desguace. Sin saberlo, se hizo con el primer coche “Apple” de 1996

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