Porsche ha presentado sus resultados del ejercicio de 2022. Son buenos años para la compañía alemana de vehículos de lujo. Pero, parece, no lo suficiente. Durante la presentación dirigida a sus inversores, los germanos han querido mostrar un mensaje claro a su audiencia: esperan sacar más rédito a sus vehículos.
La compañía ha confirmado que el próximo Porsche Cayenne será completamente eléctrico, ya asentado en la nueva plataforma SSP para los vehículos eléctricos de mayor tamaño del Grupo Volkswagen. El SUV eléctrico debería ser un antes y un después para la marca, que ya recibió un enorme balón de oxígeno en su momento con la primera generación de este modelo.
Será en 2026 cuando veamos llegar a la generación completamente eléctrica. En un primer momento compartirá protagonismo con los modelos de combustión pero, parece claro para Porsche, el futuro pasa por asegurar una flota de vehículos completamente eléctricos (hasta ver en qué quedan las regulaciones europeas). Al nuevo Cayenne eléctrico le acompañarán los Macan eléctricos (2024) y los 718 Cayman/Boxster (2025) de idéntica tecnología.
Pero si algo ha llamado la atención además de esta hoja de ruta son los fríos datos que han caído a lo largo de la presentación. Entre ellos, el margen de beneficio y el precio de sus coches.
Más ventas y más caros
Con la presentación de resultados de Porsche, algo ha quedado claro: a sus clientes le gustan los SUV y los eléctricos.
En 2022, Porsche ha conseguido colocar en el mercado un 2,6% más de coches. De los 309.884 unidades que han sumado en ventas totales, 95.604 matriculaciones se corresponden con el Porsche Cayenne. Otras 86.724 unidades las ha sumado el Porsche Macan. El resto de modelos de ventas se las han repartido, en su mayoría, el Porsche 911, el Panamera y el Taycan.
El Porsche 911, el modelo más icónico de la firma, sumó 40.410 unidades, mientras que el Taycan, su primer coche eléctrico, ha alcanzado la nada desdeñable cifra de 34.801 unidades, por delante de las 34.142 matriculaciones del Panamera. Cifras que reflejan la buena acogida que el eléctrico ha tenido dentro de la gama de productos de los germanos.
Pero el mejor resultado de Porsche no ha llegado con su cifra de ventas. La firma ha conseguido elevar sensiblemente el precio medio al que se paga cada uno de sus coches. En 2019, la media del gasto que hacía un cliente que compraba un Porsche era de 92.806 euros. En 2022 consiguieron elevar esta cifra hasta 111.626 euros.
De hecho, mientras que sus ventas crecieron en un 2,6%, los ingresos por ventas lo hicieron en un 13,6%, pasando de 33.138 millones de euros a 37.630 millones de euros.
Oliver Blume, su CEO, achaca estos buenos resultados a las ventas en China y Estados Unidos, donde arrasan las ediciones especiales, haciendo hincapié en que en este último país "la marca está más fuerte que nunca". Además, ha conseguido elevar el precio base de sus vehículos sin repercutir en un descenso de las ventas.
Y lo serán aún más
En la hoja de ruta de Porsche, hay otro dato a tener en cuenta. En 2030 esperan que el 80% de sus ventas sean de coches eléctricos. Si este es el objetivo, también garantiza un nuevo plan de futuro para Porsche: sus coches serán aún más caros.
La compañía no ha dudado en señalar que las versiones eléctricas de los Cayenne, Macan y 718 Cayman/Boxter serán entre un 10 y un 15% más caras que los hermanos de combustión de estos modelos. Es la misma estrategia que ha empleado Mercedes con su EQE para garantizar la rentabilidad del modelo.
Esta no es la única cifra que ha llamado la atención. El margen de beneficio en este 2022 ha sido de un 18%. Una subida de dos puntos respecto a 2021 pero que es significativa y que se ha conseguido vendiendo versiones más costosas del mismo modelo, priorizando estas unidades en las entregas. Pero, además, se ha señalado que en 2023 aspiran a moverse en una horquilla de entre el 17 y el 19%.
Y, por si esto fuera poco, el objetivo final es llegar a un margen de beneficios netos del 20%, aunque para esto último no se han puesto fechas. Para tene runa mejor imagen global, Mercedes, una de las firmas que más rendimiento le saca a sus vehículos, obtuvo un margen de beneficios del 14,6% en 2022, pero esperan reducirlo ligeramente en 2023.
Si hablamos de margen bruto, Porsche también está situada entre las mejores compañías del mundo. En 2022 alcanzó un 25,2%, mientras que Tesla, una de las referencias, firmó un 28,5%.
El objetivo de Porsche de alcanzar un 20% de margen operativo es un plan muy ambicioso. Tanto que Sergio Marchionne, quien fuera CEO de FCA antes de dar vida a Stellantis en la fusión con PSA, aseguraba que el margen de beneficios de una compañía automovilística debe alrededor del 13% para garantizarse el atractivo ante nuevos inversores. Lo habitual es estar entre el 10 y el 15%.
En las compañías de lujo o enfocadas claramente a ofrecer un producto premium frente a otro similar de su mismo grupo, es habitual que este margen de beneficio sea todavía mayor. Tanto es así que Luca de Meo ha utilizado hasta en tres ocasiones la misma estrategia: Abarth, Cupra y Alpine fueron creadas para impulsar los beneficios de Fiat, Seat y Renault. Y los resultados están siendo buenos.
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