Portugal ya se plantea algo cada vez más común en Europa: una tarifa plana para moverte en tren por el país

  • El Gobierno ha vendido como una de sus promesas estrella un abono de 20 euros para recorrer Portugal

  • España ya tiene mucho trenes gratis y Alemania probó con la misma fórmula

El tren debería ser una alternativa competitiva al coche particular y el avión. Al menos eso es lo que quiere la Unión Europea que lleva tiempo fomentando el uso de este medio de transporte por ser una alternativa menos contaminante. Por el camino, se han tomado diferentes medidas. La tarifa plana es una de ellas.

La Europa del tren. Aunque se pueda entender como una medida medioambiental más, Europa lleva trabajando en promocionar el tren desde mucho antes de la pandemia de Covid-19. Un buen ejemplo es que la liberalización del sector se aprobó en 2016 con el Cuarto Paquete Ferroviario. Uno de los motivos era conseguir "la garantía de unos precios justos para los consumidores".

Años después el interés por promocionar el tren se mantiene. Por el camino hemos visto cómo Europa trata de recuperar el tren nocturno o cómo Francia ha buscado evitar los vuelos de menor distancia, siempre que la alternativa en tren fuera viable.

¿Y si el problema es el precio? Viajar en tren es más lento que hacerlo en avión. En ocasiones, también es menos competitivo en términos de tiempo invertido que hacerlo en coche. Pero no tiene rival si hablamos de impacto ambiental por viajero transportado y también es una buena oportunidad para viajar de otra manera, más tranquilo y con menos prisas.

Son cuestiones a valorar (cada cual le dará un mayor peso) pero lo cierto es que si el avión se ofrece a un precio atractivo es complicado que el tren pueda hacerle sombra en el largo recorrido. Porque la relación entre coste del billete y tiempo invertido será mucho más interesante si es el principal valor que nos haga decantarnos por una u otra opción. Algo parecido sucede con el coche.

Una tendencia. Para tratar de paliar esto, el Gobierno alemán aprobó en 2022 una tarifa plana de nueve euros al mes para circular por todo el país, como alternativa a los altos precios del combustible derivados de la invasión rusa de Ucrania. España ha hecho lo propio y, ahora mismo, se puede viajar gratis en Cercanías y Media Distancia.

También en Francia se han tomado medidas similares aunque, en este caso, están limitadas a los pasajeros franceses de menos de 27 años. Igualmente, quedan fuera los trenes de alta velocidad y la región metropolitana de París. El resto de conexiones sí entran dentro de un abono que cuesta 49 euros al mes.

Ahora Portugal. El último en subirse al carro de la tarifa plana en los trenes puede ser Portugal. Es una de las promesas estrellas de su Gobierno que ya en agosto hizo pública su intención de que todos los trenes regionales e interurbanos puedan ser utilizados con un abono de 20 euros al mes. Sólo quedaría fuera el servicio de alta velocidad.

De llevarse a cabo, en Portugal ya esperan que el nuevo abono llene de pasajeros los trenes, como sucedió en Alemania y en España los primeros meses. Los trenes disponibles son los gestionados por el operador estatal CP, todos los trenes de compañías privadas quedarán fuera de este abono, si sale adelante.

También hay críticos. Aunque la medida parece posicionar la tren como una gran alternativa a otros medios de transporte, este tipo de abonos de tarifa plana también han levantado las críticas. En primer lugar porque el efecto llamada ha colapsado los trenes allí donde se ha puesto en marcha. En Alemania y en España se vivieron situaciones muy similares.

Tampoco está claro que facilitar el uso del tren haya tenido un claro impacto en los viajes por carretera. Financial Times recogía que pese al aumento de viajeros en el país germano tampoco se notaba un decrecimiento de los viajes en carretera. En España, Renfe tuvo que tomar medidas porque los abusos de los viajeros dejaban dolorosas imágenes de trenes vacíos que, supuestamente debían ir llenos.

Igualmente, se ha puesto en duda la viabilidad de la medida en el plano económico. En Alemania han tenido que aumentar el precio del abono de 9 euros a 49 euros al mes y se espera que el año que viene alcance los 58 euros. En España, uno de cada 10 españoles se han beneficiado de los abonos pero solo el 15% de ellos reconoce que ha utilizado el tren por el atractivo de su gratuidad.

Foto | Claudio Schwarz

En Xataka | Renfe confirma una triste realidad de los trenes en España: ya ven imposible ser puntuales

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