Es una vuelta de tuerca a las baterías convencionales de iones de litio que permitirán crear baterías más densas y mucho más ligeras
El gran problema era la cantidad de ciclos de carga que soportaban antes de degradarse, algo que se ha solucionado
Tenemos un problema con las baterías de los coches eléctricos. Con las baterías de iones de litio, en general, pero es en los vehículos eléctricos donde nos hemos topado con los límites de capacidad y velocidad de carga de esta tecnología. En la búsqueda por un nuevo tipo de baterías, las de estado sólido se están ganando a pulso su hueco tanto en los coches como en otros dispositivos. Son las que permitirán autonomías de 1.000 kilómetros y la mayoría de empresas están viendo cómo fabricarlas en masa.
Sin embargo, entre las alternativas a las baterías convencionales de litio, nos hemos topado con una dupla muy interesante: la del litio y el azufre. La composición de estas baterías es similar a la de las de iones de litio, pero utilizando el azufre (y no elementos como níquel, manganeso o cobalto) como cátodo. El azufre es fácil de conseguir, abundante en la corteza terrestre y, sobre todo, más barato que otros elementos catalizadores.
Además, las baterías de litio y azufre tienen una mayor densidad y su principal problema es que la capacidad de carga deja mucho que desear, con unas primeras unidades prototipo que aguantaban unos escasísimos 50 ciclos de carga. Ahora bien, estos últimos años la industria se ha enfocado en resolver ese punto débil, y ya hay quien piensa que es el momento de empezar a fabricar en masa estas baterías de litio y azufre.
Y la empresa Lyten acaba de anunciar sus planes para la primera gigafactoría del mundo para producir en cantidades industriales estas baterías de litio-azufre.
La gigafábrica de litio y azufre de Lyten
Lyten es una startup fundada en 2015 que ha recaudado más de 400 millones en financiación hasta la fecha. Hay importantes empresas que están invirtiendo mucho dinero en ella, pero la más destacada es Stellantis. Su especialidad es la aplicación de supermateriales, siendo muy relevantes en la investigación de materiales como el grafeno tridimensional, pero también en el desarrollo de las mencionadas baterías de litio y azufre.
A comienzos de este año, Chrysler mostró su imponente Halcyon, un coche eléctrico con un potencial de autonomía ilimitado debido a su tecnología de carga inalámbrica en las carreteras adaptadas para ello. ¿Su batería? Una de litio-azufre de Lyten de 800 V que no utiliza níquel, cobalto o manganeso y, como comentó la compañía, tiene una huella de carbono un 60% menor que las mejores baterías actuales de iones de litio. Además, tiene el doble de la densidad energética y pesa la mitad que las baterías de iones de litio NMC.
Como decimos, parece que la industria quiere demostrar que estamos listos para empezar a producir en masa este tipo de baterías y la primera gigafactoría del mundo enfocada a la creación de baterías de litio-azufre estará ubicada en Nevada. Cerca de la ciudad de Reno, la fábrica de Lyten tendrá la capacidad de producir hasta 10 GWh de baterías al año a gran escala, con una primera fase de la instalación que entrará en funcionamiento en 2027. Dará empleo a más de 1.000 personas y su planta tendrá 116.128 metros cuadrados.
Entre sus actividades, se encuentra la fabricación de materiales activos de cátodo y ánodos de metal de litio. También ensamblarán celdas de batería de litio-azufre en formatos cilíndricos y de bolsa. Dan Cook, cofundador de Lyten, comenta que es un logro y el "último hito en los nueve años de historia de Lyten. El litio-azufre supone un gran avance en la tecnología de baterías, que ya ofrece una batería ligera, de alta densidad energética y fabricada con materiales locales disponibles en abundancia y con fabricación 100% estadounidense".
Esto último es interesante más allá del golpe en el pecho por parte de los norteamericanos. Entre los inversionistas de Lyten se encuentra el Fondo Europeo de Inversiones —European Investment Fund— y, teniendo en cuenta que hay azufre de sobra en Europa, abre la puerta a la apertura de fábricas de Lyten también en el viejo continente. Como decíamos, otros elementos que se usan como cátodo en las baterías de iones de litio convencionales son escasos y, sobre todo, difíciles de extraer, pero es algo que no ocurre con el azufre.
Tras el anuncio de Lyten, es probable que otras empresas empiecen a mover ficha, ya que se trata de un paso firme en el que la compañía invertirá más de 1.000 millones de dólares con la esperanza de situarse como una apuesta de futuro próximo en las baterías de coches eléctricos.
Imagen | Lyten
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