China tiene muy claro que sus coches eléctricos no deben "parecer chinos". Y por eso no deja de fichar diseñadores europeos

  • China ha dejado de copiar los diseños europeos para centrarse en líneas propias comprando talento

  • Alejarse de sus diseños anteriores es clave para que puedan triunfar en Europa

China lidera el coche eléctrico. Domina la cadena de suministro y el Estado ha brindado (y está brindando) un gran apoyo a sus fabricantes locales para entrar en nuevos mercados, sosteniéndolos incluso pese a generar enorme pérdidas.

En su estrategia, China obligó a los fabricantes occidentales a asociarse con empresas locales para poder fabricar en el país. Esto ha permitido a sus compañías aprender de los fabricantes europeos, estadounidenses y japoneses e, incluso, avanzar en la tecnología de la conducción semiautónoma para diversificar el negocio, ofreciendo esta nueva vía de entrada de ingresos como complemento a terceras empresas o como un valor añadido para sus propios vehículos.

Pero en ese camino por entrar en el mercado europeo con vehículos de calidad a un precio inferior que el del resto de fabricantes, China también ha dado un enorme giro a sus diseños. Sus coches han dejado de ser copias de los modelos occidentales para asentar nuevas líneas que se alejan de los gustos propios del país.

Sus fabricantes han conseguido que sus coches parezcan frescos y sus diseños atraigan miradas. Una de las frases que más me repiten cuando pruebo un coche o enseño fotografías de modelos chinos es aquello de "pues no parece chino". Y quien lo pronuncia no habla exclusivamente de la calidad de los materiales.

Atrayendo a los diseñadores occidentales

Todo esto lo han conseguido, cómo no, atrayendo a diseñadores de renombre. Este mismo año hablábamos de la entrada de los fabricantes chinos en el sector del lujo. Aunque parece complicado que se abran hueco en el mercado occidental en los vehículos de alta gama, la presentación del Yangwang U9 ya dejaba claro que van con todo.

Este vehículo eléctrico presumía de tecnología, circulando incluso con tres ruedas gracias al control electrónico de su carrocería y suspensión, pero llamaba la atención que BYD, Yangwang es su marca de lujo, había puesto en el diseño del superdeportivo, que podía pasar perfectamente por cualquier superdeportivo europeo.

Quien está detrás del diseño de este Yangwang U9 es Wolfgang Egger. Quizás recuerdes a Egger de los diseños de los Alfa Romeo 156, 166 o 147 pero, sobre todo, del precioso Alfa Romeo 8C Competizione. El alemán fue uno de los diseñadores más importantes de la firma en la primera mitad de los años 2000, cuando también era uno de los jefes de diseño de Lancia. Antes había dejado su huella en los Seat Ibiza, Toledo y Altea.

Y más tarde, ya en 2007, Egger pasó a dirigir el diseño de Audi y Lamborghini, antes de ser sucedido por Walter de Silva, que ya había estado en la casa a bordo de algunas de sus marcas. Poco después, en 2017 fichó por BYD, donde ha creado el mencionado Yangwang U9 pero, también, donde ha dejado su firma en los diseños de los BYD Song Max o el BYD Han. Egger es el máximo responsable de diseño de la firma.

Yangwang U9

Este cambio de aires también lo ha dado Walter de Silva. Este italiano había tenido una carrera similar a la de Egger con algunos años de antelación. En este caso había pasado primero por Fiat para, posteriormente, fichar por el Grupo Volkswagen. Allí ha dejado algunos diseños memorables a principios de los años 2000.

A de Silva le debemos el giro radical que dio Seat en sus diseños, con sus Seat Arosa, Ibiza, Cordoba, Altea, Toledo, Leon, representado en su máxima expresión con el Seat Tango, un peculiar prototipo. Pero sobre todo destacó por el diseño del Veyron, en el relanzamiento de Buggati, y de la parrilla singleframe que ha dominado el frontal de Audi en toda su gama y que dotó de personalidad a la compañía, con el Audi R8 como máximo exponente.

Desde entonces estuvo muy ligado al grupo germano, donde llegó a ser jefe de diseño de todo el grupo, hasta que en 2016 dio el salto a Italdesing para suceder a Giorgetto Giugiaro. Poco después, en 2017, fundaría su propio estudio de diseño y ahí comenzaría su flirteo con las marcas chinas. BAIC ya le tentó para presentar su primer concepto eléctrico chino, el Arcfox ECF.

Pero ha sido el Hongqi S9, un hiperdeportivo eléctrico de 1.379 CV de potencia, el que ha terminado por estrechar su relación con China. De nuevo, como en el caso anterior, el coche presume de formas muy redondeadas y plenamente europeas, con un diseño en el que se prima la aerodinámica y la funcionalidad.

Geely Galaxy E8

Aquel mismo año que se presentó el Hongqi S9, el mismo fabricante puso sobre la mesa el Hongqi E115 SUV, diseñado por Giles Taylor, quien hasta entonces había trabajado para Rolls-Royce. Aquel enorme SUV tenía una clara inspiración británica, tanto en Rolls-Royce como en Land Rover. De hecho, suyo es el Rolls-Royce Cullinam, el primer SUV de la firma de lujo.

Taylor es ahora el jefe de diseño de FAW Group China, propietaria de las marcas Jiaxing, Xiali y Hongqi, con mayor presencia en Latinoamérica y con quienes Volkswagen, Toyota o Mazda han firmado diversos acuerdos en los últimos 30 años. Antes, Taylor fue una parte muy importante del diseño de Rolls-Royce pero también dio vida al mítico Citroën Xsara y, posteriormente, al Jaguar XJ, donde trabajó antes de entrar en Rolls-Royce.

No es el único diseñador que tiene sus raíces en firmas inglesas. Stefan Sielaff trabajó para Bentley, donde fue jefe de diseño, antes de formar parte de la plantilla de Geely, donde ha creado modelos para la empresa matriz del grupo pero, también, para Link&Co y Zeekr. De hecho, el diseño del Zeekr 007, una berlina en la que la compañía china tiene muchas esperanzas puestas, o el Zeekr 009, un enorme monovolumen eléctrico, están firmados por Sielaff.

Antes de liderar el diseño de Bentley, Sielaff tomó las riendas del diseño en el Grupo Volkswagen, de Audi y de Mercedes, en una etapa en la que marchó a la competencia brevemente tras un primer paso por la firma de los cuatro aros. Entre sus diseños más reconocibles está el Audi A1 o el Audi A7.

Sielaff, que es vicepresidente global de diseño en Geely, sustituyó en su puesto a Peter Horbury. Este diseñador, que ha fallecido este mismo año, formaba parte del equipo de Geely, donde trabajó para todas las firmas anteriores y, también, para Lotus.

Su llegada al conglomerado chino tiene su lógica, pues Horbury ha sido uno de los diseñadores más importantes de Volvo, donde trabajaba cuando Geely compró su parte de la compañía sueca. Allí, fue clave durante dos décadas, los noventa y la primera de los años 2000, cuando se lanzaron modelos como el Volvo XC90, los S70 o el peculiar C30. Tras un breve paso por Ford donde se centró en los modelos para el mercado estadounidense, volvió a su casa antes de la compra china.

Y no nos olvidamos de Klaus Zyciora, el último gran fichaje de los fabricantes chinos. Zyociora es ahora el jefe de diseño de Changan, que también fabrica modelos para el mercado local de Ford, Mazda o Suzuki. Zyciora era hasta este mismo año uno de los máximos responsables de diseño dentro del grupo Volkswagen, habiendo dirigido el nacimiento de los últimos modelos eléctricos de la firma, como los ID. 3 o ID. Buzz.

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Foto | BYD y Geely

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