A correr al circuito. Al menos esto es lo que solemos decir en mi círculo de moteros. Calentarse con el puño del acelerador es habitual, pero puede salir muy, muy caro. Es algo que un motero francés experimentó este pasado 30 de agosto, mientras circulaba por carreteras francesas.
El carnet, recién sacado. El individuo, cuya edad no se ha revelado, había obtenido su carnet de conducir tan solo cinco días antes del incidente. Concretamente, obtuvo su carnet el lunes y lo perdió el viernes. Un arranque de fin de semana sencillamente espectacular.
La moto, de estreno. La montura del susodicho era una Kawasaki ZX-6R, una Ninja deportiva. Es una moto de media cilindrada con gran potencia, y que en el ordenador de abordo marcaba que, desde que el conductor la había cogido, tan solo había recorrido 10 kilómetros.
La multa. El infractor conducía por la carretera N3, cerca de la ciudad de Charmentray, a 177 km/h en una zona limitada a 90km/h. Los gendarmes no tardaron en detenerlo, comprobando en la documentación que había recogido la motocicleta ese mismo día.
El vehículo se confiscó de forma inmediata, con la consecuente retirada del carnet de conducir. En Francia, una multa con exceso de velocidad superior a 50km/h conlleva la pérdida del carnet y cuantías de hasta 1.500 euros.
Es un caso bastante curioso, ya que en Francia no existe la progresividad española en las cuantías. Si nos excedemos más de 20km/h, la cuantía es de 135 euros. Es algo que se mantiene hasta los 49 km/h, siendo la única variación la de los puntos a detraer.
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