Los sistemas de ayudas a la conducción y automatización de la misma están en el punto de mira para la IIHS (Insurance Institute for Highway Safety, por sus siglas en inglés). Los responsables de la seguridad en la carretera en Estados Unidos hicieron público un informe en el que ponían en duda la efectividad de los sistemas de ayudas a la conducción, llegando a afirmar que los fabricantes aportaban "mensajes engañosos" a los compradores. Un buen ejemplo es el sistema de detección de peatones.
En la misma línea del informe ya publicado hace algunas semanas, IIHS ha puesto a prueba los sistemas de detección de peatones de ocho SUV pequeños. El objetivo era ver cómo les afectaba la noche y, por tanto, si podían ser igual de efectivos cuando caía la luz. Además, se han evaluado cuáles son las tecnologías más eficaces para garantizar la seguridad de los viandantes.
El sistema de detección de peatones es una ayuda de conducción y seguridad que activa la frenada de emergencia cuando comprende que estamos ante un choque inminente con un viandante. El primer objetivo es evitar que el vehículo arrolle al peatón y, en caso de que esto no sea posible, limitar los daños provocados en el atropello.
Para poner en marcha este sistema de seguridad, los fabricantes emplean cámaras y radares. Una posibilidad es que el vehículo esté dotado con una cámara dedicada a este cometido, un radar, dos cámaras o una combinación de un radar y una cámara. Ya opten por una u otra configuración, nueve de cada diez vehículos que pasan por las pruebas de choque de IIHS montan la detección de peatones ligada a la frenada de emergencia.
Menos efectivos cuando son más importantes
Para las pruebas, se han realizado exámenes a plena luz del día, en vías bien iluminadas y en carreteras mal iluminadas. Los resultados han demostrado que la detección de peatones reduce en un 27% los accidentes en comparación a los vehículos que no lo llevan equipado y que el porcentaje aumenta a un 30% cuando hablamos de accidentes con heridos graves.
Pero los resultados también arrojan un dato muy preocupante: cuando la iluminación es mala, no existe diferencia entre vehículos que incluyen la detección de peatones en su frenada de emergencia o los que no la equipan. Y, entre ellos, la configuración elegida por el fabricante tampoco es decisiva.
En los resultados que puedes ver más arriba, se comprueba cómo la efectividad de este sistema de seguridad cae mucho cuando la luz es insuficiente. Desde IIHS aseguran que ninguno de los sistemas utilizados es claramente superior a los demás. De hecho, aunque el Toyota CH-R y el Ford Bronco Sport son los que mejor resultados obtienen con su combo de cámara-radar, otros vehículos como el Honda CR-V, el Volvo XC40 o el Hyundai Venue obtienen peores datos pese a montar el mismo sistema.
De hecho, los vehículos que sólo equipan cámaras, como el Chevrolet Trailblazer o el Subaru Forester, alcanzan una efectividad similar a los tres modelos arriba mencionados. Por último, el que obtiene unos resultados más consistentes entre las vías bien o mal iluminadas es el Volkswagen Taigo, el único SUV que únicamente monta un sistema de radar.
Se demuestra que la cámara y el radar es la opción más completa, aunque no decisiva. Con buena luz, la cámara es el mejor equipamiento y, cuando ésta cae, el radar compensa la falta de luminosidad que recibe el sistema. Sin embargo, IIHS recuerda que tres de cada cuatro atropellos con heridos graves se producen cuando la vía está mal iluminada, por lo que la detección de peatones sigue siendo muy poco efectiva en los peores accidentes.
Además, entre sus conclusiones también destacan que estos sistemas cuentan con porcentajes similares de efectividad hasta las vías limitadas a 50 mph (más de 80 km/h). Tanto en velocidades superiores como en aquellos casos en los que los vehículos están girando, el sistema de detección de peatones no es efectivo.
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