La pasión que mueve la industria del automovilismo produce alianzas inéditas que dan lugar a piezas únicas y exclusivas. Ese es el caso del Porsche 911 Type 993 Gemballa Extremo Bi-Turbo RUF Speedster, un coche que ha unido a tres grandes nombres que no acostumbran a coincidir en un solo modelo: Porsche, y los preparadores Gemballa y RUF.
La colaboración de las tres firmas solo produjo dos unidades en todo el mundo con un precio de venta estimado de dos millones de dólares de 1995, lo cual los colocaba entre los coches más caros y exclusivos de la época. Sin embargo, una de esas unidades, lejos de encontrarse expuesta en un salón como una pieza de museo, fue vista en estado de semiabandono en el patio trasero de un taller de Dubai, rodeado de basura y cogiendo polvo del desierto.
Foto cortesía de Bonhams | Cars
Una colaboración histórica. Las fotos que acompañan a este texto dejan constancia de que el Porsche 911 Type 993 Gemballa Extremo Bi-Turbo RUF Speedster es una joya única. Se basa en una variante del Porche 911 que utilizaba la tecnología de motor Bi-Turbo empleada en el 993.
En principio, se iba a fabricar una única unidad a petición del fabricante de neumáticos alemán Fulda, que pidió a los preparadores alemanes que colaboraran para crear una pieza única. No es habitual ver estas colaboraciones en el mundo del motor. Sería como si Mercedes-Benz y BMW diseñaran un coche conjuntamente.
Una obra maestra única. La preparación estética y aerodinámica de Gemballa fue tan intensa que la marca Porsche desapareció del morro del coche. La carrocería única de fibra de carbono es obra del diseñador Michael Söhngen. No se escatimó en detalles, con interior de cuero negro, llantas de aleación, faros de xenón (que eran tecnología punta a mediados de los 90), elevalunas eléctricos y volante multifunción.
RUF, especialista en motores Porsche, se iba a centrar en exprimir al máximo la mecánica del motor Bóxer de seis cilindros, añadiendo una caja de cambios y un embrague hechos a medida por el preparador alemán para este modelo. El resultado fue un Porsche 911 Type 993 Gemballa Extremo Bi-Turbo RUF Speedster con una potencia de 500 CV (el original tiene 402 CV) pintado de color negro.
¿Como que negro? ¡Si en las fotos aparece en color amarillo!
Foto cortesía de Bonhams | Cars
El flechazo. La unidad que Gemballa y RUF entregaron a Fulda era de color negro y, de hecho, se presentó en un evento promocional del fabricante en Dubái. Allí, el jeque saudí Sheik Abdul Mohsin se enamoró del coche, valorado en más de dos millones de dólares por ser una pieza única, y quiso comprárselo a la marca. Esta se negó, por lo que el jeque pidió a Gemballa y RUF que fabricaran una segunda unidad para él. Esta sería en color amarillo.
Lo hicieron todavía mejor. Aunque a nivel estético ambas unidades no se diferenciaban demasiado, en la segunda unidad destinada al jeque Sheik Abdul Mohsin sí se aplicaron algunas mejoras adicionales. Exprimieron el motor de 3,6 litros original para que entregara 600 CV, 100 más que la unidad de Fulda.
Además, el color amarillo le aportaba un aspecto mucho espectacular y deportivo.
El triste desenlace. Al parecer ni el color amarillo de su carrocería, ni las extraordinarias prestaciones del coche fueron suficientes para merecer la atención de su dueño, que terminó por desterrarlo a la parte trasera de un taller en Dubái, tal y como captó la cuenta de Instagram Dubai.Drives dedicada a los superdeportivos.
En las fotos que publicaba este perfil se puede ver a esta exclusiva pieza de museo cubierta de polvo, con cosas por encima y rodeada de basura y suciedad. Su interior tampoco se encontraba en las mejores condiciones.
Toca sobre la foto para ir al mensaje original
Un pulido y a Europa. El Porsche 911 Type 993 Gemballa Extremo Bi-Turbo RUF Speedster se restauró totalmente volviendo a su esplendor y la casa de subastas Bonhams | Cars lo sacó a subasta en 2023 con un precio de salida de 379.500 euros, toda una ganga teniendo en cuenta que el precio en origen para esta pieza de coleccionista se estimaba en más de dos millones de dólares.
En el momento de la subasta, la unidad fabricada para el jeque saudí marcaba 18.400 km. Se desconoce el importe final de la puja o quién fue el comprador final.
Imagen | Bonhams | Cars
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