Hemos hablado en multitud de ocasiones de por qué los fabricantes han comenzado, aparentemente, la casa por el tejado con el coche eléctrico. Ahora, Stellantis tiene claro que el futuro está en el coche eléctrico barato. Y pronto desplegará sus armas.
La transición al coche eléctrico ha obligado a invertir mucho dinero en investigación y desarrollo. Crear nuevas plataformas, desarrollar software específico y, en definitiva, dar la vuelta a cada una de las marcas como si de un calcetín se tratara, reconvirtiéndose por completo.
Por el tipo de tecnología que es, el coche eléctrico que más sentido tiene es uno de pequeño tamaño, ligero y que se mueva, en la mayor parte de sus trayectos, por ciudad. Las marcas, sin embargo, han optado por modelos enormes, muy pesados y, sobre todo, muy caros.
Obligados a recuperar gran parte de la inversión, los fabricantes han optado por posicionar al coche eléctrico como modelos topes de gama, situándolos en lo más alto de su oferta, con las últimas innovaciones y una autonomía de algunos cientos de kilómetros que resulte atractiva para quien se compra un vehículo asumiendo el sobrecoste que va a tener.
En primer lugar, para compensar todo lo anterior, en segundo, por el disparado precio de sus baterías. Y, por último, por una simple cuestión de producción a escala. A menor número de coches producidos, mayores serán los costes fijos y más caro el precio para los clientes. Además, así podían jugar con mayor margen de beneficios.
Toda esta situación ha terminado desembocando en que la industria empiece a plantear un nuevo suelo para adquirir un vehículo. Si hace menos de una década se podían encontrar automóviles por poco más de 10.000 euros, ahora hablamos de coches eléctricos "baratos" situando la frontera en los 25.000 euros.
De hecho, Volkswagen tiene como objetivo lanzar su ID. 2all por debajo de esta barrera. Los germanos ya han avisado que ven muy complicados los coches eléctricos por menos de 20.000 euros y que, de no reportarles el beneficio suficiente, no entrarán en el mercado. Renault quiere hacer lo propio con su nuevo R5 eléctrico. Ford no sólo dice que aspira a lanzar eléctricos de 25.000 euros. Además, asegura que estos coches provocarán "una guerra de precios".
Eso sí, siempre hablando de firmas occidentales. Llegado desde China, MG ha colocado su MG4 Electric por debajo de los 20.000 euros. Un precio que parece muy complicado de igualar por los fabricantes europeos. Por menos de 32.000 euros (Plan MOVES III incluido) es posible hacerse con la opción más deportiva del coche eléctrico chino, con aceleraciones de 3,8 segundos en el 0 a 100 km/h.
Stellantis quiere entrar de lleno a la pelea
Ante este contexto, Stellantis empieza a mover sus fichas. Con un conglomerado automovilístico tan grande, el grupo es capaz de ofrecer el mismo producto con diferentes marcas a un precio más competitivo al del resto de compañías. Mientras otras buscan sinergias, tanto en Occidente como en Oriente, Stellantis aprovechará sus plataformas para diversas marcas.
La compañía ya ofrece algunos modelos completamente eléctricos de tamaño comedido pero a precios demasiado altos. Por eso confía en Citroën y Fiat para atrapar a un público que busque un coche eléctrico a un precio asequible. Lo hará con un Citroën ë-C3 y, poco después, con un nuevo Fiat Panda. Al menos así lo asegura Bloomberg.
Olivier Francois, presidente de Fiat, ha asegurado que "hay una necesidad real de vehículos eléctricos más asequibles", en palabras recogidas por el diario económico. Para ello, planean presentar el verano de 2024 un Fiat Panda completamente eléctrico que se venda por debajo de 25.000 euros. Según Francois, "es muy probable que comparta sinergias" con el pequeño eléctrico francés.
Lo cierto es que Citroën y Fiat se dan la mano dentro de Stellantis en lo que a vehículo eléctrico pequeño se refiere. Para muestra, cómo el éxito del Citroën AMI ha desembocado en la creación del Fiat Topolino. De nuevo, ambas marcas podrían repetir jugada con un Citroën completamente eléctrico que sirva de entrada y una versión un poco más atractiva estéticamente con Fiat.
El conglomerado, además, parece tener confianza en sus futuros modelos completamente eléctricos de menor precio. Carlos Tavares ha mostrado una mano muy firme a la hora de reducir los costes, alertando de que los coches eléctricos de menor precio no se pueden fabricar en los países más desarrollados de Occidente y, al mismo tiempo, obteniendo enormes márgenes de beneficios.
El primer adelanto de este nuevo Fiat Panda eléctrico lo podemos esperar con la llegada del Citroën ë-C3 que se presentará el próximo mes de octubre. En ambos casos podemos esperar que Stellantis busque competir directamente con el Dacia Spring, uno de los modelos más baratos del mercado. En ambos casos deberían llegar con autonomías ligeramente superiores (han tenido más tiempo para madurar la tecnología) pero la duda es si podrán hacer frente a fabricantes como MG o los próximos modelos de BYD, compañías chinas que han sido el centro de buena parte de los dardos dialécticos del CEO de Stellantis en los últimos meses.
Citroën, además, ha sido muy clara respecto a su idea de coche eléctrico barato. Ante interiores que se han llenado de pantallas y que han visto cómo se desplegaba una enorme batería tecnológica dentro de ellos, sus conceptos ya avisan de que prescindirán de todo lo accesorio con tal de reducir los precios.
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