Tesla confiaba en una nueva batería para revolucionar el mercado. El problema: son incapaces de rentabilizarlas

  • Tesla confiaba en sus baterías 4680 para dar el empujón definitivo a su producción de coches eléctricos

  • La compañía no consigue escalar la producción de unas baterías que deberían ser el futuro

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Dijo Elon Musk que Tesla "ha cavado su propia tumba" con la producción del Tesla Cybetruck. Evidentemente, los números internos de la compañía no deben apuntar a ello pues, de ser cierto, sería tan sencilla como no haber lanzado al mercado el modelo.

Sin embargo, las grandilocuentes palabras de Musk sí dejaban entrever que la producción del pick-up eléctrico de Tesla podía ser más complicado de lo que debería. Por el camino se ha apuntado a las formas y los materiales elegidos para un modelo que, supuestamente, soporta tiroteos o duros golpes contra su carrocería.

Pero no ha sido esto lo que ha complicado la producción en una fase tan temprana. Reuters apunta a un problema más grave y de mayor calado.

Baterías 4680: la solución que, de momento, es un problema

En los cuatro años que hemos estado esperando el lanzamiento del Tesla Cybertruck se han hecho muchas promesas. Entre ellas que el coche eléctrico contaría con una autonomías de más de 800 kilómetros en su versión más capaz. Sin embargo, el coche se ha quedado finalmente en unos escuetos 545 kilómetros que pueden ampliarse a 755 kilómetros si se opta por un sistema range extender.

Gran parte de la confianza de 2019 en alcanzar esas autonomías estaban en unas nuevas baterías 4680. El nombre de estos acumuladores de energía sobrevuelan buena parte de la rumorología sobre cada nuevo lanzamiento de Tesla, anticipando vehículos mucho más capaces a un precio sensiblemente inferior.

La producción de estas baterías promete densidades energéticas de entre 272 y 296 Wh/kg. Cifras que están muy alejadas de los 200 Wh/kg que ofrecen algunas de las baterías más capaces del mercado. De hecho, las LFP suelen moverse entre 130 y 160 Wh/kg y NIO asegura que su batería semisólida de los 1.000 kilómetros está en unos 350 Wh/kg. Pero, sobre todo, el gran interés estaba en la reducción de sus costes, que Tesla apuntaba en 2020 a una rebaja de hasta el 70%.

Pero todos estos datos siguen sin salir del papel. Según Reuters, la producción de estas nuevas baterías 4680 es extremadamente lenta. La agencia asegura que hasta nueve voces internas de la compañía les han confirmado los problemas que están teniendo a la hora de escalar estos acumuladores de energía.

Esta batería utiliza unos electrodos recubiertos en seco que, en teoría, deberían producirse a mayor velocidad que los habituales electrodos con recubrimiento húmedo. Esta técnica se aplica en el ánodo y el cátodo donde, según informan a Reuters, se trata de pegar el litio, manganeso y níquel con un aglutinante para adherirlos a una lámina metálica, sin usar humedad.

El problema es que el proceso funciona en condiciones de laboratorio pero a la hora de escalarlo a baterías de mayor tamaño se genera tanto calor que termina por derretir el aglutinante y acabar con la batería. La solución que está estudiando Tesla es "recubrir varias tiras de lámina magnética con materiales de baterías activas al mismo tiempo y a altas velocidades", según la agencia de noticias. El problema, sin embargo, es que con la maquinaria actual es un proceso demasiado complejo y errático.

Todo ello contribuye a que la producción de baterías 4680 esté bajo mínimos. Además, los acumuladores salidos hasta ahora de la planta no dan los resultados prometidos y la ganancia en la autonomía no es determinante. Pese a ello, en la compañía creen que caminan en la decisión correcta y han conseguido que la generación de baterías inservibles durante los procesos de investigación se hayan ido reduciendo, por lo que los avances están ahí.

El gran problema al que se enfrenta Tesla es que nadie ha conseguido, hasta el momento, utilizar esta estructura para sus baterías e implementarla a gran escala. Los datos dicen que serán más capaces y que, una vez alcanzada la producción suficiente, también mucho más baratas pero los resultados no están siendo los previstos pues en el anuncio de estas baterías se dijo que a partir de 2022 su producción ya debería ir a ritmo de crucero.

Todo ello está provocando un importante embudo que, a la larga, complica los planes de futuro para la compañía. Elon Musk ya aviso que hasta 2025 no esperaban producir los Tesla Cybertruck necesarios como para hacer del modelo un coche plenamente rentable y esta piedra en el camino pone en mayores dificultades cumplir los planes establecidos.

Además, hace tiempo que se rumorea con el lanzamiento de un nuevo Tesla "Model 2". Una opción más pequeña y barata que llegaría para romper el mercado con autonomías muy superiores a los rivales que venden (o quieren vender) sus coches en la frontera de los 25.000 euros.

Hace tiempo que se habla de que esto no será posible sin estas baterías 4680. Hay que tener en cuenta que el salto en densidad energética permitiría instalar baterías mucho más pequeñas en los vehículos, con el considerable ahorro en el componente más caro de un vehículo eléctrico y el causante principal de que los coches de menor tamaño sigan sin rebajar sus precios.

En Xataka | Tesla construirá su coche eléctrico 25.000 euros en Europa. Estos son sus planes, según Reuters

Foto | Tesla

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