Seis modelos de los 14 afectados siguen produciéndose pero Toyota dice haberlo solucionado
Daihatsu, propiedad de Toyota, fue acusada de llevar a cabo este tipo de prácticas durante 30 años
Empezamos a tener noticias del escándalo a finales de 2023. Entonces, el Gobierno japonés señaló a Daihatsu. La compañía, propiedad de Toyota, fue acusada de haber estado tres décadas falseando pruebas de seguridad. Una cuarta parte de su centenaria historia había engañado a los clientes.
El escándalo lo vimos desde lejos, pues la compañía era residual en nuestro país y, de hecho, terminó por abandonar Europa en 2013 dados sus malos resultados de ventas. La compañía entonó el mea culpa, con el Soichiro Okudaira, CEO de Daihatsu, asegurando que "traicionamos la confianza de nuestros clientes. Toda la culpa recae en la dirección".
Pero todo ha ido cogiendo peor color desde entonces. En junio fue la propia Toyota la señalada. Según las instituciones, hasta siete modelos de la compañía nipona habían utilizado pruebas falsas de seguridad para su homologación. "Nos disculpamos con nuestros clientes, entusiastas del automovilismo y todas las partes interesadas por los problemas que están ocurriendo dentro del grupo", recalcó Akio Toyoda, CEO del Grupo Toyota.
Entonces se supo que hasta siete modelos estaban afectados por las investigaciones. Algunos de ellos, como el Toyota Yaris Cross, seguían produciéndose pero rápidamente se señaló desde la compañía que los mercados europeos y estadounidenses no estaban afectados porque el vehículo no es exactamente el mismo.
Ahora sabemos que el escándalo está lejos de ser resuelto.
Otros siete modelos bajo investigación
Alertados por los problemas de seguridad, los organismos japoneses han seguido investigando si otros modelos de Toyota pueden haber utilizado pruebas fraudulentas de seguridad para conseguir sus homologaciones.
Y han estimado que sí. Concretamente, otros siete modelos se habrían beneficiado de pruebas falsas para ponerse en la calle. Hablamos de algunos modelos que ya han cesado su producción pero otros, como el popular Toyota RAV4, siguen en la línea de montaje.
En un comunicado publicado el 31 de julio, Toyota ha asegurado que se han incurrido en errores por reglas operativas internas poco claras y una falta de implicación de los responsables sobre las certificaciones, entre otros motivos. En la nueva investigación se han detectado problemas en el mencionado SUV pero también en los Lexus LM, entre otros modelos en producción. De los vehículos que conocemos en Europa, el Toyota Prius de 2014 también estaría afectado.
La compañía ha asegurado que se ha puesto en contacto inmediatamente con las autoridades de los mercados donde se han vendido estos coches para que se tomen las medidas necesarias para subsanar los errores y que se paralizó la producción de los vehículos para modificar los elementos afectados. La producción, además, ya ha sido retomada. Sí recalcan que los usuarios pueden seguir utilizando sus vehículos con seguridad.
Desde el Gobierno japonés se han mostrado duros con la compañía: "Encontramos irregularidades que fueron extensas e intencionales", declaró un funcionario a Bloomberg. Como consecuencia de estas investigaciones, 90 firmas se han enfrentado al escrutinio de los organismos japoneses, con el objetivo de que esto no se repita.
Foto | Toyota
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