No es ningún secreto que los yates son uno de los caprichos más codiciados por los multimillonarios. Estas embarcaciones ofrecen mucho más que la posibilidad de viajar por mar de una parte a otra del planeta en un entorno privado y exclusivo. Destacan por sus comodidades y, sobre todo, por ser considerados un símbolo de estatus y prestigio en ciertos grupos sociales.
En la actualidad podemos encontrar auténticas obras maestras como Koru, el yate de 127 metros de eslora de Jeff Bezos, o VisionE, un concepto de embarcación de lujo con un tejado retráctil con paneles solares. Pero, en ocasiones, comprar un yate no es suficiente, así que muchos también están apostando por desplegar sus propios sumergibles desde barcos de apoyo.
Un sumergible tan lujoso como rápido
Como decíamos hace poco más de un año, hay yates tan grandes que van acompañados de “yatitos” con helipuerto y áreas destinadas a desplegar motos acuáticas y sumergibles. Curiosamente, el negocio de los sumergibles privados está recibiendo un importante impulso. ¿El resultado? Vehículos cada vez más sofisticados y sorprendentes. Uno claro ejemplo de esto es el Super Sub.
La compañía de los Países Bajos U-Boat Worx ha presentado en el Monaco Yacht Show de este año su proyecto más ambicioso. Se trata del “sumergible privado más rápido del mundo”, que no solo pretende destacar por su velocidad, sino también por su lujo, seguridad y maniobrabilidad. Todo esto, claramente, al servicio de quienes puedan destinar millones de dólares a comprarlo.
El Super Sub destaca notablemente de los sumergibles comerciales de Triton Submarines, uno de sus competidores, por varios aspectos. Estamos frente a un vehículo de gran longitud (6,50 metros) con líneas hidrodinámicas y aletas avanzadas. Esto, en combinación con su sistema de propulsión de unos 60 kW (4 x 25 kW 2 x 6 kW) promete realizar movimientos empinados de hasta 30 grados.
Si hablamos de velocidad, el sumergible puede alcanzar los 10 nudos bajo el agua. Desde U-Boat Worx señalan que el Super Sub es 7 nudos más rápido que un sumergible promedio. La cabina cuenta con un enorme casco de acrílico de visión panorámica. Allí, precisamente, también está el cuadro de mando, un sistema equipado con un controlador de propulsión y dirección Sharc.
Un dato interesante es que el sumergible también puede ser controlado remotamente. Ciertamente no está pensado para operar en profundidades así, pero para tareas concretas se puede utilizar un control remoto Marlin. El sumergible también un incluye un sistema de profundidad automática que mantiene estable el vehículo en los parámetros asignados sin intervención del piloto.
A nivel de seguridad, también tiene una función llamada “protección de máxima profundidad”. En este caso, un sistema de asistencia se activará en caso que el piloto desee ir más allá de los 300 metros de profundidad permitidos. Según explica el fabricante, esto sencillamente no será posible porque el submarino no lo permitirá. Además, tiene una boya de seguridad que marca su posición en superficie.
Super Sub está pensado para misiones recreativas de corta duración. No obstante, aseguran, es capaz de proporcionar un 96 horas de soporte vital para cada uno de sus 11 tripulantes. Esto es posible gracias a un sistema de suministro de oxígeno, depuradores de CO2 y baterías de emergencia. Además, se incluyen alimentos y agua potable para cada una de las personas a bordo.
Parece que U-Boat Worx se ha tomado muy en serio la seguridad de su última creación. Lo cierto es que todavía tendremos que esperar para ver la primera unidad de producción. Esta será entregada a su nuevo propietario a finales de este año. En cuanto al precio, ciertamente no estará al alcance de todo. Para comprar un Super Sub será necesario contar con al menos 5,2 millones de euros.
Imágenes: U-Boat Worx
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