Volkswagen sabe que su futuro pasa por vender coches eléctricos baratos. El problema es que no sabe cómo hacerlo

  • La compañía está inmersa en una crisis donde la transición al coche eléctrico ha hecho estragos

  • El ahorro en costes laborales será decisivo, según la compañía, para poder fabricar estos coches

El Salón del Automóvil de París no está dejando un reguero de novedades entre los fabricantes europeos (más allá de algunos modelos franceses como el Renault 4 o los avances con el Citroën C5 Aircross como propuestas más destacadas). Pero sí está sirviendo para que los máximos responsables hablen y expliquen su situación actual y cómo ven el futuro.

Lo ha hecho Carlos Tavares, CEO de Stellantis, quien ha insistido en que el camino regulatorio tomado por Europa es autodestructivo. U Oliver Zipse, CEO de BMW, quien asegura que los objetivos climáticos de nuestro continente no son realistas en materia de movilidad.

Y también han hablado desde Volkswagen. Aunque, en este caso, no han mirado fuera y sí de puertas para adentro. La compañía vive inmersa en una transición eléctrica que se le ha atragantado, con unas expectativas de ventas que no se están cumpliendo, una dura caída de ventas en China y una inversión en nuevas plataformas muy difícil de amortizar.

En consecuencia, Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen, ya alentó a sus compañías a sumar un ahorro de 10.000 millones de euros en los próximos tres años. Parte de este ahorro debería pasar por reducir costes de fabricación y desarrollo de vehículos, como los propios responsables de Volkswagen se han encargado de explicar en el evento francés.

La fórmula está clara: más baratos

No parece muy complicado llegar a esa conclusión. Lo difícil es cómo conseguir los objetivos propuestos.

"Nuestros coches lucirán increíbles y estarán equipados con la tecnología necesaria para revolucionar el mercado. Para lograr esto en un mercado extremadamente competitivo, debemos producir estos vehículos de forma rentable y lanzarlos a precios accesibles", ha asegurado Thomas Schäfer, máximo responsable de la marca Volkswagen, al medio alemán Auto Motor und Sport.

Aunque parezca una perogrullada, no parece tarea sencilla. En ese camino, Volkswagen ya habla abiertamente de reducir los costes laborales en un 40% en lo que se refiere al coste de hora/empleado. Y para conseguirlo prevé reducir el número de ingenieros que están al frente de cada nuevo lanzamiento.

Schäfer, sin embargo, no ha especificado en qué se traducirá esta reducción en la plantilla ni las consecuencias que esto puede tener en los coches que pongan a la venta. Hay que recordar que Volkswagen ha entablado nuevos acuerdos recientes con compañías chinas como Xpeng, con el objetivo de mejorar el software de sus próximos lanzamientos y, sobre todo, acercarse a sus rivales en China.

Precisamente sobre los futuros lanzamientos han hablado los máximos responsables de la firma. Schäfer asegura estar muy ilusionado con el Volkswagen ID.2, un coche que debería partir por debajo de los 25.000 euros y que esperan convertirlo en vehículo que marque la historia reciente de la compañía.

Este papel protagonista debía haber estado reservado para el Volkswagen ID.3, que se quiso vender como el "Golf eléctrico" pero cuyo alto coste ha impedido que alcance las ventas deseadas. La apuesta por el Volkswagen ID.2 parece clara: rebajar el precio y dar un giro de 180º a su estética.

En las imágenes anticipadas del nuevo modelo eléctrico queda claro que Volkswagen quiere recuperar una estética más cercana a los vehículos de combustión. Algo que, de hecho, ha confirmado Martin Sander, jefe de ventas y marketing, a Autocar. En una charla con el medio ha dejado la puerta abierta a un futuro Volkswagen Golf completamente eléctrico que sólo se diferencie del modelo de combustión en la tecnología utilizada pero que mantengan la misma estética.

Este tipo de decisiones ayudarán a la compañía a mantener firme su reducción en los tiempo de desarrollo. Ahora esperan invertir 36 meses en el desarrollo de un coche, por los 50 meses que necesitaban anteriormente. Que el futuro Volkswagen ID.2 se monte sobre la plataforma MEB modificada, como explican en Híbridos y Eléctricos, a la que se le auguraba ya poco futuro, o que los Golf de combustión y eléctrico mantengan buena parte de las señas de identidad debería ayudar a ello.

Con todo, habrá que seguir esperando para conocer el futuro Volkswagen ID.2 de 25.000 euros hasta bien entrado el año que viene. La pregunta ahora es si la compañía germana conseguirá rivalizar con Renault, Kia o los modelos de Stellantis, que ya están lanzando al mercado vehículos con precios de entre 25.000 y 30.000 euros más de un año antes de ver la propuesta de Volkswagen.

Foto | Volkswagen

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