Voyah entra en España con un SUV eléctrico que mira de tú a tú a los modelos europeos
Este SUV eléctrico sólo hace algunas concesiones en potencia de recarga
La industria del automóvil está viviendo un punto de inflexión. Las exigencias medioambientales europeas han impulsado que los pilares sobre los que se sustentaba el mercado europeo del automóvil tiemble hasta el punto de poner en duda quiénes serán los protagonistas del futuro.
Si echamos un vistazo a los vehículos que más se vendieron en España en 2023, de los diez coches más exitosos en nuestro país, cinco son asiáticos. Si viajáramos a 1980 creo que sería difícil hacerle entender al consumidor que Toyota, Hyundai y Kia sumarían cinco de los diez coches más vendidos en nuestro país.
MG, por aquel entonces, era inglesa pero hace años que vive gracias a China. El MG ZS ha rozado el podio de los coches más vendidos en España (19.818 matriculaciones por las 19.845 del Toyota Corolla). Toyota llegó a nuestro país en 1984, hoy es la marca más vendida de España. Kia hizo lo propio en 1992 y ya es la segunda marca con mayor número de matriculaciones. Hyundai, que lleva en España desde 1991, es la cuarta.
Ahora es China la que quiere tomar el mando.
Ficha técnica del Voyah Free
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Voyah free |
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Tipo de carrocería. |
SUV de cinco plazas. |
Medidas y peso. |
4.901mm de largo, 1.950 mm de ancho, 1.645 mm de alto y 2.310 kg de peso |
Maletero. |
No declarado. |
Potencia máxima. |
360 kW (489 CV) |
Consumo WLTP. |
19,8 kWh/100 km |
Distintivo ambiental. |
Cero emisiones. |
Ayudas a la conducción (ADAS). |
20 sistemas de asistencia al conductor, incluido control de crucero adaptativo, frenada de emergencia, asistente de guiado de carril, alerta de tráfico cruzado, visión nocturna y detector de fatiga. |
Otros |
Triple pantalla de 12,3 pulgadas con dos alturas. Sistema de infoentretenimiento propio. Dos cámaras interiores. Compatibilidad por cable con Android Auto y Apple CarPlay (pendiente de actualización para la conexión Bluetooth). |
Híbrido eléctrico. |
No. |
Híbrido Enchufable. |
No. |
eléctrico. |
Sí, 360 kW (489 CV) con dos motores: delantero de 160 kW y trasero de 200 kW. Batería de 106 kWh, 100 kWh útiles. |
Precio y lanzamiento. |
Ya disponible. Desde 77.025 euros. |
Antes de nada, Voyah
Sí, con todas las marcas antes mencionadas se dudó. A los asiáticos les costó romper estereotipos pero décadas después han conseguido una aceptación más que generalizada. Toyota es la reina entre los híbridos (tres de los cuatro modelos más vendidos son suyos). Hyundai y Kia han dejado atrás aquella imagen de "coche barato" para posicionarse en ese difícil punto medio entre los generalistas y los premium.
China tiene ahora su oportunidad. Llega con una tecnología donde, en estos momentos y por diversas circunstancias, son superiores. Y quieren entrar a jugar en todos los mercados, incluidos el de los eléctricos de lujo. Su planteamiento en este caso es el siguiente: vehículos caros y costosos, que alcanzan los 80.000 euros pero que, con todo, son decenas de miles de euros más baratos que la competencia.
Aquí quiere jugar Voyah con su Free. Voyah es propiedad de Dongfeng Motor Corporation, quienes también comercializan en España los vehículos de DSFK. Voyah es su apuesta por el mercado del coche eléctrico de lujo.
Para ser atrevidos con la apuesta, el Voyah Free es un coche que apenas hace concesiones. Es un SUV eléctrico enorme, de 4,9 metros de largo, con una estética exterior que llama la atención (personalmente ese frontal me recuerda al Maserati Levante) y un acabado interior con muy buenos acabados y recursos realmente llamativos y sorprendentes.
Tecnologías multimedia: inacabables
Habitualmente, para las pruebas de coches, los medios solemos disfrutar del vehículo una semana. Siete días en las que intentamos empaparnos al máximo de la propuesta de la marca y en los que el tiempo corre inexorable contra nosotros.
En esos siete días, sencillamente, no te acabas todo lo que ofrece el Voyah Free.
Lo primero que sientes al sentarte en el puesto del conductor del Voyah Free es que es un coche apabullante. El salpicadero lo conforma un enorme espacio que cubre todo el ancho del vehículo y que sirve para desplegar tres pantallas de 12,3 pulgadas, estando una de ellas dedicada exclusivamente al copiloto.
La pantalla del cuadro de instrumentos es altamente personalizable. En ella podemos encontrar interfaces que juegan con los relojes clásicos de un cuadro analógico, mostrando todo tipo de información en su interior, como consumos o el estado del vehículo, pero también hay espacio para disposiciones centradas en los sistemas ADAS de ayuda a la conducción.
Si nos centramos en las pantallas y el propio sistema de infoentretenimiento, el Voyah Free es sobresaliente. Todo goza de una gran nitidez y buenos gráficos. El entorno multimedia es muy sencillo de manejar porque, sencillamente, basa sus controles en los mismos gestos que haríamos con un teléfono móvil. El copiloto puede manejar algunas funciones relativas al climatizador, la radio y el sistema multimedia o las cámaras (después hablaremos de ellas).
La cantidad de opciones es abrumadora pero es sencillo encontrar el menú buscado en poco tiempo. Reconozco que hay tantas posibilidades que es probable que no haya experimentado con el sistema de infoentretenimiento en toda su profundidad pero sí he podido encontrar lo que buscaba en muy pocas pulsaciones.
El sistema de infoentretenimiento está, de momento, en inglés. La inmensa mayoría de las acciones que tenemos que realizar en el día a día son fáciles de recordar, pese a ello. Y, además, algunos menús vienen acompañados de imágenes del vehículo, por lo que se reducen las posibilidades de equivocarnos.
El sistema de infoentretenimiento, además, permite llevar la pantalla central a la zona del copiloto (o viceversa), cuenta con un menú de atajos para acciones rápidas, como los teléfonos móviles y cuenta con un interesante modo para niños que se nutre de una de sus cámaras.
El coche cuenta con dos cámaras en el interior. Una de ellas apunta a los pasajeros delanteros y la segunda apunta a las plazas traseras, por lo que es fácil controlar a los niños que viajan en los asientos traseros. Puede ser interesante si llevamos uno o más niños en sillas en las plazas traseras, pues podemos tener la vista siempre activa. Además, permite hacer fotos con cualquiera de ellas.
Todo este despliegue de pantallas tiene su parte buena y su lunar. Lo mejor es la buena integración de todos los elementos. La disposición no abruma y todos estos elementos se disponen con cierta elegancia. Además, los mandos son ergonómicos pues desde el volante podemos seleccionar la mayor parte de las funciones que necesitamos y el climatizador cuenta con sus propios mandos físicos.
Especialmente llamativo es el juego de tamaños que el vehículo hace con las pantallas. El coche puede desplegar éstas en dos alturas y adapta los menús a una u otra. Si sentimos que la disposición más extendida nos distrae en exceso, podemos "recogerlas", ocultándose con una disposición que apuesta por un entorno un poco más estrecho pero muy bien resuelto, con todos los menús donde esperamos encontrarlo. Esto se aplica por defecto si activamos el modo deportivo.
El gran problema es que las pantallas reflejan en exceso la luz. Cuando el sol pega fuerte hay momentos que hasta se dificulta un poco la lectura de las mismas. En la central no es tan problemático pero sí se deja notar sensiblemente en el cuadro de instrumentos, dificultando la lectura de la velocidad, el consumo o la autonomía restante. Es necesario una visera de mayor tamaño para las pantallas o un aumento sensible del brillo.
En cuanto a la integración con el teléfono móvil, esta es sencilla aunque hay alguna particularidad a tener en cuenta. La integración con Android Auto y Apple CarPlay es, de momento, con cable. Desde la marca nos aseguran que en la próxima actualización debería llegar la integración mediante Bluetooth. Eso sí, punto a favor de Voyah. Nos aseguran que los coches se entregan con un receptor Bluetooth ya instalado en el vehículo para poder olvidarnos de los cables.
Tecnologías de conducción: buscando la comodidad extrema
Hay algo que define a la perfección un viaje dentro de un Voyah Free: comodidad. De hecho, la apuesta es tan clara y decidida que, en ocasiones, la puesta a punto y las decisiones de software se pasan de rosca.
En su puesta a punto, el Voyah Free es un coche que se caracteriza por la suavidad y unas suspensiones muy comodonas. Se suma una entrega de potencia que en su primer tramo es muy sencilla de gestionar. Es sorprendente lo fácil que hace movernos por un tramo urbano, sumando una posición muy elevada que nos permite maniobrar con mucha seguridad para no llevarnos ningún objeto por delante.
Pero en carretera a los ingenieros de Voyah puede que se les haya ido la mano. En ciudad, los baches y los resaltos se superan con una comodidad pasmosa, con unos amortiguadores que gestionan muy bien todos los posibles inconvenientes con los que nos podamos encontrar. Pero esto tiene su lado negativo.
En carretera abierta ya empiezan a notarse los efectos de optar por esta decisión. La carrocería balancea ligeramente y ya en autopista y autovía lo pueden notar quienes son más propensos a marearse. Conduciendo no se nota particularmente pero con la frenada regenerativa aplicada con el modo ECO ya es evidente para quien sufre en el coche.
Y en carretera secundaria estos problemas se acentúan. No es necesario ir deprisa para comprobar cómo la carrocería del coche se mueve en exceso antes de entrar en una curva o cuando las masas se desplazan de un lado al otro al gestionar cambios de dirección enlazados unos con otros. Con el modo deportivo activado, tengo la sensación de que mejora ligeramente el comportamiento pero es en el acelerador donde más diferencia hay.
Si pisamos el pie derecho, el Voyah Free corre. Y puede correr mucho. Con una entrega de potencia que será más que solvente para cuando lo requiramos, como adelantar en una carretera secundaria. En autopista o autovía hay que tener cuidado, pues el coche está bien aislado y es con el ruido aerodinámico una vez superamos los 100 km/h el que más se deja notar.
Pero, además, toda esta comodidad también se traslada a las ayudas a la conducción. El Voyah Free las trae de todo tipo pero, una vez más, en el control de crucero adaptativo peca de "comodón". Si bien no he experimentado fuertes acelerones o frenadas poco justificadas, lo cierto es que deja una distancia de seguridad con el coche que nos precede que es excesiva.
Lo bueno es que circular con el control de crucero adaptativo no es nada estresante, pues no hay reacciones violentas o inesperadas. Al contrario, todo es demasiado previsible. Y con esto quiero decir que el conductor deberá estar atento si quiere viajar a un ritmo verdaderamente constante pues el SUV rebajará su velocidad ante vehículos que todavía vemos demasiado lejos.
Eso sí, el reconocimiento de las líneas de la carretera y su conducción por el centro del carril ha sido notable, con un buen trabajo tanto en la rapidez para reconocer las líneas como para sellar al vehículo dentro del carril, con un avanzar más que fluido en las curvas.
Tecnologías de carga: sorprendente
Este Voyah Free llega con una batería gigantesca de 106 kWh, con 100 kWh útiles, firmada por CATL. Pesa 2.310 kg y cuenta con una potencia de 360 kW (489 CV) aportada por dos motores (uno por eje) que permite al coche circular con tracción total.
Según el ciclo WLTP, su autonomía es de 505 kilómetros. Aunque la batería es enorme, con estos datos y con un vehículo con semejante frontal y de carrocería SUV, estas cifras me hacían levantar la ceja. Por eso, me ha sorprendido gratamente cuando al final de nuestra prueba, con unos 500 kilómetros realizados y priorizando la autovía en ellos, el consumo final ha quedado en unos sorprendentes 24 kWh/100 km.
Hablamos de que, de mantener estas cifras, conseguidas circulando siempre al máximo permitido en la vía, se alcanzan los 400 kilómetros de autonomía. Son cifras muy interesantes y que pueden ser suficientes para la inmensa mayoría de los conductores.
Circulando exclusivamente por autopista, el consumo era ligeramente superior pero el cambio no era sustancial. El coche se movió siempre alrededor de los 26 kWh/100 km. Eso sí, hay que tener en cuenta que a algo hay que renunciar cuando se trata de tener un SUV con acabado y servicios de lujo por (muchos) miles de euros menos que la competencia. Y Voyah ha optado por recortar en la recarga.
Este SUV eléctrico está limitado a una potencia pico de 100 kW, lo que puede ser un hándicap para quienes aspiren a hacer viajes largos apurando todo lo posible la batería, llenar lo que puedan en unos 20 minutos y volver a salir a la carretera. Para ellos, este coche se queda corto pues necesitaremos 45 minutos para pasar del 20% al 80% de capacidad.
Con una batería tan enorme, la potencia de carga se nos queda corta para este cometido pero si somos de los que solo realizamos dos o tres viajes largos al año, nos puede compensar tardar un poco más esos días y renunciar a potencias superiores. Con todo, desde la marca nos han recalcado que están en desarrollo pruebas para aumentar el pico de carga y que no descartan una actualización donde desbloqueen potencias superiores.
Lo que sí podemos garantizar es que el coche ha mantenido un buen ritmo de carga cuando se le ha enchufado. Si el cargador funciona correctamente, el Voyah Free se puso rápido a los mencionados 100 kW y la potencia no decayó en exceso conforme el tiempo pasaba por lo que consideramos realistas las cifras aportadas por la marca.
La conclusión de Xataka
Resumiendo, estamos ante un coche espectacular si hablamos de tecnología, abarrotado de todo lo que podemos esperar de la clase alta del mercado. Sus acabados y materiales utilizados también tienen un nivel muy alto y son realmente llamativos.
Su triple pantalla funciona a la perfección, todo se mueve con una gran soltura y sus dos alturas, que podrían ser un problema, están realmente bien resueltas. Si se busca un coche para hacer muchos kilómetros en una ciudad o en sus inmediaciones, tenemos niños pequeños y queremos un coche de gran tamaño para viajar cómodos y con un buen maletero, el Voyah Free cumple a la perfección.
Dinámicamente, el coche podría estar más afinado. Todo lo bien y cómodo que se siente en el entorno urbano lo deja a deber cuando salimos a una carretera secundaria. En autopista y autovía, los defectos se camuflan pero su control de crucero adaptativo podría ser un poco más atrevido. Eso sí, sus reacciones son realmente buenas.
El problema es que el Voyah Free tiene que pelear en una liga incomodísima. Si buscamos coches eléctricos, con este nivel de equipamiento y tamaño, todas las opciones son miles de euros más caras. Muchos miles de euros, de hecho. Tanto como que el más barato es el Kia EV9 y también parte de los 85.00 euros. Los modelos de BMW, Audi, Volvo o Mercedes superan los 90.000 euros sobradamente (muchos se van por encima de los 100.000 euros) o, los que se mueven en esa frontera, cuentan con baterías y potencias sensiblemente más modestas.
El reto que tiene Voyah es, como todas las marcas premium chinas, atraer al cliente hasta su coche. Si consiguen sentar al cliente potencial pueden tener mucho ganado porque el coche es llamativo y ofrece buenas sensaciones en cuanto a la calidad de los materiales empleados y su construcción.
Fotos | Xataka
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