Aunque Europa persiste en su empeño de establecer el coche eléctrico como la única alternativa de futuro, aún hay quienes proponen opciones distintas. En el mundo de la Fórmula 1, donde la reducción de costes ha sido un tema central en los últimos años, se han planteado nuevas estrategias para 2030.
Las modificaciones en la normativa, que entrarán en vigor a partir de 2026, no solo exigirán una mayor presencia de componentes eléctricos en los F1, sino que también permitirán el uso de combustible sintético. Esta es la gran apuesta de Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1. ¿El objetivo? Recuperar los motores V8 100% gasolina.
Los vaivenes en los motores de F1. Lejos quedan los tiempos en los que escuchábamos rugir motores V10 que rozaban las 20.000 vueltas por minuto. Con el paso de las temporadas, los motores de F1 se han ido compactando.
Del V10 se pasó al V8, y del V8 al "pequeño" V6 de 1.6L con el que cuentan ahora estos vehículos de competición. Unos motores que no solo consumen menos: obtienen el máximo de potencia gracias a la hibridación.
La hibridación como norma. Desde el año 2014, todos los motores de los Fórmula 1 son híbridos. Ocho años con un sistema ERS (Energy Recovery System) que permite recuperar energía tanto del calor generado por los frenos como de los propios gases generados por la combustión.
Este sistema permite obtener una potencia adicional de 160 CV durante unos 33 segundos por vuelta, la evolución natural del KERS aparecido en 2009. Este ERS funciona gracias a una gran batería de almacenamiento, aunque es una hibridación muy alejada de la que encontramos en coches de calle, como los PHEV o los MHEV.
2026 y el nuevo reglamento. Es importante entender de dónde venimos para conocer hacia dónde vamos. En 2026, la FIA estrenará nuevo reglamento técnico. Uno en el que se quieren volver a simplificar los motores y poner un foco claro: la parte eléctrica tiene que tener más presencia.
Se ha revelado que la potencia del bloque motor se reducirá considerablemente, para que la potencia faltante la supla la parte eléctrica. Curiosamente, esto no es lo más importante en el cambio.
El punto clave aquí es que, a partir de 2026, tanto los F1 como MotoGP utilizarán combustible 100% sintético. Domenicali ve aquí un punto claro: si el combustible es sintético, empieza a sobrar la hibridación.
"Yo me desharía de lo híbrido". Si el combustibles sintético funciona bien, Domenicali ha abierto la puerta que todo fanático de la F1 querría cruzar: el regreso a bloques V8 sin hibridación de ningún tipo.
"Si los combustibles sostenibles funcionan, tendremos que evaluar cuidadosamente si continuar con la tecnología híbrida o si habrá mejores soluciones disponibles."
Estos combustibles llegan con el objetivo de reducir las emisiones y no suponen solo un brindis al sol: son una esperanza de futuro para los vehículos gasolina.
El futuro de los e-fuel. La senda de los combustibles sintéticos es sinuosa. El 8 de junio de 2022, el Parlamento Europeo votó a favor de prohibir la venta de vehículos con motores de combustión (incluidos híbridos) a partir de 2035, con 339 votos a favor y 249 en contra.
Sin embargo, Alemania e Italia lograron introducir una excepción en el texto. Esta excepción permite la venta de motores que puedan funcionar con combustibles sintéticos. ¿El problema? Todo apunta a que estos combustibles sintético serán especialmente caros, aunque compañías como Porsche ya aseguran que lograrán venderlo por debajo de dos dólares el litro.
España es uno de los países que más está apostando por esta solución (ya utilizada en competiciones como el Dakar), con compañías como Repsol produciendo sintético en Bilbao. La compañía, de la mano de Aramco, ha confirmado que tendrá esta planta a plena capacidad en 2025.
Imagen | FIA y Zbynek Burival
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