Aunque las intermitentes olas de calor subsahariano se empeñen en afirmar lo contrario, el verano está ya encarrilado en su recta final. Se acabaron las vacaciones para los afortunados que las estén disfrutando y la tortura para los que no. Pero tanto si el caluroso break de agosto nos está tratando peor o mejor, hay una cosa que todos los gamers esperan con ansias al llegar el otoño, y es la temporada de nuevos lanzamientos que acompaña al cambio de estación.
El verano es siempre sinónimo de sequía en lo que a nuevos juegos se refiere. Las editoras se guardan sus mejores cartas para el inicio del nuevo curso (octubre-noviembre), cuando los jugadores han cambiado las piscinas y las terrazas por los abrigos y las mantas.
Este año no iba a ser distinto, y más nos vale tener un buen PC para poder viciarnos con lo que se avecina durante estos meses.
MSI Infinite, conectar y jugar
Hay algo que la mayoría de los lanzamientos triple A venideros tienen en común: son gráficamente impresionantes. Y por mucho que nos duela, eso también quiere decir que jugarlos en su máximo esplendor no será tarea fácil.
Nos hará falta un PC de los buenos, de esos que marcan todas las casillas necesarias para mover cualquier juego a la velocidad y resolución que merecen.
Procesador veloz, tarjeta gráfica de última generación y bien de RAM. Eso es lo que nos hace falta para que los títulos estrella del otoño se vean y jueguen al máximo. Y eso es justo lo que tiene MSI.
La comodidad que brinda el portátil con su configuración premontada se une a la potencia inigualable del sobremesa en la gama Infinite de MSI para ofrecer equipos listos para cargar con todo el peso de los últimos lanzamientos, pero también preparados para el futuro gracias a la libertad de personalización propia del sobremesa, a la que también tienen acceso los ordenadores Infinite de MSI.
Para cargar los cientos de jugadores y NPCs de los MMO y los juegos de mundo abierto como el prometedor Assassin’s Creed Odyssey vamos cargados con los últimos procesadores i7 de Intel.
Para los gráficos cutting edge de títulos como Shadow of the Tomb Raider y Battlefield V tenemos las Nvidia GTX, desde la 1050 hasta la imbatible MSI GeForce GTX 1080 GAMING con 8GB de GDDR5X, que también nos ayudarán a lograr los 60 FPS (o 144, para los más exigentes) en juegos que exigen tiempos de respuesta milimétricos como DOOM Eternal, Quake Champions, Fortnite y el resto de eSports del mercado.
Por no hablar de las resoluciones 2K y 4K y la Realidad Virtual o VR, compatible y lista de serie con cualquier equipo Infinite.
Para cambiar de aplicación y mantener abiertos varios juegos y programas sin notar el más mínimo bajón de rendimiento, la memoria RAM DDR4.
Para que los componentes no se frían y que el PC no suene como un avión al despegar, el innovador sistema de refrigeración Silent Storm Cooling 3.
Vamos, que los Infinite cuentan con todo lo necesario para disfrutar de horas de juego sin temor a que los bajones de FPS, cuelgues, frituras electrónicas y demás engorros nos corten el rollo.
Y ahora, ¿qué os parece si repasamos esa lista de futuros juegazos?
Monster Hunter World
Vale, este es un poco trampa, pues acaba de salir, pero teníamos que incluirlo sí o sí.
La archiconocida franquicia Monster Hunter aterriza por fin de manera oficial y por todo lo alto al PC con Monster Hunter World, que tras colocar nada menos que 8 millones de copias en consolas, va camino de seguir rompiendo récords también en el terreno de los ordenadores. Atención: en tan solo una semana ya ha vendido 2 millones de copias en Steam.
No nos extraña.
Los peceros llevaban más de una década esperando un título de la adictiva saga de Capcom y por fin pueden cargarse y disecar monstruos gigantescos para fabricar armas y armaduras con sus pieles y huesos junto a los amigos. No suena muy políticamente correcto, pero ya veréis que la cosa no es tan trágica. Si hasta hay gatitos bípedos.
Anyway, que MHW ya está disponible en PC, y viene con una exclusividad que hará babear a cualquier consolero: 4K y 60 FPS.
No hace falta añadir más.
DOOM Eternal
Pero si hablamos de veteranía y madurez, pocos pueden dar lecciones a DOOM.
Junto a su hermano Quake, el primer DOOM de los visionarios John Carmack, John Romero y cía revolucionó el mundo de los videojuegos con los primeros shooters en 3D de la historia.
Sangriento, visceral, adictivo y endiabladamente divertido, el reboot DOOM (2016) regresaba a sus raíces hardcore tras una etapa de idas y venidas poco fructífera para volver a plantarse en el trono de los shooters para un jugador.
Ahora, dos años después, id Software recarga la recortada para volver a volarnos los sesos con DOOM Eternal, la esperada secuela que nos llevará de nuevo a los infiernos para liarnos a tiros con miles de demonios enfurecidos.
Y si hay un juego por el que merezca la pena comprar un PC de los bestias, ese es DOOM.
No hay nada más endémico del PC que DOOM, un twitch shooter que exige un mínimo de 60 fotogramas por segundo y que para muchos es poco menos que injugable con un mando en lugar de ratón y teclado.
Si Super Mario es sinónimo de Nintendo, DOOM lo es de PC.
Fallout 76
Reconozcámoslo, los MMO se juegan mejor en PC.
Las últimas consolas han dado ya bastantes pasos para igualar la experiencia (actualizaciones más rápidas, mejores infraestructuras online, etc.), pero el PC es el hogar de los MMO. No en vano, el MMO, World of Warcraft, sigue a día de hoy teniendo exclusividad con esta plataforma.
Fallout 76, el inesperado –y al tiempo esperado– multijugador online de supervivencia de la conocida franquicia de Bethesda no tiene pinta de ser una excepción.
Todo apunta a que los cazadores de bichos mutantes y traficantes de suministros pre-apocalípticos se lo pasarán mejor en PC, donde tendrán acceso a una mayor personalización gráfica y de rendimiento, online gratuito y una virtud que no podemos pasar por alto y que se antoja especialmente útil en el género: ¡un montón de teclas!
Battlefield V
Atrás quedaron las polémicas suscitadas por el peculiar trailer de lanzamiento de la nueva y arriesgada propuesta de Battlefield. A DICE y EA le valió con un par de vídeos de puro gameplay para poner en marcha el tren del hype y despejar las dudas respecto al esperado regreso a la Segunda Guerra Mundial del shooter.
La quinta (que en realidad es sexta) entrega numerada de la saga, con una marcada influencia de Fortnite, apuesta por la customización, la construcción improvisada y un mayor énfasis en el juego en equipo.
No sabemos cómo encajarán los fans más acérrimos los cambios en la jugabilidad, pero una cosa tenemos clara: Battlefield V, como es tradición, volverá a ser ese juego con el que le enseñamos a nuestros amigos el mega-ultra-PC que nos hemos agenciado.
Los Infinite de MSI son la mejor opción para los que buscan un sobremesa potente que les permita jugar nada más enchufarlo a la corriente, dejando al mismo tiempo la puerta abierta a futuras modificaciones de hardware.
Vamos, que es como una consola. Solo que cinco veces más potente y sin fecha de caducidad.