Presentarse a un puesto en una multinacional con determinados valores, convertirse en candidato político, sufrir un acoso, arrepentirse de comentarios escritos en un ataque de ira… son muchas y muy variadas las razones por las que querríamos borrar nuestro rastro en la red. Pero, ¿sería posible desaparecer de Internet por completo?
En un momento en el que la omnipresencia de las comunidades virtuales como Facebook, y Twitter ha traído prácticas como la narración, minuto a minuto, de nuestra vida en la red en tiempo real y en un contexto en el que resulta difícil no encontrar el nombre de cualquier persona menor de 55 años online, se plantea un debate no poco controvertido: ¿podemos acabar con todos esos datos?
Cómo desaparecer
Por fortuna, la respuesta a ambas preguntas es un rotundo sí. Una afirmación que, sin embargo, requiere de paciencia y de una puesta en marcha un tanto costosa. Si bien tenemos la posibilidad de terminar con nuestra presencia virtual, para lograrlo con éxito necesitaremos empezar por las redes sociales.
Salvo contadas excepciones (como Snapchat que, en la ultima actualización de su política de privacidad dio a entender que sus usuarios la autorizaban a reutilizar sus imágenes con fines no demasiado claros) la mayoría de ellas nos brindan la opción de eliminar nuestro perfil sin problemas. Si tienes miedo de que se hayan quedado con información, siempre tienes la alternativa de solicitar a la entidad en cuestión que la borre. Estás en tu derecho.

Incluso existen aplicaciones específicas para hacerlo como es el caso de TwitWipe para Twitter, que te garantizaría acabar con tu huella digital en la plataforma de microblogging. Por supuesto, si existen capturas de pantallas que alguien ha almacenado de manera individual, el asunto toma otro cariz.
Conseguirlo en el buscador de Google parece, a priori, más complicado. Sin embargo, bastará con que envíes un formulario que los de Mountain View ponen a tu disposición y que sirve para solicitar cualquier información de tipo personal.

Lo mismo sucede con otros como Bing y Yahoo. De hecho, es recomendable que te des de baja en tus respectivas cuentas de correo. Para foros u otras páginas es posible que tengas que lidiar con sus creadores. Si su respuesta se hace de esperar, siempre tienes la opción de “falsificar” tu información en dichos sitios. Cambiar tu número de teléfono, nombre real y similares servirá. En la peor de las situaciones, deberás acudir a la Agencia de Protección de Datos y denunciar.
Si careces de la memoria suficiente, sírvete de buscadores de identidad específicos como PeekYou y BuddyFetch. En todo caso, estás respaldado por el Derecho al Olvido, que prevalece ante el Derecho a la Información, algo que no siempre ha sido así, pues hace unos años encontrábamos matices como que lo publicado fuese de interés general, un hecho noticioso, o que no existiesen motivos fundados como el respecto a la dignidad y el derecho al honor.

El caso de los menores todavía resulta más peliagudo, por fortuna la mayoría de webs reacciona rápidamente ante las violaciones de sus derechos, especialmente si tienen que ver con su intimidad. De hecho, YouTube, por ejemplo, permite difuminar sus rostros. Un colectivo vulnerable cuyos riesgos se incrementan a partir de los 14 años, la mayoría de edad que tiene como consecuencia que estos adolescentes puedan dar el visto bueno a la publicación de una foto suya sin permiso paterno.
Empresas especializadas

En el peor de los casos y si tus iniciativas no dan resultado, existen empresas especializadas que se encargan de borrar tu rastro online por unas tarifas que rondan los 100 euros, un precio que merece la pena pagar y que oscila en función de la dificultad que entrañe el proceso. Una manera cómoda pero también segura, pues tras ellas se encuentran personas acostumbradas a llevar a cabo estos borrados y cuyas prácticas ofrecen mayor fiabilidad que las nuestras propias.
Además, hacer memoria resulta complicado en el caso de comentarios en medios de comunicación, etcétera. Algo que sí suelen detectar esta clase de compañías. Una de las más reconocidas es ePrivacidad, en cuya plantilla hallamos a abogados con experiencia en injurias, atentados contra la privacidad y otras acciones, y delitos digitales que atentan contra nuestros derechos.

De nacionalidad española, esta firma tiene una misión clara: “la de proteger la intimidad y privacidad de los ciudadanos en Internet para que pueda recuperar su anonimato y defender la reputación de empresas o negocios en Internet frente a comentarios negativos que la lesionen”.
Salir de Internet y Bórrame.es también son compañías expertas en recuperar tu anonimato, acabando con los datos de Google y los Boletines Oficiales del Estado, cuya digitalización, a pesar de sus ventajas, ha supuesto una serie de desventajas como la que nos ocupa.
Además, sus sitios ofrecen consejos específicos y pautas de actuación ante determinadas situaciones (si nos encontramos con un vídeo indeseable, aparecemos en un listado de morosos a pesar de haber saldado nuestra deuda, y similares). Otros portales como Delete Your Account ofrecen estos servicios de manera gratuita .

Más allá de nuestra identidad, por otra parte, existen maneras alternativas de seguir nuestro rastro en la red que, si bien no atañen directamente a nuestros datos personales, sí a las acciones que llevamos a cabo desde una determinada dirección IP. Algo que podemos solucionar (aunque no completamente) mediante el uso de modos de navegación privados o de herramientas como Tor.
De esta manera y analizadas las opciones que tienes a tu disposición, no podemos dejar de comentar que lo ideal sería que hicieras uso de tus datos e imágenes de una manera responsable, que midas tus palabras y, en definitiva que utilices el sentido común también en la red. Lo mejor es no tener nada que ocultar, ¿no crees?
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2 comentarios
joecalata
Creo que sería imposible desaparecer totalmente de internet. Un día vi en televisión una nota sobre un servicio de internet donde, al morir podrías elegir entre ser borrado de internet o enviar tus contraseñas a un familiar cercano, aunque en este caso lo mejor sería ser borrado del gran mata de la red.
crystoffer
Ojala todo fuera como la USB que muchos querían en la Pelicula de Batman jejeje. Saludos.