Si bien de los reproductores de vídeo de Archos no podemos estar más contentos en general, pues aunan excelentes pantallas, buena autonomía y grandes extras (aunque algunos de pago), no podemos afirmar lo mismo de su reproductor de audio, el Archos 105.
No es que sea un mal reproductor, ni mucho menos. El sonido que se obtiene es bueno, tiene un peso reducido, controles sencillos y apariencia robusta, pero no nos encandila como sus hermanos mayores.
El Archos 105 es un reproductor de música y vídeo, aunque no recomendamos nunca ver vídeos con pantallas tan pequeñas, que se puede comprar con capacidad de 2 GB y en tres colores diferentes.
Como hemos dicho la pantalla del Archos 105 no está pensada para ver vídeos, quizás alguno de forma esporádica y como curiosidad. Es de tipo OLED de 1.8 pulgadas, con resolución de 160 x 128 y 262.000 colores. Nos sirve poco más que para manejar el reproductor y ver alguna foto.
El reproductor, muy delgado y de poco peso (50 gramos) es robusto al tacto y no da en ningún momento sensación de fragilidad.
Como reproductor de audio admite MP3, WMA y WAV, nos reconoce los IDtag y para vídeo podemos usar archivos WMV a 30 fps codificados como máximo a 250 Kbit/s para Video y a 128 Kbits/s para sonido. Las imágenes tienen que ser JPEG. Para el audio podemos crear listas de reproducción.
De autonomía está en unos buenos números, pero nada como para celebrarlo con cohetes: 17 horas (18 horas oficiales) gracias a una batería que recargamos vía USB, del mismo modo que copiamos la música al reproductor.
La interfaz, como podemos ver en el vídeo no es su fuerte pero es clara. Los controles, toscos.
El Archos 105 lo podemos comprar por unos 85 euros, lo que no lo hace económico, pues podemos encontrar un Creative Zen de 4 GB por 110 euros o el Zen Stone Plus de 2 GB por 60. Y el iPod nano por 130 euros con 4 GB de capacidad.
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