Las descargas y el streaming dominan ya todo el planeta músical. ¿Todo? ¡No! Una pequeña región resiste victoriosa el invasor: Japón.
El CD se ha hecho fuerte allí pese a estar rodeado de tarifas planas, servicios de streaming y líneas de fibra óptica para descargas más rápidas. Mientras las ventas de discos ópticos editados no hacen más que derrumbarse en todo el mundo, en Japón suponen todavía un 85% de las ventas musicales.
Mercado local en manos de las discográficas y cultura del coleccionismo
Otro dato significativo que pone de manifiesto la buena salud del formato físico en este país es que desde 2009, las ventas digitales han pasado de suponer mil millones de dólares a menos de la mitad. En 2013, la Recording Industry Association de Japón cifró en solo 400 millones de dólares las ventas digitales de música. Y esto teniendo en cuenta que el país nipón es el segundo mercado musical más importante de todo el mundo.
Según apuntan algunos analistas, la reducción del peso de la música digital en formato no físico la tiene en parte el peculiar mercado japonés, donde por ejemplo Spotify está teniendo muchos problemas para conseguir los derechos de los artistas nacionales, clave en aquel territorio. Llevan ya dos años de lucha para ello y lo mismo le ocurre a Sony o incluso Apple para sus servicios de música en streaming o por descarga.
AKB48, grupo muy conocido pero controlado por las discográficas locales
La cultura de coleccionismo y el cuidado que las compañías discográficas todavía ponen en todo lo que acompaña a la música en el formato físico ha permitido que las discográficas todavía tengan mucha confianza en el formato. De hecho, algunos grupos muy conocidos incluyen entradas para sus conciertos en sus discos físicos, lo que unido a ingente merchandising y grandes locales centrados en el formato físico hacen que de una media por debajo del 50% de peso que tiene el CD en el resto del mundo, en Japón se mantenga por encima del 85%.
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