Cada vez quedan menos días para San Valentín, esa fiesta en la que, si regalas algo corres el riesgo de parecer un hortera, pero si no regalas nada es peor. En esta ocasión, nuestras propuestas van un poquito más allá de los simples gadgets.
¿No dicen que el amor es etéreo e inmaterial? Pues qué mejor que regalar cosas que no existen en el mundo físico, pero sí en el virtual. A continuación os ofrecemos una lista de servicios online para que vuestra pareja disfrute de los bytes que, a diferencia de los bombones, son útiles y no engordan.
Comenzamos nuestra lista con un clásico: Spotify. El servicio sueco de música en streaming es gratuito pero muchos, entre los que me incluyo, están dispuestos a pagar lo que sea con tal de dejar de escuchar los anuncios de Melendi. Además, la versión Premium del programa permite acceder a su vasta biblioteca musical desde cualquier móvil conectado, lo que da mucho juego.
A cuenta de San Valentín, en Spotify han habilitado varias suscripciones que pueden regalarse junto a un mensaje personalizado que nuestro amor recibirá por e-mail junto a una tarjeta electrónica con un diseño bastante aceptable dada la festividad.
Podemos elegir entre suscripciones de 1, 3, 6, o 12 meses a precios que van desde los 10 a los 120 euros. Incluso es posible adjuntar una lista de reproducción con las canciones que nos parezcan más románticas.
Nuestra segunda propuesta también es musical, pero tiene otros usos. Nos referimos, cómo no, a las tarjetas regalo de iTunes. Tanto la tienda online de Apple, como sus delegaciones en el mundo real venden tarjetas prepago con crédito de 15, 25, 50 y 100 euros.
Si vuestra pareja es de las que descarga aplicaciones compulsivamente en su iPhone o es de los que compra mucha música para su iPod, podéis tenerla feliz durante meses. Si optáis por los créditos prepago de 50 o 100 euros, el regalo tiene, además, un toque mitómano. Apple vende versiones conmemorativas de las tarjetas con imágenes de Los Beatles.
Dejamos los regalos musicales y pasamos a los literarios con los libros electrónicos. Aunque este mercado está todavía muy verde, hay algunas opciones interesantes para llenar de obras maestras y novelas de bolsillo el e-Reader o tablet de nuestra media naranja.
En cuestión de eBooks no vamos a entrar a recomendar engendros funcionales como Libranda. Si quereis regalar libros electrónicos por San Valentín, el mejor sitio al que acudir, por precio y servicio, sería Amazon. Eso sí, el dispositivo de destino debe ser un Kindle o un e-Reader compatible con su formato de archivo propietario, lo que suele requerir instalar software adicional, como sucede en el iPad.
Fuera del mundo Amazon, podemos acudir a una librería online como La Casa del Libro o La Fnac. La página de esta última explica muy detalladamente cómo comprar y descargar los libros, por no decir que es una de los que mejores precios ofrece, unos 12 euros por cada libro.
Normalmente, los libros que compremos están en formato ePub bajo el DRM de Adobe Digital Editions. Si el e-Reader de destino no tiene conexión para descargar los libros directamente, para transferirlos al ordenador es necesario instalar el software de Adobe en el PC, descargar los e-Books que hayamos comprado y transferirlos por USB. El proceso es tan arcaico como la mentalidad de los libreros hacia el eBook, pero seguro que nuestra pareja agradecerá también el esfuerzo. Cada libro de la Fnac cuenta con licencia para prestarlo a 5 personas.
Y de los libros a los videojuegos. Los servicios online relacionados con juegos son numerosos. En el PC se pueden regalar suscripciones a juegos masivos online, aunque no estamos muy seguros de si esto es algo precisamente beneficioso para las relaciones de pareja. Para ello tan sólo hay que indagar un poco a qué título está viciado (o se quiere viciar) nuestra media naranja jugona y rebuscar en la web oficial del juego. Eso sí, por mucho vicio que tenga, no os recomendamos regalar suscripciones al World of Warcraft después de medianoche a menos que juguéis juntos.
En consolas, la cosa va por plataformas. En cualquier tienda de videojuegos tenéis tarjetas de suscripción a servicios online. Las de PlayStation Network son prepago y cuestan 20 o 50 euros, mientras que las de suscripción a Xbox Live cuestan 20 0 60 euros y permiten acceder a la plataforma de juego online de Xbox durante tres meses o un año. Las tarjetas de 2.000 puntos para Wii, con las que se pueden comprar juegos o contenidos online, cuestan unos 25 euros.
Cerramos este especial de regalar bytes con vídeo. Lo cierto es que nos gustaría poder deciros que hay servicios de vídeo en streaming (de pago) decentes en España, pero el panorama está tan fragmentado y pobre que todo depende de cómo use vuestra pareja la tecnología, y a qué tipo de servicios acceda. Apple TV o Samsung Movies son dos opciones, pero dependen de que vuestra pareja cuente con el dispositivo adecuado.
Si no acabáis de ver claro el tema de regalar vídeo en streaming, otra opción es regalar suscripciones Premium a servicios que vuestro amorcito use habitualmente. Regalar 50GB durante un año en Dropbox (99 dólares) puede parecer poco romántico, pero originalidad no le falta, y utilidad menos.
Esperamos que este post os sirva, al menos, para darle una vuelta al regalo de San Valentín sin pasar por los tópicos de siempre de bombones, flores y tarjetas de felicitación que a más de uno les pueden parecer motivo de divorcio, y con razón.
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