Aunque ya se presentaron en el pasado CES, no podíamos dejar pasar la oportunidad de probar, en el Stand de Sennheiser de IFA 2011 unos de los auriculares más caros del mundo, los HD800 de Sennheiser. La casa alemana asegura haber lllegado a la cumbre de su saber hacer en materia de audio con estos cascos circumaurales tope de gama.
Los Sennheiser HD800 equipan transductores dinámicos de Neodimio Duofol de 56 milímetros (de los más grandes que existen) sobre una malla de acero inoxidable que minimiza las vibraciones. Eso posibilita una respuesta de frecuencias brutal de entre 6 y 51.0000 hertzios, con 300 ohmnios de impedancia y una presión de 102 decibelios.
Pero dejémonos de cifras y pasemos a la experiencia. La construcción de los auriculares incorpora acero, plata y plásticos usados en la industria aeroespacial. Para empezar, los HD800 son muy ligeros a pesar de su aspecto (330 gramos). Las partes móviles de los auriculares y la diadema son tan suaves que, sencillamente, no hace fata pegarse con el equipo para que se te ajuste a la cabeza como un guante.
Aunque servidor no es precísamente de oreja pequeña, los auriculares cubren todo el pabellón auricular sin llegar casi a tocarlo, lo que en primer lugar es comodísimo y, en segundo lugar, produce un aislamiento absoluto del ruido ambiental.
Y llega el momento de la música, para el que Sennheiser eligió un solo de guitarra blusera al más puro estilo Clapton. Evidentemente, el dispositivo al que estábamos conectados no era un MP3 de bolsillo, pero hubiera dado igual. La sensación es de tener al músico y a su banda a dos metros de distancia en una sala de conciertos vacía y reservada para ti sólo.
Evidentemente, la sensibilidad a frecuencias es distinta en cada oído, pero hay que tener dos zapatos en vez de orejas para no apreciar la calidad de los HD800 incluso frente a modelos de la misma compañía como los recientes RS220. ¿Merece la pena comprarlos? Esto ya es una cuestión de posibles, pero si yo pudiera dedicar alegremente 1.000 euros a unos auriculares no tendría duda. Impresionantes.
Más información | IFA 2011