La mayoría de las argumentaciones que leerás en internet acerca de por qué escuchar música en cassette es, pese a las apariencias, una buena idea, se basan en las percepciones subjetivas de los opinadores. Gente que ahora gasta entre treinta y algo y cuarenta y bastantes años y que vivió a tope la gran época de las cintas de cassette como medio de difusión de la música: los ochenta. Y cuyas opiniones están mediatizadas por una mezcla informe de nostalgia, opiniones de segunda mano y mucho "porque yo lo valgo".
En mi caso también se trata de una percepción subjetiva, pero hay ciertos matices. Vamos a hablar de por qué en mi caso particular me gusta seguir escuchando música en cassette, y vamos a hacerlo desde un punto de vista absolutamente subjetivo, así que el consiguiente disclaimer es inevitable: nada de lo que sigue es una verdad absoluta, haz lo que quieras, no vengo a sermonear a nadie, viva la vida. Estas son mis movidas y solo pretendo compartirlas para que nos divirtamos y aprendamos.
Por eso mismo, antes de empezar me gustaría quitar de enmedio dos motivos por los que escucho música en cassette: los dos obvios, los dos importantes pero los dos, también, más que asimilados y sabidos. Y los dos, por paradójico que sea, opuestos entre sí.
La primera razón que vamos a dejar a un lado, porque es obvio que es personalísima y bastante intransferible, es la nostalgia. Mi experiencia es la de tanta gente nacida a finales de los setenta: descubrí la música gracias a las cintas, y el primer reproductor que usé yo solo, en mi cuarto, para mis cosas, fue el típico radiocasette de doble pletina. Tuve un walkman e intercambié cientos de cassettes con mis amigos en una época en la que teníamos tiempos para escucharlo todo, para hacer recopilaciones dedicadas a los colegas y para recibirlas, para grabar canciones de la radio y para escuchar obsesivamente discos y canciones.
La nostalgia hace olvidar las incomodidades e inconveniencias del formato: lo difícil que era escuchar canciones escogidas, el sonido deplorable que salía de copias de cuarta, quinta o sexta generación, los problemas inherentes a cualquier formato físico debido a la corrupción del soporte por culpa del paso del tiempo y el uso o porque eh, éramos adolescentes, no estábamos para delicadezas. Pero mi fanatismo por todos mis grupos favoritos, los que me llevaría a una isla desierta, nacieron de escuchas compulsivas en cassette, y esto es así: de los Ramones a los Beastie Boys, pasando por Transvision Vamp, Siniestro Total, Devo o, ahem, el italodisco ochentero. Mis obsesiones nacieron en cassettes y eso es parte de mi experiencia intransferible. Queda dicho pero, al final, tampoco sirve de gran cosa.
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El segundo motivo por el que escucho cintas de cassette a día de hoy pero tampoco es que importe demasiado es, como digo, justo el contrario: el objetivo. Las cintas de cassette, más allá de apreciaciones particulares, no suenan mejor que los CDs, pero estos, con sus agudos chirriantes y su sonido robótico, tampoco son la panacea si no se reproducen en un equipo en condiciones. El motivo de la mala fama de los cassettes es, cómo no, el uso que le dimos al formato: las copias de copias de copias que corrompían inevitablemente el sonido, en cintas de mala calidad compradas en el Pryca. Lo cierto es que hay cuatro tipos de cinta de cassette (de peor a mejor: Ferro, Chrome, Ferro-Chrome y Metal), y creedme que una grabación en una de estas últimas se nota.
Hay vídeos en Youtube que explican de forma pormenorizada por qué, como el estupendo 'Cassettes - Mejor de lo que no recuerdas', fascinante desde un punto de vista técnico y con el que estoy muy de acuerdo. Pero emplear sus muy sensatos motivos, toda una victoria para los odiadores del CD como yo, sería deshonesto: ni las cintas que yo escucho son de primerísima calidad ni, por descontado, lo es mi equipo. Un radiocasette chusquero Sunstech (¿?) muy lejos de la alta fidelidad cassetera de ese vídeo. Por tanto, viva el audio de los cassettes, pero no es algo que influya especialmente en mi experiencia.
El toqueteo cassettero
Lo que es una cuestión enteramente subjetiva, pero algo más universal que mis peripecias en el barrio del Infante en la Murcia de finales de los ochenta, es mi forma de consumir música ahora. Tras esa etapa por la que supongo que todos los aficionados pasamos y que nos obliga a intentar escuchar toda la música del mundo, porque hay un instante ilusorio en el que crees que vas a conseguirlo, llega la subetapa, indisociable de la anterior, de "Vaya, parece que en Spotify está realmente toda la música del mundo". Y después, llega la de "Nah, moriré antes de escucharlo todo".
Lo táctil recupera renovados bríos. Manipular el soporte, desplegar la portada, escuchar cómo suena no solo la música, sino el propio objeto que contiene la música
Entonces renuncias al completismo, porque igualmente tampoco te da tiempo ni te apetece demasiado, y te refugias en tus géneros, artistas y discos favoritos. Los de siempre y los que vas descubriendo, pero los tuyos. Y en esa etapa, Spotify (o lo que uses) es una bendición: acceso inmediato a discografías completas, posibilidad de recuperar y revisar a gente medio olvidada, descubrimiento constante a través de amigos y algoritmos varios. Pero ya no hay necesidad de escuchar discografías en orden, de rebuscar cada rincón de las colaboraciones perdidas de tu músico favorito. Llegado un punto, cada disco se exprime más y se escucha mejor, como en los tiempos en los que no todo estaba a un solo clic de distancia.
En esa nueva etapa, lo táctil recupera renovados bríos. Manipular el soporte, desplegar la portada, revisar las letras y los créditos, escuchar cómo suena no solo la música, sino el propio objeto que contiene la música. El ritual de abrir la cassetera, introducir la cinta, presionar el play, un gesto mucho más bruto y primal que una simple pulsación en una pantalla táctil. Eso vuelve a formar parte de la experiencia, y es algo que solo ofrecen los vinilos y los cassettes. Pero en los cassettes, además, estás escuchando, literalmente cinta con datos, es un sistema aún más analógico que el vinilo, si cabe: la transformación de los cabezales en música al contacto con la cinta es de algún modo, más primitiva y pura que el diamante de la aguja o que el láser del CD, no digamos ya el código binario de los ordenadores.
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La sensación analógica que proporciona escuchar un cassette es dificilísima de explicar, mucho más si estás educado o educada en lo digital, pero es real, no fruto de la nostalgia. Y es una sensación similar a la que se extrae de la imagen que escupe un VHS, esa imagen empastada, con interferencias y de colores apagados: esos errores de tracking lo producen defectos físicos en la cinta, lo mismo que las distorsiones en el audio de los cassettes vienen derivados de que la cinta del cassette está erosionada por el polvo, el uso y el tiempo. Cuando los problemas y los fallos de audio se perciben como pruebas de autenticidad más que como inconvenientes del formato, estás cerca de disfrutar del elemento físico, táctil, tocho de las cintas.
Porque luego esa sensación de tener algo real en las manos, una versión miniaturizada de la banda en tu bolsillo, se transmite al sonido, mucho más compacto, tosco, de una pieza, que la irritante brillantez cristalina, con sobredosis de agudos, del CD o los ordenadores. El sonido de los cassettes está empastado, no tiene matices, es como si saliera de las mismas tripas de La Música. Hay quien lo encuentra inconveniente, pero para mí es la plasmación lógica de esa sensación física y táctil de los cassettes. Ahora puedes llevar miles de canciones en el bolsillo con tu móvil y tu cuenta de Spotify, pero nada comparable a la sensación de pertenencia que tienes al transportar tu disco favorito de tu banda predilecta en el bolsillo del culo de los vaqueros (cuidado al sentarte).
El mercado del cassette, compra y vette
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Quizás no lo sepas, pero actualmente el mercado del cassette es muy interesante. Hay, por supuesto, un mercado sobrepreciado de cassettes reeditados para hipsters que cuestan treinta euros, pero hablo de un mercado real, de grupos que empiezan o consagrados que también editan su trabajo en cinta. Pertenecen a las escenas, por supuesto, en la que se valora el "háztelo tú mismo" y el trato íntimo con el oyente. Por ejemplo, zonas tan distantes entre sí como la electrónica experimental o el punk cazallero clásico. Aparentemente opuestos como estilos (en efecto, lo son), encuentran un singular punto en común en la necesidad de llegar a su público de forma rápida y barata.
Y cuando sales de un concierto, sí, te pueden dar un papelito con una url para que accedas a un archivo para descargarte un impersonal zip, pero es mucho más íntimo y memorable vender a precios irrisorios (tres, cuatro euros) una cinta de cassette con tus temazos malgrabados. Comprar una cassette con lo mejor del grupo random de aficionados que has ido a ver forma parte del ritual de los directos en ciertas escenas, y si (como yo) vas -en fin: iba antes de que se acabara el mundo- a tres o cuatro conciertos al mes, la cassette es un souvenir imprescindible.
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Sigue habiendo grupos que sacan sus mandangas en cassette porque es barato, rápido y tiene un componente personal que no tiene la etiquetita con la url. Hay tiendas (como por ejemplo La Negra, en Madrid, especializada en punk y sonidos aguerridos), donde las baldas con cassettes son imprescindibles, y es donde hay que acudir a los sonidos sin producir, a los géneros sin domesticar y a los precios que no duelen. Por supuesto (ya avisé al principio), esta filosofía encaja más con unos géneros que con otros: si tu canción favorita de los últimos tiempos es 'Despacito' (perfectamente respetable, pero tu concepto de la diversión y el mío son divergentes), no vas a encontrar en este soporte tu maná musical. Aunque quizás hace un rato que dejaste de leer, precisamente por eso mismo.
Como has podido ver por las fotos, todas de mi colección personal, mis gustos se orientan al rock en general y al punk en particular, con tonteos ocasionales hacia el tecnopop en modo chicharra, la música popular de baja estofa y los chistes de los Hermanos Calatrava. Por eso el sonido cristalino y los matices melódicos no son cuestiones de primera necesidad, y sí la energía y la inmediatez, algo a lo que favorece el sonido monolítico y cabezón de las cintas de cassette, del mismo modo que, para recuperar un VHS, recomiendo ver antes 'Creepozoides' que 'Lawrence de Arabia'.
Económico, duradero (algunas de estas cintas tienen entre tres y cuatro décadas de vida, y ahí están), pero insisto, también lo opuesto a la inmediatez y las prisas de las formas habituales hoy de escuchar música. Los cassettes imponen escoger cuidadosamente, rebobinar pacientemente y no solo sortear corrupciones y distorsiones sonoras, sino disfrutarlas como parte de la experiencia. Desde luego, no una actividad para todos los gustos, pero os garantizo que mis recopilatorios de los Clash y yo, comprados en un maldito Simago de mi barrio, tenemos un rato libre a solas esta tarde. Y lo vamos a disfrutar a tope.
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canterano
La cinta no suena mejor que el CD ni de broma, me parece increíble que se suelte una afirmación así en una página de tecnología, mostrando no tener la más mínima idea de sonido. La única razón para escuchar cintas es nostalgia, porque como formato no vale nada, ni es práctico, ni bonito, ni tiene calidad. Si quieres belleza y sonido analógico tienes el vinilo, y si quieres calidad y comodidad tienes el CD. El cassette es solo para quien le guste por los recuerdos que le traiga y poco más.
neyo
"El segundo motivo por el que escucho cintas de cassette a día de hoy pero tampoco es que importe demasiado es, como digo, justo el contrario: el objetivo. Las cintas de cassette realmente suenan mejor que los CDs, más allá de apreciaciones particulares"
El teorema Nyquist implica que un cd reconstruye exactamente la señal original sin alteración alguna. Lo que afirmas no es cierto.
Además, ¿cómo puede ser que en este mismo blog ya se haya tratado varias veces el tema y aún así ustedes mismo se contradigan?
https://www.google.com/amp/s/www.xataka.com/audio/de-verdad-suenan-mejor-los-vinilos-y-los-magnetofonos-o-es-solo-una-moda-retro-mas/amp
cgnavarro
A ver, que no llegue la sangre al río...:-). que todos tenéis vuestra parte de razón.
Creo que entiendo perfectamente lo que quiere decir al autor. Yo escucho música en vinilo, CD, SACD, BR-Audio y...Spotify. Dicho esto además del formato influyen otras muchas cosas. La primera, la calidad de la edición.
Hay ediciones cuyos masters son una auténtica porquería y ya puedes tener un lector SACD Luxman de más 3.000 € que suene de pena y, por contra, vinilos de los años 60 que suenen alucinantes (si están cuidados) . Pero claro, no es lo mismo un SACD de RCA Victor obtenido a partir del master original analógico (ej. grabaciones con varios micros pasadas a 2.1 ) que un CD (o SACD o BR-A) sacada de un máster digital chapucero (que desgraciadamente abundan).
Lo mismo puede decirse de la "plaga" de LPs que, con la última moda del vinilo, han sacado a partir de másters digitales más que dudosos y que suenen pues eso, como un CD malo (un poco absurdo para mi gusto, para eso me quedo con el CD...). Ojo, que hay másters digitales excelentes. P.ej. recuerdo una versión del Bolero de Ravel de Tacet que han sacado en SACD y BR multicanal que es una pasada (y de la que por cierto han sacado un LP con el surco invertido, esto es, de dentro hacia afuera por los problemas de distorsión y rango de los surcos interiores que del vinilo y que parece una solución bastante original y, pr lo que he leído, eficaz para obras que empiezan "piano" y terminan "forte").
El vinilo tiene problemas inherentes al formato (la mencionada distorsión en surcos interiores, degradación, necesidad de un previo decente, etc.) pero son parte de su encanto...
Segundo punto, el equipo. Oigo Spotify en mi ordenador del despacho con un amp-DAC Denon y unas cajas Polk y...suena bien, pero nada que ver con el equipo principal en el que sólo el previo de fono cuesta más que todo el equipo del despacho. Por otro lado, en el vinilo la calidad del equipo se nota mucho más. Tengo dos platos y , de nuevo, sólo la cápsula de uno de ellos cuesta más que todo el otro plato completo y...no suenan igual, obvio.
Estas diferencias quizás se noten menos en medios digitales...o no. De hecho, un mismo SACD-CD en un viejo CD (de una marca de altísima referencia) suena genial pero...en el lector de SACD, pues, como la noche y el día (a pesar de que se han escrito ríos de tinta sobre la imposibilidad de diferenciar PCM vs DSD...bueno repito que influyen otras muchas cosas, en este caso, la calidad del DAC de cada uno, por ejemplo).
Con todo este rollo (ya perdonaréis) quero decir que hay muchos más factores que el formato (máster, equipo, sala, calibración, ecualización...) y que el conjunto de esos factores pueden hacer que un vinilo de MoFi suene inmensamente mejor que un CD de batalla. Ahora, estoy de acuerdo en que ese mismo disco, en una versión SACD de la misma MoFi, obtenido a partir del mismo máster y con la misma calidad de ingeniería, etc....pues suena igual de bien si no mejor.
Pero no olvidéis el componente de que el analógico te permite "jugar " con el sonido (diferentes cápsulas, cortes de agujas -C, EL, ML, Shibata...- previos, ajustes...cosa que el CD no. porque tampoco no hace falta y mucha gente lo prefiere porque, con toda lógica, quieren escuchar música, no jugar con la electrónica o la ingeniería.
Pero en la variedad está el gusto y hay veces que quieres darle al ratón y olvidarte y otras, dedicarle unos minutos a la preparación de una escucha u horas a calibrar y recalibrar altavoces hasta obtener "tu" sonido concreto.
Un saludo y buen fin de semana a todos
nonabol
Por favor, agregad al artículo las siguientes aseveraciones demostradas por mis cojones en bata:
Si tomas MMC las cintas suenan mejor.
Escuchar cintas cura el cáncer.
Pueden ir después de la afirmación de que las cintas suenan mejor que el CD, por ejemplo.
Akenatón 2013
Yo nací en los setenta, viví de lleno los casette en los ochenta, tuve mi walkman y viví toda esa época... Y no tengo ninguna intención de volver a ella. Felizmente me pasé al CD y posteriormente al MP3 y la música por internet, y hasta hoy. Solo razones nostálgicas y redescubrir canciones olvidadas en mis grabaciones en casette me harían volver a insertar una cinta en mi cadena (el cual solo coge polvo desde hace muchos años). No es solo el tener que rebobinar y adelantar cuando uno ya se ha acostumbrado a la inmediatez, sino es que lo peor que tiene el sistema analógico basado en cintas de casette es el ruido de fondo, cosa imposible de eliminar y que no lo tiene ni el vinilo (obviando sus molestos "tics"). Si ya no vuelvo a los CDs, pues todo lo que me interesa lo tengo en MP3 en el ordenador o en internet mediante streaming, menos voy a volver a un formato lento y cuya calidad de sonido se degrada con el tiempo. Solo la nostalgia se puede tener en cuenta.
nino
Sin el selector con los dos botones del Dolby NR donde elegías C o B no hay experiencia casetera que valga.
Ni sin el selector de cinta: normal, CrO2 o Metal.
Si elegías la combinación correcta se producía un milagro musical en tus oídos, una epifanía con la que ni el CD ni la música Hi-Res de 24 bit y 96 Khz pueden competir.
A no ser que fueran grabaciones chusqueras de la radio FM donde el locutor de los coj&$*^ nunca te dejaba terminar la canción. Qué impacientes que eran los muy jodíos...
Un saludo.
RamonYo 😬
Aquí un amante más de los formatos clásicos, nada como un buen formato físico, como los de antes, donde todo tenía sentido, sin moderneces absurdas como las que ahora hay y que están acabando con el feeling de lo tangible, lo nostálgico, y ese sentimiento de posesión que ahora ya no existe.
Lo que sucede ahora es una vergüenza, con esto del streaming hemos perdido la virtud de la paciencia, todo lo queremos al instante, sin demora, nos hemos ido deshumanizando y ahora no somos más que máquinas de consumir contenidos, esclavos de la inmediatez y el desenfreno, la verdad es que estamos yendo a menos con el paso del tiempo, hemos llegado al punto de no retorno y ya no hay visos de que esto vaya a cambiar.
En fin, que me piro, he ordenado el Microsoft Flight Simulator en físico, y debe estar al llegar: cien mil disquetes.
lagunita
los disfrute mucho; por ej: esa sensacion de subir al auto con tus últimas canciones en uno de cromo y ver la cara de tus amigos, era como volver a escuchar un nuevo disco, el mismo otra vez :)
y los padecí en su momento: la degradacion, eso de rebobinar/adelantar para escuchar X tema, el RANGO DINAMICO !
no vuelvo ni loco.
Pere Ubu
En el fondo lo que uno añora es ser joven y lo maquilla diciendo que lo de antes era mejor. Pamplinas. Ahora solo falta el artículo del menda diciendo que las pelis se ven mejor en un televisor en blanco y negro, pero de las de antes, con la antena de cuernos y la pantalla casi que redonda, que en uno HD, porque es lo que pilló de joven y ahí vio la serie Kung Fu, la España de los Botejara y las pelis de Mariano Ozores. Con lo fácil que es acarrear la música encima hoy en día y los hay que aún van con el loro a cuestas y el boli Bic para rebobinar. País.
dbrel
Es increíble lo que produce el cassette en materia de odio.
Un tape de Metal consigue frecuencias mayores que el CD, para grabar un vinilo o R2R es de lo mejor. Si, se necesitan equipos coherentes a esa exigencia. De todas formas un Ferro TDK, Sony, Basf, etc cumple con creces.
Tener el formato físico de tu álbum favorito es incomparable. A mi me agota el streaming, para lograr un sonido muy bueno en streaming o desde el disco duro necesito un DAC también muy bueno y eso cuesta mucho, ya yendo al CD un player de gama media de mediados de los 90s tiene un DAC superior a cualquier DAC de la actualidad de la misma gama y se nota.
Si desprecian los formatos físicos y analógicos, sigan así no los usen tienen tiempo para discutir y odiar, perfecto. Ahora los que nos gusta el ritual de tomarse una hora para disfrutar ese álbum o artista preferido, es simplemente, elegir y play, a deleitarse, no hay algoritmo ni playlist radial que se compare, porque eso es escuchar música y no es simplemente dejar sonando así porque sí la música, es otro ritual, es despejar la mente, es compartir sin necesidad de ver una pantalla si o si, saber que lo que quiero escuchar está ahí . Porque al poner un Cassette, CD o Vinilo me olvido de toda la música que me falta por conocer.
El hipster ya pasó de moda, la música es lo importante y el formato se elije entre las diversas posibilidades que hay. Dejen disfrutar.
doriang63
Lo de que las cintas y los vinilos suenan mejor que los CDs es una de las mayores estupideces que he oído. Yo pasé de las cassetes al MiniDisc que me permitía grabar y borrar con una calidad digital excepcional cualquier canción, disco, cd o emisora de radio, y que sigo utilizando todavía. Los vinilos en cuanto apareció el CD se hicieron del todo insoportables para mis oídos, no soportaba el ruído y la aguja reproduciendo cada mota de polvo que se encontraba. Y ahora con la música en HD más de lo mismo, tengo todo en un disco duro que reproduzco en mi equipo del salón, sin ruídos de fondo y con un sonído nítido y claro. Y me considero audiófilo por cierto.
ramma
Lo del rollo "las casetes suenan mejor" que los CD's, o los vinilos suenan mejor que los CD's, que va seguido siempre de Haters que dicen que ni de coña, y que el progreso no va a hacer que se vaya hacia atrás... yo lo veo claro.
Al principio la tecnología se centró en conseguir alta fidelidad. Y cada avance iba en esa dirección. Pero se llegó a un punto en que eso paró: los CD's.
Los CD's sonaban y suenan muy bien, cuando la producción es buena. Pero hay que decir que si usabas un buen equipo, y grababas un CD en una cinta de buena calidad, la grabación resultante es casi indistinguible del CD.
Y aparecen las ventajas de la cinta. Un CD es aparatoso, y frágil. No entran en bolsillos, se rompen muy facil, y si se rayan se estropean con mucha facilidad. Las casetes son más sufridas.
Pero pasemos a lo que ocurrió en la tecnología después del CD. Llegaron los formatos comprimidos, y la calidad del sonido se fué al carajo.
Y luego llegó el streaming, y nos acostumbramos a que la calidad "máxima" era muy inferior al CD. Y sólo en los últimos tiempos, en servicios de streaming aparece la calidad HD, que es más parecida al CD. Pero pagada a precio premium.
En resumen: la tecnología describe una curva en la calidad de sonido, que subía hasta el CD, y luego se movía siempre por debajo, porque el usuario no apreciaba esa calidad y sí otras cuestiones como el ancho de banda.
Siempre me he preguntado porqué al cassete de toda la vida no se le dió una vida digital. Es información magnética, que podría ser perfectamente digital sin pérdidas.
Es totalmente viable inventar un formato digital de grabación y reproducción en casettes normales de toda la vida. Y crear aparatos capaces de grabar y reproducir digitalmente esas casetes.
Pero que yo sepa nunca se hizo. Se inventaron sistemas que usaban casetes, pero eran físicamente distintos. ¿por qué no se hizo algo como el DAT, pero que funcionase en casetes normales? ¿por qué no se hace ahora? En plan rollo vintaje serían la leche, y callarían a todos los "modernos" que echan pestes de las casetes.
Reivindico la tecnología de las casetes, que está inventada hace ya muchísimo tiempo, (1963) y que desde tiempo inmemorial permite algo tan mágico como grabar y regrabar música con alta calidad y a muy bajo precio. Se tardó mucho en inventar algo que lo mejorase. Podemos aceptar que lo mejora la tecnolocía de los CD's regrabables (y no del todo: había que regrabar el disco entero, y no partes, lo cual no ofrece la misma funcionalidad.
Un cassete es una obra maestra de la tecnología. Si se actualizan formatos y materiales, serían totalmente actuales.
Pere Ubu
Puestos a ser nostálgicos, yo añoro esos exhibidores que te encontrabas en cualquier ferretería y gasolinera con cintas del Fary, los Indios Tabajara, James Last y Eugenio, tostadas por el sol. A su lado, el exhibidor de cintas vhs con pelis porno. Tiempos aquellos, que (por suerte) no volverán.
vila33
A ver, yo no creo que el cassette supere la calidad de un CD ni de un vinilo. De todas formas una cinta de cassette de buena calidad grabada de fuentes de calidad y reproducida en un aparato de alta gama he de reconocer que se puede acercar hasta tal punto que es muy difícil diferenciarlos. Obviamente el formato cassette es mucho más delicado eso sí, y es más propenso al deterioro que por ejemplo un CD eso está claro. Pero hay pletinas de altísima calidad y si la cinta está bien grabada suenan de maravilla.
Mucha gente tiene el recuerdo de escuchar las cintas en el walkman y cintas que estaban en mal estado o eran de muy baja calidad y por eso tienen esa percepción de que el sonido era malo.
headbreak
Al final los vinilos suenan mejor que los CDs, los cassettes suenan mejor que los CDs...uno se pregunta por qué demonios cuando estos últimos aparecieron arrasaron a los otros dos formatos.
doriang63
Pues eso, que ya está todo dicho en los comentarios de abajo... yo hace años que me olvidé del sonido de huevos fritos de los vinilos y del sonido sucio y apagado de las cassetes, que fueron muy bien sustituidas por el Minidisc, que todavía disfruto junto con mi colección de Cds, y la música en HD almacenada en mi disco duro, que reproduzco en mi equipo de audio del salón conectado a un servidor de red. Hay que avanzar y adaptarse a los tiempos, por favor, ¿Qué el vinilo y las cassetes suenan mejor que el CD? ¿En serio?.....
hugogarro
Que mal gusto
davidmolerosabate
No le deis más vueltas.
No hay más ciego que el que no quiere ver. Si el articulista prefiere lo analógico a lo digital, no vais a poder cambiar su idea. Yo tengo un amigo que no cambia una tele de plasma por una QLED y tampoco cambia un Blue Ray por un DVD. Yo creo que son gente anclada al pasado, nostálgicos, ochenteros (llamadlos como queráis) pero que se quedan en una simple opinión. El futuro siempre llega y cuando llega es para quedarse y el pasado es eso, pasado.
No le deis más vueltas.
kawjones
Estas son las versiones "pijas" de los cassettes. El verdadero espiritu de los cassettes, el que quedó enterrado con ellos, es lo que terminó llamandose "top gasolinera"
Los cassettes estan unidos como zipi y zappe o ramón y cajal con los chistes de Areválo, el inclasificable Emilio el Moro, las torturadores versiones de Cecilio, las rumbas de El Pelos, el perpetuo Rafael Farina, el muy conocido EL Fary y los tropecientos mil aflamecados de pelucones, pantalones campana y solapas como sábanas que lo copiaban, el espeluznante Jose Angel y su "Madre soy cristiano homosexual".....,
supersupertoni
Yo en mi casa me alumbro con antorchas y candiles. Y tengo buenas razones.
nino
Llegará el día en el que 'Batman y Robin' le parecerá una grandísima película a alguien.
Eso es que la nostalgia habrá invadido su alma. Como a ti, John.
Un saludo.
Usuario desactivado
Postureo del tamaño de un edificio...
jnavarrosp
En los inicios del CD, la cinta tenía ventajas:
- Precio: era el reproductor del pueblo.
- No saltaba: hasta que salió el antishock del CD.
- Portátil: era más fácil llevar un walkman en el bolsillo, que un Discman, por su forma rectangular.
- Tiempo de escucha: te montabas una cinta de 90 y tenías para la ida y la vuelta al trabajo.
- Más resistente sin su funda. El CD lo podías arañar, si no va tapadito.
- Lo podías reproducir en cualquier sitio. Todo el mundo tenía cinta. Sé de más de uno, que tenía un álbum en CD y lo pasaba a cinta, para tener esa versatilidad.
- DIY en toda regla. Te hacías tus cintas con las mejores canciones de la radio o de otras cintas o CD de amigos.
- Contenidos exclusivos. Hay muchas cintas corriendo por ahí, con sesiones de DJs, discotecas, conciertos, programas de radio, o grabaciones chorras con amigos, que son un tesoro.
- Multiusos: grababas de nuevo, si querías tener contenido nuevo.
- Podías estirar las pilas del Walkman rebobinando o avanzando con un boli.
- Cuando se empezaban a gastar las pilas, todavía funcionaba, eso sí, tenías que escuchar las canciones más lentas 😂
Desventajas:
- Peor calidad.
- Se degrada en cada uso.
- Si dabas con un cassette regular, se podía enredar.
- Zumbido muy presente, en función del reproductor o grabador.
- No se respeta el original, ya que la fuerza de arrastre del reproductor, influye mucho en la escucha. Sí encima es el grabador el que no tiene fuerza, ya te fastidia una cinta, porque tendrías tramos de esta, que se escuchan más rápidos que otros.
- Es un formato secuencial, si quieres escuchar una canción concreta, no tienes más remedio que tragarte todo lo que hay antes, aunque hay sistemas como AMS, que te permitía saltar hasta 3 canciones.
- Cara A y B: si no tenías un walkman preparado, tocaba dar la vuelta.
- Al tener más componentes en los reproductores, se estropeaban o degradaba antes que los de CD. Era muy habitual que se llenarán de mierda, por el polvo constante que entraba.
- El imán es el mayor enemigo de las cintas. Qué se lo digan a quien las guardaba en los huecos de los coches, al lado de los altavoces.
ciquitraque
¡Venga ya hombre! Lo de los tirantes por fuera, pase. Lo de los discos de vinilo, bueno. Lo del cine clásico, vale. ¿Pero los radiocasetes? Ni de coña. Una etapa por la que pasamos todos los de los 80 y antes y es para olvidar: calidad que se pierde cada vez que se reproduce, los walkmans con pilas que pesaban barbaridades, el tener que rebobinar, la cinta que se atasca... Esto ya es postureo (y del malo).
Adrián
Escuchar los Back Street Boys debería ser algo así como pecado.
Luego, los casetes que se escuchaban bien, eran los originales y de nuevos, ahora pasa algo parecido con los MP3, los originales y a 320 son los que suenan bien, lo demás es basura.
bucker
Hablando de perdida de oído, Yo , que ya estoy mayor... he descubierto los auriculares de transmisión ósea y con ellos he rejuvenecido en años mi percepción auditiva. Supongo mi huesecillos del oído medio ya tienen holgura. Otra, la discusión entre vinilo-cinta-CD es como montar en una bicicleta estática , te cansas, te esfuerzas, pero al final no llegaras a ningún sitio. Lo que hago, es que me compro los vinilos , por que..... bla bla bla bla bla bla y bla bla bla y, luego ,algunos, me los paso digital ,con un conversor DAC de buena calidad, y así ya tengo lo mejor de los dos mundos , es decir un analógico en digital, y se nota. Es un poco rebuscado, pero funciona.
Elaphe
¿Qué tiene todo el mundo contra el CD? La gente es cada vez más estúpida.