Esta semana está siendo muy movida en el ámbito del reproductor Zune de Microsoft. Muchos lo quieren dar por muerto, otros tantos lo ven más fuerte (principalmente desde dentro de la propia empresa), pero está claro que indiferente no deja a nadie.
Tras el desastre del bloqueo del modelo Zune 30 al final del año pasado, y con las cifras de ventas que se han conocido estos días, el cotilleo en la red respecto al Zune era que estaba más muerto que vivo. Microsoft sin embargo se ha apresurado a desmentir las especulaciones y han afirmado que la bajada del 54% de las ventas de su reproductor el pasado año entraban dentro de lo previsto.
Los argumentos que usa Microsoft ya nos los conocemos: el mercado está en crisis y no han sido solamente ellos los que han vendido menos, sino que por ejemplo Apple también ha estado cerca del 20% en descenso de ventas de su reproductor.
También han dado un dato importante: el Zune de 30 GB se les está atragantando, y tienes demasiadas unidades que quitarse de encima, pues el consumidor opta por otros modelos de más capacidad. Y no olvidemos, ellos lo han admitido, que a la empresa le pesa mucho no tener el equipo en el mercado global, algo que nunca hemos entendido ni entenderemos.
Zune, su historia
Plantearse el por qué del no despegue del reproductor de Microsoft es una tarea complicada. Tampoco soy de los que piensa que realmente sea un fracaso, pero depende con quién lo compares. Si lo haces con el iPod de Apple, en ventas me refiero, no hay nadie no salga vilmente vapuleado. Debería pues Microsoft pensar en su producto solamente.
Como ya se ha hablado varias veces, el Zune, planteado de forma formal como un reproductor de música (hardware), se puede considerar como mejor que el iPod en sus inicios. El modelo Classic de Apple se veía superado en características. Sin embargo, no hubo nada que hacer.
El punto de partida del Zune, con su modelo de 30 GB, era muy bueno: pantalla grande y conectividad WiFi como elementos estrella. Mucho se esperaba entonces, pero contar con el nombre de Microsoft asociado no le vino nada bien a pesar de que debía ser su gran valor. Además, el que la conectividad que planteaba como un punto a favor no sirviera más que para gastar dinero en la tienda de música, le dejó marcado.
En su lanzamiento, el precio acompañaba, pero el primer modelo se dejaba atrás el factor cool en el diseño. No hay quien olvide ese horroroso modelo de color marrón que tanto trabajo costó olvidar. Fue con la segunda generación y la incorporación, acertada de modelos con memoria flash.
Eran precisamente ese aumento de capacidad y nuevas versiones con memorias flash parte de lo que le pedíamos a Microsoft que mejorara en su reproductor.
La imagen de su reproductor empezaba a mejorar y también se convertía en mejor equipo hardware de lo que ya era. Incluso tenía accesorios, una señal.
Apuntábamos más detalles a mejorar, que posteriormente hemos visto que la empresa ha cumplido: Mayor aspecto social y potenciación de la conectividad WiFi.
El que se vendiera fuera de EEUU y Canadá sigue sin cumplirse, y es seguramente uno de los mayores errores de la empresa con su Zune.
Qué podría mejorar Microsoft del Zune
En el aspecto técnico, el Zune puede mejorar, pero anda a la par que otros reproductores, si exceptuamos el iPod Touch. Sería una buena línea a seguir, el mercado está caliente en ese aspecto. La línea de ser distinto puede ser un camino a seguir, pues productos como los Zune Originals han sido bien recibidos.
Un futuro ZunePhone no parece muy real, pues en telefonía Microsoft tiene su propio caballo ganador, Windows Mobile, cuyas funciones multimedia se están potenciando a pasos agigantados y no sería nada descabellado pensar que a la larga, Zune no sea más que un concepto, unos servicios que se incluyan en otros equipos que no fabricaría la propia Microsoft.
La idea que debe seguir Microsoft la ha iniciado con el llamado Zune 3.0, que a pesar de ser una actualización de firmware, introduce sensaciones muy buenas pero que no acaban de calar. Le falta proyección, como al resto de fabricantes. Todos acaban al final eclipsados por cualquier noticia de Apple relacionada con sus reproductores.
Ser más abierto, con integración con su consola estrella, más compatible, más entregado al usuario y no a la industria es algo que necesita el Zune de Microsoft, porque sobre el papel, poco se puede mejorar. Y debe darse prisa, porque mucho me temo que el reproductor de música como tal tiene un futuro incierto, y que estará irremisiblemente unido a funciones de teléfono o el dispositivo portátil total que todos llevaremos en el bolsillo o bajo la piel en el futuro.
Veremos de todas formas hacia dónde encamina sus pasos, porque Microsoft no solo ha anunciado que el Zune no está acabado, sino que en breve tienen prevista una actualización de la gama en los dos ámbitos, tanto de software como en hardware.
Estaremos atentos, pero por favor Microsoft, tráelo a España.