Uno de los problemas de la digitalización en nuestra vida diaria es el fraccionamiento de los archivos. Almacenamos fotos, vídeos y otros ficheros en nuestro portátil, en el tablet o en el móvil. Si hablamos de un entorno familiar, lo podemos multiplicar por el número de miembros de la familia que tienen dispositivos. Si atendemos a un entorno semiprofesional o profesional la fragmentación se multiplica de forma exponencial. Por eso se busca centralizar la información en un solo hardware: para ser más eficientes y rápidos a la hora de encontrar y acceder a nuestros datos.
Como además no paramos de generar datos, lo habitual es que se vaya aumentando el espacio de almacenamiento. Todo esto, si no somos disciplinados, puede acabar en un caos de información, donde encontrar una foto o un vídeo es misión imposible. Por eso, lo ideal es tratar de centralizar todos los datos de forma automática en un dispositivo ad hoc, un NAS.
Un almacenamiento centralizado para toda la familia
El almacenamiento conectado en red (Network Attached Storage o NAS) se ha convertido en más que un simple espacio donde acumular información. Las aplicaciones disponibles hacen que la instantánea que tomamos con nuestro teléfono o en la que nos etiquetan en una red social se guarde automáticamente en él.
También actúa como un completo centro multimedia en el que descargar y reproducir películas o series y mantenerlas ordenadas con el uso de herramientas como Plex. Con ella, gestionamos nuestra biblioteca de forma sencilla. Pero, gracias a una completa gama de aplicaciones, hoy en día podemos convertir el NAS prácticamente en lo que deseemos, desde un centro multimedia a un videograbador y, por supuesto, en la mejor forma de tener seguros nuestros archivos.
Para un entorno doméstico, sería interesante un NAS de tres bahías, donde es posible instalar hasta tres discos duros, como el QNAP TS-328. Viene equipado con un procesador Realtek RTD1296 de cuatro núcleos, 2 GB de RAM, 2 USB 3.0 y uno 2.0. Asimismo, incorpora 2 puertos LAN 1 Gb y facilita el cambio de discos en caliente.
Además, la posibilidad de instalar tres discos duros permite apostar por diferentes configuraciones. Un RAID 5 nos garantiza que no dependemos de la mecánica de un solo disco dando soporte ante un posible fallo, mientras que si lo que deseamos es maximizar espacio se pueden instalar los discos como volúmenes separados o hacer un RAID 0, una opción que maximiza la velocidad y la capacidad, aunque se pierda la redundancia de hardware.
Transcodificación de vídeo 4K
Si hacemos del NAS en un centro multimedia, una posibilidad interesante es la transcodificación de vídeo. Descargamos a máxima resolución, aunque luego no todos los dispositivos pueden reproducir con un códec h.265 y necesitamos convertirlo a h.264.
Supongamos que tenemos almacenado un archivo, ya sea una película o un vídeo que capturamos con nuestra cámara de fotos a 4K. Si nuestro TV no admite esta resolución, el NAS de QNAP nos permite, simplemente con un clic, transcodificarlo a 1080p Full HD para verlo en el televisor conectándolo al dispositivo a través del protocolo DLNA. La otra opción es entrar en la aplicación de VideoStation y enviar al televisor para realizar la transcodificación al vuelo en tiempo real y reproducir sin problemas en diferentes aparatos.
Otro escenario es que nos encontremos fuera de casa y queramos reproducir un capítulo de una serie que sigamos. En lugar de descargarlo y visualizarlo a máxima resolución, podemos transcodificarlo a 480p para verlo en la tablet logrando que la cantidad de datos que tenemos que descargar sea mucho menor. Esto resulta muy útil tanto si utilizamos nuestra tarifa de datos móvil como si no disponemos de fibra y nos conectamos a través de un ADSL de escasa capacidad.
Backups de los ordenadores de la casa
Uno de los objetivos de centralizar la información en un entorno doméstico o semiprofesional es mantenerla ordenada y accesible desde cualquier lugar. Para obtener un documento, solo hay que conectar al NAS desde cualquier ubicación y coger el que necesitemos, un trabajo de la universidad, una fotocopia del DNI para hacer un trámite...
Igual de relevante es garantizar una eficiente sincronización de archivos entre los dispositivos conectados y el NAS, algo que el sistema Qsync integrado en los NAS de QNAP permite a través de su carpeta de grupo compartida y las distintas opciones de sincronización. A grandes rasgos, con Qsync puedes tener tu nube privada sin las limitaciones de espacio que ofrecen las publicas, compartir tus ficheros con quien quieras sin importar cuánto ocupen y tener tu smartphone, tablet y portátil (o PC) siempre sincronizados con toda tu información.
Además, en el caso de un ataque de ransomware, el QNAP TS-328 brinda la oportunidad de crear instantáneas de volumen, de manera que podemos recuperar toda la información que teníamos almacenada en nuestro NAS rápidamente. De esta forma, convertimos nuestro disco de red en un fortín donde nuestros datos y recuerdos digitales estarán a salvo de cualquier contingencia.
Si hemos empleado el NAS para realizar backups de determinadas carpetas de nuestros ordenadores personales o hemos guardado imágenes de su sistema para restaurarlo en caso de necesidad, la recuperación de todos nuestros equipos será sencilla, rápida y sin pérdida de datos. Se pueden programar para que se ejecuten de forma automática por la noche y se almacenen varias copias. Esto supone una gran tranquilidad a la hora de mantener seguros nuestros datos, pero también vídeos o fotos familiares que para muchos son más importantes que cualquier otro archivo.
Mejora de rendimiento para no quedarnos cortos
Si lo que buscamos es un dispositivo más potente, ya sea en un entorno doméstico o profesional, hemos de fijarnos en soluciones como el QNAP TS-253Be, un NAS de dos bahías pero con interesantes opciones para maximizar el rendimiento. Está equipado con un Celeron J3455 de cuatro núcleos a 1.5 GHz y gráfica Intel HD Graphics 500, 2 puertos Gigabit Ethernet, 5 puertos USB 3.0, y ranura de expansión PCIe 2.0 x 2, algo muy interesante para ampliar recursos en función de nuestras necesidades.
Este NAS cuenta con 2 o 4 GB de RAM, ampliables hasta un máximo de 8 GB. Estas características, junto con su procesador de cuatro núcleos, le hacen adecuado si queremos utilizarlo también como videograbador con cámaras IP conectadas o ejecutar máquinas virtuales gracias a sus aplicaciones de virtualización. Si no queremos estar limitados por el número de bahías, se puede apostar por modelos superiores como el QNAP TS-453Be, que dispone de posibilidad de incorporar cuatro discos y similares características.
Una bahía de expansión con muchas posibilidades
Una de las ventajas competitivas de un buen NAS es la posibilidad de utilizar una ranura de expansión PCIe 2.0 x 2. En este sentido, tanto los modelos TS-253Be como el TS-453Be admiten una tarjeta de la serie QM2, que añade compatibilidad con conectividad RJ45 10 GbE y también la opción de montar un disco SSD M.2 como almacenamiento caché o volumen.
De este modo, se multiplican las opciones de configuración y se incrementa el rendimiento con la tecnología Qtier para utilizar el disco SSD M.2 de la tarjeta de expansión como almacenamiento caché, en el que se sitúan los datos más utilizados y no se sacrifica capacidad de almacenamiento.
A la hora de transferir grandes volúmenes de datos, sincronizar entre varios NAS, hacer copias de seguridad, mantener una sincronización activa con diferentes equipos o trabajar con imágenes de alta resolución ─lo que implica una gran transferencia de datos─, la posibilidad de tener una red de 10 GbE marca la diferencia. Esto resuelve muchos de los cuellos de botella que pueden afectar al rendimiento de un almacenamiento centralizado.
No obstante, de poco sirve tener un red de 10 GbE en el NAS si el switch que lo gestiona no llega más que a 1 GbE. Para solucionar esta cuestión, los fabricantes nos proveen de modelos como el QNAP QSW-804-4C. Se trata de un switch no gestionado de 10 GbE y 8 puertos que optimiza al instante la velocidad de nuestra red. Si además mejoramos la tarjeta de red de nuestro PC para que admita esta velocidad, redondeamos todo el conjunto.
Orden en una pequeña oficina
Para cubrir las necesidades de una oficina de reducido tamaño o las de aquellos que trabajan en casa, nos decantaríamos ya por NAS de cuatro bahías. Una opción podría ser el QNAP TS-453Be, con el que se puede montar un RAID 5 para mayor seguridad ante un fallo de disco y utilizar una unidad SSD para almacenamiento caché y la tecnología Qtier. Las prestaciones se multiplican ya que además cuenta con tarjeta de expansión PCIe.
En redes profesionales, si no tenemos la tarjeta de expansión con el puerto Ethernet a 10 Gb, pero disponemos de un switch gestionado, podemos configurarlo para sacar partido a los dos puertos Ethernet. De esta manera, el NAS trabaja a 2 Gb aliviando un poco la carga y el cuello de botella que se puede producir con múltiples equipos accediendo a la vez al dispositivo de forma simultánea.
Junto a todas las cuestiones revisadas en relación con la transcodificación de vídeo, instantáneas de volumen, copias de seguridad sincronizadas de cada equipo de la oficina..., las cuatro bahías nos aportan gran versatilidad. Además la posibilidad de cambiar los discos en caliente, sin necesidad de tener que apagar el NAS, mejora de forma notable la continuidad del negocio al no tener que parar de trabajar para hacer cambios de hardware, por ejemplo, ante un fallo de disco del RAID 5.
Seguridad y RGPD en el ámbito profesional
A nivel de uso para temas laborales muchas veces es fundamental no solo el rendimiento, sino también la seguridad y el cumplimiento del RGPD. Para ello, recurriremos a un motor de cifrado acelerado por hardware, lo que nos permitirá tener unas velocidades de lectura y escritura excelente, muy similares a las que conseguiríamos si el volumen no estuviera cifrado.
Esto resulta esencial cuando se hacen copias de seguridad de datos personales fuera de las instalaciones de la empresa, ya sea en un NAS que replica datos, uno en casa y otro en el negocio, o se realicen las copias en la nube.
Al mismo tiempo, muchos dispositivos, como este de QNAP, incorporan un sistema de permisos granular para facilitar el acceso de los usuarios solo a la información que necesitan, aunque también se puede unir al Directorio Activo de Windows en un entorno de empresa. Por supuesto, dispone de un completo sistema de registro del acceso a los datos.
Para realizar todas las configuraciones y ayudarnos a explorar las posibilidades de los NAS de QNAP, tanto en un entorno doméstico como en un entorno profesional, tenemos disponible un canal de YouTube con tutoriales con el que sacar el máximo partido a los dispositivos.
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