En los equipos portátiles, los fabricantes tienen que ingeniárselas para meter en un espacio mínimo, con un peso lo más ligero como sea posible, desde la pantalla o la batería hasta los ventiladores, pasando por procesadores, memoria, unidades de almacenamiento, antenas de comunicaciones y dispositivos de entrada como teclado y ratón.
Precisamente, estos dos últimos componentes pueden parecer los menos importantes cuando se piensa en el resto. Pero, en la práctica, un mal teclado o un mal ratón puede arruinar la experiencia de uso de un portátil, así como las métricas de productividad. Sin los “dispositivos señaladores”, que es como se ha dado en llamar a todos los sistemas que han ido desfilando por los portátiles para mover el cursor, manejar un portátil sería poco menos que imposible, incluso tras la llegada de las pantallas táctiles.
El ratón es la solución más popular para desplazar el puntero, realizar selecciones, pulsar botones en pantalla, lanzar aplicaciones y abrir archivos con doble clic, o activar menús contextuales a través del botón derecho. Pero necesita un espacio exclusivo para moverse que no siempre es posible habilitar. Piensa en una mesa de un avión, o un espacio de trabajo compartido. Incluso, es posible que, simplemente, no se desee cargar con este accesorio, cableado o inalámbrico, por más cómodo y ágil que sea su uso.
Del trackball al Screenpad pasando por el touchpad
Los primeros ratones usaban una esfera y sensores de movimiento que convertían el desplazamiento de "la bola" en movimientos del cursor. No en vano se llamaban "ratones de bola". Algunos fabricantes directamente integraron una justo donde ahora está el touchpad, que giraba sobre sus ejes desplazando el dedo o la palma de la mano por encima. No era un sistema eficiente ni en ergonomía ni en diseño, y aspectos como no poder levantar el ratón había que sustituirlos por sistemas de aceleración y deceleración progresiva del cursor.
Otros optaron por el trackpoint: una palanca ubicaba entre las teclas que permitía mover el cursor a modo de joystick de pequeñas dimensiones. La apariencia era la de un pequeño punto en medio del teclado. Los botones izquierdo y derecho no eran un problema tan complicado de resolver.
El trackpoint era muy eficiente de cara al diseño industrial, al ocupar muy poco espacio, aunque la ergonomía no era tan perfecta. En un trackpoint, como en el caso del trackball, es necesario introducir tecnologías de aceleración y desaceleración del movimiento del cursor: un dispositivo señalador que se moviese siempre a la misma velocidad sobre la pantalla ofrecería una interacción muy rápida o muy lenta. Con todo, a día de hoy se siguen usando trackpoints en algunos modelos.
El sistema que se ha consolidado como el adoptado mayoritariamente por la industria es el touchpad, introducido en 1992. La idea de reservar un espacio debajo o al lado del teclado para usar el dedo como señalador es óptima por varios motivos.
Por una parte, podemos levantar el dedo y volver a apoyarlo para ir de un extremo a otro de la pantalla de forma cómoda y rápida. Por otra, el espacio necesario para integrarlo no es tan complicado de reservar. Los botones izquierdo y derecho, además, se han movido al propio touchpad, maximizando la superficie táctil útil y añadiendo la compatibilidad con los gestos usando dos, tres y hasta cuatro dedos.
Portátiles como el ASUS P6300, presentado en 1997, ya llevaban touchpad, aunque con un aspecto muy diferente al que lucen actualmente, sin botones independientes y con mayor superficie táctil. El siguiente paso evolutivo es el de integrar una pantalla táctil en el espacio del touchpad, una vez que el tamaño del mismo alcanza al de las pantallas de los smartphones.
ASUS ScreenPad, la innovación como inspiración
Ese paso lo ha dado ASUS con el ScreenPad: a la funcionalidad de touchpad se añade la de pantalla táctil auxiliar, por lo que todo son ventajas sobre el papel.
En realidad, hay que añadir a la ecuación la variable de la usabilidad. Si bien es cierto que el touchpad no se usa todo el rato, es importante que, tan pronto como haya que hacerlo, esté disponible de manera instantánea. Esa usabilidad depende en gran medida del software que gestiona la interacción.
ASUS, para optimizar tanto el uso del touchpad tradicional como el de la pantalla táctil ScreenPad, cuenta con el software ScreenXpert, que acompaña a la segunda generación de ScreenPad. El primer ScreenPad se introdujo en 2018 junto con el ASUS ZenBook Pro de 15". Tenía 5,5" de diagonal y permitía extender la pantalla, abrir aplicaciones o ver vídeos, además de ser un touchpad.
Esa primera versión ha dejado paso al ScreenPad 2.0, con 5,65", resolución Full HD+ y el mencionado software ScreenXpert, que viene integrado en un mayor número de portátiles: el ZenBook Edition 3.0, los ZenBook 13/14/15, el ZenBook Flip 15 y los VivoBook S14 y S15.
Diseño, ergonomía y tecnología
Los portátiles ZenBook 13/14/15 en los que ASUS ha integrado el ScreenPad 2.0 son finos y ligeros, con múltiples opciones tecnológicas y estéticas. Así, descubrimos en ellos hasta la décima generación de procesadores Intel Core junto a elementos de diseño avanzados que minimizan el tamaño y el peso mientras cuidan la robustez, la portabilidad y la experiencia de usuario.
En este sentido, las pantallas ─de 13, 14 o 15 pulgadas─ son NanoEdge para reducir los marcos a la mínima expresión consiguiendo un efecto estético muy agradable y, al mismo tiempo, contener las dimensiones de los equipos.
Disponer de una segunda pantalla en el espacio que tradicionalmente ocupaba el touchpad beneficia tanto la dimensión tecnológica como la estética y experiencial. Y con el software ScreenXpert, ASUS facilita y agiliza la transición entre el uso como pantalla y como touchpad.
En esa segunda pantalla de 5,65" Full HD+ y tecnología IPS que es el centro del ScreenPad, podemos lanzar aplicaciones tan útiles como un teclado numérico, un reproductor multimedia de audio y vídeo, un gestor de macros de teclado, un pad para escritura táctil y reconocimiento de escritura y un lanzador de aplicaciones. Pero también hacer las veces de pantalla auxiliar para aplicaciones de productividad como Word, Excel o PowerPoint.
Además, es muy fácil y rápido pasar del modo pantalla al modo touchpad, así como mover ventanas desde el display principal al ScreenPad. Es tan fácil como arrastrar y soltar. Es decir, se añade una nueva e interesante funcionalidad sin perjudicar la experiencia de uso del touchpad.
Multitarea, mejor con multipantalla
La multitarea se hace mucho más accesible con la presencia del ScreenPad sin que ello afecte al diseño de los equipos. Al contrario, ASUS consigue introducir un elemento de innovación muy interesante en portátiles como los ZenBook 13/14/15, pensados para profesionales estudiantes exigentes o entusiastas que demanden movilidad y el máximo de funcionalidad bajo una estética muy cuidada.
Frente a las opciones de conmutación de tareas que presenta Windows 10, el ScreenPad permite ejecutar al mismo tiempo varias tareas y verlas simultáneamente. Imagina estar enfrascado en un proyecto y, de vez en cuando, echar un ojo a esa segunda pantalla para cambiar la playlist de Spotify que se está reproduciendo sin dejar el proyecto que tienes entre manos. O utilizarla como un segundo monitor para arrastrar aplicaciones desde la pantalla principal y optimizar el flujo de trabajo con un nuevo nivel de productividad. O ver un vídeo en YouTube para hacer un descanso sin abandonar del todo el foco de atención principal.
Pero también el ZenBook 13/14/15 es un gran compañero de juegos gracias a la posibilidad de definir macros en el ScreenPad: podemos automatizar algunas acciones repetitivas que se lancen con solo una pulsación. Incluso desde el momento del arranque del portátil, en el que se muestra una selección personalizable de aplicaciones que se pueden iniciar con un toque en el ScreenPad, podemos lanzar de una vez todo aquello que necesitamos para trabajar, distribuyéndolo entre la pantalla principal y secundaria, o todo lo que nos hace pasar una tarde realmente divertida. Nosotros decidimos.
En definitiva, añadir una segunda pantalla táctil que haga las funciones de touchpad es lo fácil. Lo meritorio es hacer que la experiencia de uso como pantalla y como touchpad aporte una experiencia satisfactoria en aspectos como el consumo de contenidos multimedia, la experiencia de usuario y el manejo de aplicaciones. Y ASUS lo consigue con el software ScreenXpert, que viene a ser como un sistema operativo específico para el ScreenPad.
Imágenes |ASUS