El coche conectado, aquel con acceso a Internet, y que también puede contar con conexión por satélite o red WiFi, está revolucionando el concepto del automóvil, tal y como lo conocemos hoy en día.
Hablamos de un vehículo con acceso remoto, a través de dispositivos móviles, capaz de proporcionar el conductor funciones de diagnóstico del vehículo en tiempo real, además de permitirnos acceder a servicios de información multimedia, que harán más entretenido el tiempo que pasemos dentro del vehículo. Gracias a estos recursos tecnológicos podremos reducir costes, ya que nos ofrecerá la posibilidad de contar con información suficiente para que personalicemos nuestra póliza del seguro basándonos más fielmente en nuestros hábitos de conducción. Estamos ante un mundo de oportunidades en red.
El actual coche conectado ayuda a hacer la conducción mas segura
Cuando hablamos de coche conectado nos referimos a un vehículo que va mucho más allá de conectar un smartphone a su sistema multimedia para dar lugar a una comunicación al exterior, a un intercambio de datos, permitiendo de esta manera, la comunicación C2C (Car-To-Car) y C2I (Car-To-Infraestructure).
Los automóviles conectados son capaces de comunicarse de forma inalámbrica y bidireccional con una red externa
El verdadero coche conectado que se encuentra en la actualidad abarca múltiples innovaciones que van desde el acceso a música o radio por Internet hasta tecnologías mucho más sofisticadas, entre las que se encuentran los Sistemas de Asistencia a la Conducción Avanzados, conocidos como ADAS o Advanced Driver Assistance Systems, que contribuyen a reducir el número de accidentes, actuando ante posibles peligros y evitando errores del conductor. Entre ellos se encuentra el asistente de carril, capaz de detectar y alertar al conductor de desplazamientos no intencionados fuera de carril y actuar sobre la dirección, corrigiendo la trayectoria y frenando ligeramente.
También forman parte del ADAS, entre otros, el Traffic Jam Assist, cuyo objetivo es ayudar al conductor en los atascos y ante una colisión por alcance; el Front Assist, que ralentiza el vehículo si hay peatones en las proximidades o si se reduce la distancia entre tu coche y el que lo precede; el detector de ángulo muerto y el control de velocidad de crucero adaptativo, que mediante un radar o cámara de vídeo, es capaz de mantener la distancia de seguridad con el vehículo precedente, acelerando o frenando el mismo.
¿Cómo ha sido su evolución?
Estos automóviles capaces de comunicarse de forma inalámbrica y bidireccional con una red externa para ofrecer contenidos y servicios digitales, transmitir datos de telemetría, monitorizar el vehículo, controlarlo de manera remota o gestionar los sistemas de a bordo han evolucionado de manera progresiva, gracias a la convergencia entre dos mundos como han sido el de la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) y el motor.
En un principio se partía sin ningún tipo de comunicación en el coche hasta hace relativamente poco, pues el automóvil era uno de los pocos entornos que no se encontraban conectados a Internet en la vida diaria.
En 2014 comenzamos a disponer de sistemas de info-entretenimiento en el coche, que pudieran sacar partido a la multitud de ventajas y aplicaciones para el automóvil que ponen a nuestra disposición estos teléfonos de última generación. Cada fabricante los denomina de una manera, Intellilink, Sync y en el caso de SEAT, Mirrorlink.
La importancia de estos sistemas multimedia en los automóviles actuales es tal que, gran parte de la información de los nuevos modelos que van presentando, se centran en las virtudes de estos dispositivos y en las distintas funciones y aplicaciones disponibles para los mismos como My SEAT App, Google Maps o Coyote.
La revolución que está por venir
De manera progresiva, el coche se convierte en un elemento más de lo que se conoce bajo las siglas IoT (Internet of Things, o Internet de las cosas), una revolución en las relaciones entre los objetos y las personas, e incluso entre los objetos directamente, que se conectarán entre ellos y con la Red ofreciendo datos en tiempo real. Llega así un nuevo concepto, que se fraguó en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), con el fin de permitir la digitalización del mundo físico.
Si en 2014, apenas un 10 por ciento de los coches que se vendían en todo el mundo contaban con algún dispositivo de conectividad, la mayoría de los expertos vaticinan que en 2020 3 de cada 4 automóviles contarán con este tipo de tecnología.
No es casualidad que hacia esa fecha algunos fabricantes hayan fijado su objetivo de lanzar al mercado sus primeros modelos de conducción autónoma. Está claro que para que un coche pueda prescindir del “ser humano” requiere estar conectado y enviar miles de gigabytes de datos por segundo y en tiempo real, en el que se reflejen su posición exacta, el momento de realizar un giro, etc.
Conectividad y digitalización son dos de las tendencias que marcarán al sector del automóvil en los próximos años y que se mantendrán hasta el año 2025, según indica el Informe Global de Automoción GAES (Global Automotive Executive Survey 2017). Un estudio realizado en base a la opinión de 800 ejecutivos procedentes de 38 países, entre ellos España y por primera vez, a 2.100 conductores de todo el mundo.
La tecnología y los datos que genera un vehículo durante su utilización ayudarán, según el informe, a fidelizar la relación de los consumidores con las marcas de automóviles.
“Los vehículos conectados generarán productos y servicios innovadores", según apunta James Hines, director de investigación de Gartner
Está claro que el coche conectado es ya una realidad y, a medida que pasan los años, continúan ganando terreno en el sector de la automoción. Tanto será su impacto que, según la consultora Gartner, la producción de coches conectados a nivel mundial superará los 61 millones en 2020 y de éstos, el 90% estará conectado a Internet.
“Los vehículos conectados continuarán generando nuevos productos y servicios innovadores, crearán nuevas empresas, permitirán propuestas de valor y modelos de negocio, e introducirán la nueva era de movilidad inteligente”, según apunta James Hines, director de la investigación de esta empresa consultora y de investigación de la tecnologías de la información con sede en Stamford (Connecticut, EEUU).
Barcelona acogerá al coche conectado
SEAT se encuentra entre las marcas de automóviles que más atención están prestando en España al vehículo conectado. Una de sus metas es conectar al usuario con el concesionario, con las infraestructuras y a todos estos elementos entre ellos. Para ello, la marca probará en los próximos meses en Barcelona su coche conectado. Se trata de una prueba piloto en la que se testearán, por vez primera, nuevas soluciones de conectividad, que formarán parte de un ecosistema en el que los coches se comuniquen bien con otros servicios de la compañía, como el concesionario o el taller oficial, incluso con el propio hogar activando la calefacción de modo remoto, entre otras funciones.
Además, la marca española ya ha comenzado a dar los primeros pasos en este sentido asociándose con marcas como Samsung, que ha permitido que su gama Connect, equipada con teléfono inteligente que se conecta con el coche, suministre información a través de la pantalla central del vehículo, ofreciendo datos como el tráfico y el tiempo. Incluso lee los mensajes privados que llegan al móvil.
La visión sobre el futuro que SEAT aspira ayudar a construir es una en la que el ciudadano compre el vehículo por Internet, pase a recogerlo una semana más tarde por el concesionario o bien se lo traigan a casa y pueda pagar una cantidad fija al mes que le permita olvidarse del seguro y del mantenimiento, ya que el vehículo será sustituido cada dos años.
Este ciudadano formaría parte de una especie de club en el que tendrá acceso a recibir ofertas de entretenimiento, renovar su móvil inteligente, poner la calefacción de casa desde el coche o utilizar el servicio de facturación rápida en el aeropuerto.
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