Si nos fijamos en la absoluta implosión del mercado de las cámaras compactas podría pensarse que los teléfonos móviles las han sustituido por completo. Y sería una apreciación acertada. También lo sería el hecho de que este reemplazo se ha llevado a cabo apelando a cuestiones económicas más que de calidad. Y es que si solo atendiéramos a parámetros como los megapíxeles, hasta el típico “móvil para WhatsApp” debería brindar un rendimiento fotográfico sensacional. Y no es así.
Esa pugna por alcanzar el mayor número de megapíxeles o la apertura más baja esconde una realidad obcecada: el segmento de los teléfonos-cámara ha sido sustituido por unas cifras que significan tan poco que casi resultan impostadas. La auténtica calidad fotográfica, la capacidad para reflejar los matices más delicados bajo una puesta de sol o para capturar todos los colores adecuadamente, es algo mucho más difícil. Y ese es el espíritu que forma la misma identidad de la serie HONOR 200.
Más que cifras y tecnología: unas capacidades fotográficas que se apoyan en los expertos
La tecnología, que es lo mismo que decir la ciencia, es al final parte vital de un conjunto bastante más complejo, pero una fracción del mismo a fin de cuentas. El procesamiento de la luz capturada por los sensores de un teléfono, que es lo mismo que decir el procesamiento de la fotografía, determina en gran medida su calidad final. Y, por ello, HONOR ha querido dotar a su nuevo abanderado fotográfico, el HONOR 200 Pro, con lo más parecido a una sensibilidad artística, asociándose con Studio Harcourt para elevar la calidad de sus fotos.
Establecida en 1933, la afamada firma parisina goza del más alto prestigio por su labor retratando a estrellas del cine, de los deportes y de la jet set de los siglos XX y lo que llevamos del XXI. Pero también por un estilo propio extremadamente difícil de reproducir con un teléfono móvil convencional, contrastando luces y sombras para resaltar tanto los rostros como los volúmenes de la ropa o el contorno de los hombros, creando así un halo luminoso para enmarcar al sujeto.
Con un móvil convencional, el estilo Harcourt suele generar imágenes con un cromatismo deslavazado —especialmente cuando se dispara en color— y una pérdida de detalle importante en la unión del claro y el oscuro. Para refinar este aspecto y dotar a sus fotos con una personalidad propia, los ingenieros de HONOR y más de 20 expertos de Harcourt se enfrascaron en una colaboración de 400 días durante la cual estudiaron más de 1.000 escenarios de iluminación y una vastísima cantidad de datos para dotar de una personalidad propia las fotos del HONOR 200 Pro a través del software de cámara.
El resultado es una cámara triple con un algoritmo RAW mejorado, que en modo retrato facilita la captura y el procesamiento de la iluminación de la escena de forma más equilibrada, creando fundidos oscuros para los fondos y rostros más luminosos pero sin pérdida de detalle. Un móvil que proporciona resultados increíbles en manos de cualquier usuario y que próximamente dará que hablar por la colaboración de HONOR con el fotógrafo británico Rankin, conocido por sus retratos de estrellas como David Bowie y Kate Moss.
Una cámara que mima los detalles
Obviamente, operaciones tan delicadas como una correcta captura de la luz, tradicionalmente muy limitada en los teléfonos móviles por el tamaño de los sensores, dependen al final de la base técnica del dispositivo. Y aquí, HONOR ha vuelto a demostrar que sabe llevar al límite el hardware actual. El sistema de triple cámara del HONOR 200 parte de una sólida combinación formada por un gran sensor de 50 MP y f/1.95 totalmente estabilizado, al que se añaden un sensor de 50 MP para retratos con zóom óptico 2,5x —también estabilizado— y un ultra gran angular de 12 MP.
La versión Pro va aún más lejos. Bautizado con el nombre H9000 y provisto de una serie de modificaciones técnicas exclusivas, su sensor principal de 50 MP con óptica de siete elementos tiene un tamaño gigantesco, con nada menos que 1/1,3 pulgadas para capturar la máxima cantidad posible de luz.
Esto hace que sea especialmente efectivo en condiciones nocturnas o con una iluminación ambiental complicada para otros teléfonos. Pero también permite capturar con mayor detalle objetos lejanos y obtener esa perseguida —y rara vez obtenida— esencia Harcourt mediante la inteligencia artificial. De hecho, fruto de la cooperación entre HONOR y la firma francesa, HONOR AI Portrait Engine permite a todo tipo de usuarios capturar retratos únicos sin esfuerzo.
Incluso si nos vamos al HONOR 200 Lite, sus capacidades fotográficas resultan superiores a la media, con un sensor principal de 108 MP, un doble sensor gran angular y bokeh de 5 MP y un macro de 2 MP para tomas a muy corta distancia. Este modelo ni siquiera escatima en la cámara para selfis, que cuenta con un captor de 50 MP y f/2,4, tan solo un poco menos luminoso que en el caso de los HONOR 200 y HONOR 200 Pro (f/2,1).
Más que fotos: rendimiento de un buque insignia
En cualquier caso, todo teléfono-cámara que se precie no solo debería sacar unas fotos a la altura de lo esperado, sino también brindar un rendimiento por encima de la media. No solo para justificar su precio o por una cuestión de imagen, sino porque son móviles que van a tener que procesar fotografías RAW de tamaño gigantesco, vídeo de alta calidad e incluso aplicaciones de retoque con unos requisitos de hardware nada desdeñables.
Por este motivo, la compañía ha querido equipar su HONOR 200 Pro con el chipset más reciente de Qualcomm, el Snapdragon 8s Gen 3. Unido a sus 12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento, su potencia y la velocidad de su ISP hacen posible tomar auténticos fotones nada más desenfundar el móvil o jugar a los juegos más exigentes del momento con total fluidez en su pantalla AMOLED de 6,78 pulgadas, que incorpora —como no puede ser de otra forma— refresco a 120 Hz y que incluso puede generar picos de brillo de hasta 4.000 nits; una de las cotas más elevadas de la industria.
En el caso de los HONOR 200 y HONOR 200 Lite, el nivel sigue estando muy alto, con un chipset Snapdragon 7 Gen 3 y 12 GB de RAM en el primer caso y con un eficiente Mediatek Dimensity 6080 con 8 GB en el segundo, aunando un buen rendimiento con un consumo muy ajustado. En ambos casos también hablamos de pantallas AMOLED, concretamente de 6,7 pulgadas, y de una elevada velocidad de refresco —120 Hz para el HONOR 200 y 90 Hz para el HONOR 200 Lite—, siempre con certificación TÜV Rheinland Low Blue Light y unos marcos mínimos.
Con unos sensores de imagen top, un procesamiento de imagen con la asistencia de auténticos profesionales y un hardware que prima la velocidad de reacción, la serie HONOR 200 llega para recordarnos que los teléfonos-cámara son algo más que una simple etiqueta. Porque, para llegar a lo más alto, no solo hace falta un hardware de primera línea; también hay que saber cómo exprimirlo.
Ahora, además, puedes llevarte tu nuevo HONOR 200 con las siguientes ofertas de lanzamiento, solo hasta el próximo 30 de junio:
- HONOR 200 Pro y HONOR 200: por 799 € y 649 €, repectivamente, con unos HONOR Earbuds X5, un SurperCharge 66W, una funda, seis meses de protección de pantalla y 100 € de descuento.
- HONOR 200 Lite: por 329 €, con un código de descuento instantáneo de 30 €, una HONOR Band 7 y un HONOR SuperCharge.
Imágenes | HONOR
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