Que el futuro es inteligente es una verdad como un templo. 2018 fue la puerta de entrada en el ecosistema del hardware remoto. Cientos de empresas, desarrolladores y agencias gubernamentales mudaron sus servicios a la nube por alguna razón. Y, contra lo que pudiera pensarse —automatización, robotización—, los servicios son cada vez más personalizados y adaptados en términos de volumen a las necesidades de cada cliente.
El big data está virando las reglas laborales. No en vano, las nubes de grandes empresas como Microsoft (con Azure) o Amazon (con AWS) son ya los verdaderos pulmones económicos. Sin palabrería: sus principales fuentes de negocio.
¿Ejemplos? Decenas: los analistas de riesgo se aferran a la analítica de grandes bancos de datos. Las aseguradoras y las primas de seguros médicos no sabrían vivir ya sin el análisis predictivo. Las energéticas saben cómo aprovechar al máximo los recursos de luz y viento gracias a la gestión inteligente de recursos. Lo mismo sucede con las grandes superficies comerciales y su gestión de estocaje.
El mapa de carreteras de nuestro país y los vehículos que circulan en él, la trazabilidad e los productos y el control en cadenas de frío, el mantenimiento preventivo de electrodomésticos, los nuevos modelos logísticos, los sistemas de atención al cliente… no queda un segmento donde los pesos pesados de la tecnología y los proveedores de servicios, gracias a la IA, no hayan dado un salto cualitativo. El futuro es ahora.
¿Cómo elegir la estación de trabajo que necesitas?
Si trasladamos esto al mercado del usuario, podemos sentenciar lo mismo. Además, el número de autónomos (_freelancers_) y PYMES no dejan de aumentar a medida que los trabajos se especializan y requieren de un número mayor de recursos para trabajar. Más aún si las personas buscamos competir con nuestras habilidades en un mundo que vira con velocidad hacia el uso de la inteligencia artificial.
De momento, nada rivaliza con la originalidad humana, y puestos de trabajo de ingenieros, arquitectos, diseñadores, personal sanitario y otras disciplinas todavía tienen mucho que aportar al mundo. De hecho, pueden ayudar a mejorar el mundo si cuentan con las herramientas adecuadas. Esto nos lleva de cabeza a la estación de trabajo usada por las PYMES y autónomos. ¿Cuál elijo? ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de diseñarla?
Lo primero que hay que aclarar es la diferencia entre ordenador de sobremesa y estación de trabajo. Lo que usamos en casa para mirar el correo es un ordenador de sobremesa, un portátil o, eventualmente, un móvil. Son equipos estándares que nos sirven para todo pero no están orientados a un objetivo específico. Son equipos multiuso básicos.
Una torre ThinkStation P920 (abajo), capaz de soportar hasta tres tarjetas NVIDIA Quadro GV100, con hasta 2 TB de memoria DDR4 y 20 TB de información, es una estación de trabajo. No es "un PC", sino que se trata del marco de trabajo por el que empezar a configurar la que va a ser la herramienta más importante del profesional.
La estación de trabajo debe adaptarse al trabajador
El 99,99% de las empresas españolas son PYMES con entre 0 y 249 trabajadores a cargo, según el Ministerio de Industria. Son casi la totalidad de la fuerza de trabajo y, sin embargo, la mayoría de las soluciones de digitalización parecen orientadas a las grandes empresas. Soluciones estándar que no puntualizan en las necesidades de cada puesto de trabajo y persona.
Evidentemente, no todos los puestos de trabajo son iguales , ni debemos aproximarnos a ellos desde el mismo ángulo de visión porque cada uno tiene sus particularidades. Es la estación de trabajo la que tiene que adaptarse al trabajador, y no al revés (como a menudo ocurre). Es más frecuente que un trabajador se incorpore a una empresa y herede algún PC a que se evalúen las necesidades del nuevo puesto para realizar una inversión.
Estas necesidades han de tener en cuenta cierta modularidad o, por lo menos, ofrecer soluciones diferenciadas, como ocurre con las WorkStation de Lenovo. Sí es cierto que en entornos altamente competitivos como es el de las PYMES buscaremos estaciones de trabajo con puntos comunes, como que sean capaces de trabajar en perfectas condiciones durante horas, que respondan rápidamente, en las que tengan cabida nuestros programas, o que trabajen con el sistema operativo en el cual estos tengan la capacidad de funcionar a la perfección, como Windows 10 Pro.
Cuando en una PYME se configura un puesto de trabajo —más allá de saber cuántas pantallas se necesitarán— también es clave saber qué labores realizará el trabajador. Qué recursos necesita en su día a día para que el ordenador no suponga un freno, sino una herramienta sobre la que apoyarse. Esto nos lleva a varios factores importantes, como elegir bien el equipo de trabajo y saber cómo optimizarlo.
Equipos diferenciados para trabajar con programas específicos
En los sectores técnicos del mundo empresarial (los llamados STEM) suelen usarse programas que usan muchos recursos. La mayoría de ellos son conocidos y pueden instalarse y usarse en cualquier PC, como los programas de Adobe, Autodesk, Siemens o Mckesson. Sin embargo, no en todos los equipos de trabajo están certificados por esas compañías.
La serie P de Lenovo, de la que hemos adelantado algún modelo y con la que seguiremos el artículo, dispone de equipos cuyos diseños han sido probados por los responsables de Autocad o Adobe Premiere, y que certifican que el equipo está optimizado para funcionar con ellos. Es decir, son auténticos Fórmula 1, estaciones de trabajo diseñadas para un uso específico, como puede ser el diseño gráfico, el cálculo estructural o el renderizado de espacios.
El equipo ha de adaptarse al uso del trabajador, empezando por los programas que pueden ser usados de forma óptima. Un técnico de vídeo, un ingeniero mecánico o un investigador en biomecánica no pueden quedarse de brazos cruzados porque el ordenador no responda. Las PYMES necesitan equipos de trabajo optimizados si quieren aprovechar el talento de sus trabajadores, que en última instancia es lo que aporta valor.
Flexibilidad y escalabilidad en la estación de trabajo
Arriba hemos mencionado, de pasada, algunas especificaciones de la WorkStation P920, aunque podríamos haber usado otras como ejemplo, como las P520 y P520c, o la P720. Las tres tienen muchos puntos en común, como mantener un formato de torre, haber sido diseñadas para el mínimo consumo y usar un sistema de refrigeración de tres canales. Por descontado, vienen con Windows 10 Pro de serie. Pero nos quedamos, de momento, con su escalabilidad.
Aunque sepamos qué programas básicos usará el profesional, no siempre es fácil prever sus necesidades futuras. Estas a menudo cambian a medida que una empresa crece y se adapta al mercado laboral. Más aún si hablamos de una PYME, pero particularmente si somos un autónomo.
¿Cómo podemos cambiar de estación de trabajo sin cambiar de equipo? Invirtiendo en un diseño modular como el que vemos arriba. Observamos el lateral expuesto de la WorkStation P920, sobre el que podemos ver diferentes _slots_ o ranuras.
Las de abajo a la izquierda, en horizontal, son para las tarjetas gráficas. La tapa central con el texto ThinkStation esconde el almacenamiento RAM, ampliable con hasta 16 DIMMs, y las cuatro bahías que vemos a la derecha son para ampliar la memoria física. Es decir, que esta estación de trabajo podrá ampliarse a medida que el trabajador va demandando más recursos, todo ello sin cambiar de equipo.
- P520. 1x NVIDIA Quadro, 256 GB DDR4, 32 GB RDIMM, 2TB
- P520c. 1x NVIDIA Quadro, 128 GB DDR4, 32 GB RDIMM, 2TB
- P720. 2x NVIDIA Quadro, 384 GB DDR4, 32 GB RDIMM, 20TB
- P920. 3x NVIDIA Quadro, 2TB DDR4, 128 GB RDIMM, 20TB
En función de las diferentes series optimizadas que ofrece Lenovo, como las mencionadas arriba, tendremos un número diferente de posibilidades máximas, que podemos ver arriba. Esto significa que si invertimos en una WorkStation P720 y, un año después nos damos cuenta de que necesitamos más gráfica, podremos añadir una tarjeta simplemente colocándola en el _slot_ (son plug&play).
Equipos para todas las necesidades
Los equipos de arriba son ideales para puestos de trabajo con espacio para una torre. Un ingeniero en un despacho, un médico en una consulta, un calculista en una oficina… Pero ni todas las mesas de trabajo disponen del mismo espacio ni todos los equipos de trabajo responden a la necesidad de una mesa propiamente dicha. Para ello también hay soluciones, como la ThinkStation P330 Tiny.
Pese a su reducido tamaño —es la estación de trabajo más pequeña del mercado — es capaz de albergar una tarjeta gráfica y dos módulos DDR4 de hasta 32GB, más hasta 2 TB de almacenamiento interno.Todo en un diseño que apenas supera los 18 cm, por lo que es perfecto para anclar tras la pantalla, colocar bajo una mesa, e incluso dejar tras un televisor.
De hecho, este tamaño es perfecto tanto para ser usado como puesto de trabajo como para colocarlo tras televisores en la tienda (admite hasta seis pantallas), y no sufrirá por estar confinado en espacios pequeños porque resiste altas temperaturas. Esto hace que directamente podamos prescindir de una torre como tal.
Cada PYME es un mundo diferente, y cada puesto de trabajo requiere herramientas acorde a sus necesidades del día a día , siendo siempre aconsejable la elección de un diseño modular que permita la escalabilidad a futuro de la empresa, así como un fácil mantenimiento.
[Imágenes | LENOVO]