Dicen que cuando en un estudio de videojuegos tienen un problema para dar forma a una idea acuden a un ilustrador español para resolverlo. Nuestra patria va sobrada de talento. Pero esto genera cierto hándicap: si el talento emigra, bien por una cuestión de estabilidad económica, bien por algo tan obvio como son oportunidades extra, ¿qué nos queda a nosotros, los lectores españoles?
Por cuestiones como esta nacieron en nuestro país iniciativas como ‘Planeta Manga’, el bastión con la mayor concentración de mangakas talentosos de la editorial. Y, cuando un autor ya ha expuesto sobradamente sus aptitudes, llega el momento de culminar, de vestirse de largo y editarlo en solitario con las máximas garantías.
Lo que viene a continuación es una auténtica invasión mangaka, una avalancha de ideas que no solo constatan la salud de este ecosistema, también ejemplifican que a nuestros talentos no les faltan ideas, acaso un entramado empresarial que impulse dichas ideas para llevarlas a buen puerto. Por si quieres un resumen breve, apunta: SOMA, Kohva y Wild Beast, tres mangas recién editados para cerrar un 2023 lleno de novedades y colarse bajo los árboles de Navidad de todos los fans del género.
SOMA, amistad interplanetaria
Quienes conozcan las novelas gráficas de Scott Pilgrim (Bryan Lee O'Malley) se van a llevar una sorpresa cuando lean SOMA. La vívida paleta de colores —a cargo del siempre excelso Eiden Marsal—, la caracterización de algunos secundarios, la forma de encapsular animación tradicional con bocadillos tintados, la composición de escenas… todo recuerda a este clásico del cómic moderno. Lo mejor de todo es que tras este tebeo de casi 300 páginas se esconde una historia única.
Una historia que es capaz de subvertir ciertos tropos, de hablar sobre los dilemas humanos más prosaicos, como puede ser trabajar como autónomo haciendo encargos que no quieres para finalmente encontrarte y encontrar el relato que realmente quieres contar.
Maya es una ilustradora viviendo siempre presa de las fechas de entrega y los encargos, trabajando en cómics de fantasía que le aportan lo justo. Siempre con prisas, siempre agobiada por cumplir con los encargos. Por su parte, Juu, amigo de Maya, se complica lo justo y se pasa las tardes en apps de ligar. La vida de ambos da un giro salvaje cuando un bicho se cuela por la ventana del cuarto de Maya. Es SOMA, una bola alienígena capaz de proyectar visiones. Sí, soma, como la droga que consumen los sumisos de ‘Un mundo feliz’, de Aldous Huxley.
Por suerte, Soma es todo lo contrario. Necesita ayuda: los suyos están a punto de empezar la conquista de la Tierra y él quiere impedirlo. De un momento a otro el planeta entero se encuentra frente a una especie de ‘La guerra de los Mundos’. En paralelo, ese mismo día Juu tiene una cita pero sale regular. Y salvar a la Tierra exige colaborar. Juntos, Maya y el alien, se lanzarán a una batalla imposible, perdida desde el comienzo.
O eso parece en un principio, hasta que descubren que la sal acaba con la vida de estos monstruos tentaculares. Creando bombas con botellas de lavavajillas, una cuenta regresiva a lo largo de la novela —al estilo de clásicos como ‘El corazón del Imperio’— marca el plazo que les queda para arreglar las cosas. Al parecer esto fue algo que ya ocurrió en un pasado remoto, y es mejor olvidar toda esperanza. Sin embargo, Soma no está de acuerdo. Soma quiere creer en la humanidad.
Estas son las líneas maestras de un cómic que parece un videojuego y que no se esconde ni un solo chiste. Como Scott Pilgrim, es divertida hasta cuando intenta ponerse seria y profunda. Porque la ironía de todo esto es que Maya es una especie de alter ego de Carles Dalmau, uno de nuestros ilustradores más internacionales, colaborador en el diseño de arte de videojuegos como ‘Cult of the Lamb’, ‘Genshin Impact’ o ‘The Binding of Isaac’. Alguien que nunca para de trabajar.
Por su parte, al guión se encuentra Fernando Llor, vigués con 24 publicaciones a las espaldas, guionista desde año 2014 en producciones como ‘Ojos Grises’ (Panini, 2016), ‘Korubaku’ (Kramiek, 2020), con nominaciones al Mejor Guionista Nacional en los Premios Carlos Giménez (en 2017, 2018 y 2019) y premiado a Mejor Guionista Español en los Premios José Sanchis Grau (en 2019).
Kohva 1, la maldición de hacer realidad una leyenda
Siguiendo la senda de 'Kaiju', de Naoya Matsumoto, por fin tenemos la oportunidad de disfrutar del primer volumen de ‘Kohva’ en formato tankobon tradicional —de 13 x 18 cm aproximadamente—. Los lectores de Planeta Manga ya conocen de primera mano este relato que Andrea Konata comenzó mientras entró a trabajar en el séptimo número de Planeta Manga.
Lo que aquí os espera son 230 páginas en tinta negra con intros interiores a todo color y rústica sin solapas. El mejor formato para esta serialización de seis episodios por un precio muy económico. ¿Y qué podemos decir de este manga patrio? Que cualquier otro país estaría rifándoselo. Esto es animación de calidad, amigos.
Aki tiene que superar el habitual rito iniciático de su tribu. Sin embargo, él no parece tener nada especial. Habrá que repetir la prueba. Con ayuda de su hermano Yako tal vez lo consiga. Salen pronto por la mañana con el objetivo de demostrar sus habilidades pescando con lanza. Sí, os espera un shonen, pero uno de primerísimo nivel. Lo que se encuentra al retornar al hogar es algo monstruoso, algo que rompe su alma para siempre.
Kohva en su corazón es puro pulp, pura novela de aventuras con líneas de acción frenéticas
Así arranca la primera página: “Nuestros ancestros pactaron con las deidades a cambio de los dones…dones que nos facilitaban la vida en las tierras heladas. Las aguas se impregnaron de su sangre negra, cuando las bestias del mar llegaron, el suelo helado bendecido por las deidades, se partió”. Con un dibujo y un tono que recuerda poderosamente a ‘Kimetsu No Yaiba’ —incluso en la representación de las “bendiciones”—, Aki y su hermano emprenderán una huida y descubrirán, de paso, la causa de este cambio.
Es fácil leer cierto subtexto ecologista bajo el permafrost. Sin embargo, Kohva en su corazón es puro pulp, pura novela de aventuras con líneas de acción frenéticas y una narración clara y contundente. Nos ha flipado. Y te garantizamos que acabarás y estarás deseando saber cómo continúa.
Esta edición, por cierto, incluye unas cuantas ilustraciones exclusivas hacia el final, un “previously” para ir calentando el ambiente de cara al tomo 2 y hasta una doble página de la propia Konata que sirve para dar contexto a este proyecto que nació como un trabajo de clase mientras dibujaba ‘Nebesta’ y se ha convertido en el trabajo más ambicioso de su carrera.
Wild Beast, la libertad de elegir
Y nos despedimos con un giro total de tono y estilo. Si ‘SOMA’ tiene cierto aroma americano que a su vez viene heredado del manga clásico de autores como Osamu Tezuka y ‘Kohva’ es indiscutiblemente un shonen, ‘Wild Beast’ es puro biel. Fantástico, pero biel al fin y al cabo. Un romance muy dulce, en todo caso.
Quienes estén acostumbrados a leer en Webtoon, la famosa plataforma de mangas (y manhuas, sobre todo), la reconocerán. Sus más de 20 millones de visitas hablan bien claro de su éxito. Y es de celebrar que Planeta Manga se haya animado a editar ‘Wild Beast’ en este formato —a todo color, en rústica de 14,8 x 21 centímetros— y lo haya hecho con tanto compromiso.
Yule es un gato doméstico que se ha escapado de la casa de su dueño humano, Owen. Él va a buscarlo al Wild Beast, una casa donde se alojan animales perdidos, una especie de hospicio en mitad del bosque. Yule no quiere volver a su casa, así que pese a las reticencias típicas frente a un novato, comienza a trabajar en el lugar. Allí conoce a Ethan el oso, Todd, el zorro, las hermanas cuervo, Skye, el conejo y a Ragnar, quien finalmente le asigna labores de limpieza.
Ragnar fue antaño quien erigió esta residencia, un lugar donde vivir libremente conforme a sus creencias
Ragnar fue antaño quien erigió esta residencia, quien puso en marcha un rincón del mundo con el fin de que cada uno pudiera encontrar su lugar y vivir libremente conforme a sus creencias. Owen se presenta reclamando a su gato y Ragnar le planta cara. Lo que viene después no podemos contártelo pero ya te garantizamos que te llevará a comprar los dos tomos siguientes que cierran esta historia. ‘Wild Beast’ es esa metáfora que, como personas, nunca debemos olvidar.
Inma Ruiz, Inma Pollito para los amigos, es la mangaka de Melilla ha dado forma a todo esto. 3x1 fue su primer manga extenso, publicado por Medea Ediciones al ganar la tercera edición de su Medea Wants You. Desde entonces se ha ido acumulando los galardones y las ediciones —en 2009, el concurso de manga de Norma con O.U.T, por ejemplo—. Este mismo año marca récords de ventas con su manual de estilo 'Kodomo Manga paso a paso'.
De hecho, mientras ‘Wild Beast’ se edita, el webcomic 'The Violinist and the Nerd' arrasa en Webtoon. También fue una de las ilustradoras clave en ‘Japón: de estudiante a mangaka’ la novela gráfica de Blanca Mira publicada por Planeta Cómic en 2021. Ilustradora de carteles para eventos, videojuegos y demás, el futuro de esta autora está garantizado. Estamos seguros de ello.
Imágenes | Planeta Cómic