Simetría según la RAE: Correspondencia exacta en la disposición regular de las partes o puntos de un cuerpo o figura con relación a un centro, un eje o un plano
La simetría es una de esos conceptos que son más fáciles de ver que de explicar. Nuestro ojo la reconoce de forma natural: el cuerpo de una mariposa, la fachada del Taj Mahal (y muchísimas más obras arquitectónicas) e incluso también nuestro rostro. La simetría está en todas partes, ocupa un puesto fundamental en nuestra percepción del mundo, la simetría es el orden frente al caos.
¿Qué tipos de simetría existen?
La simetría que nosotros reconocemos de manera más intuitiva es la que se conoce como simetría bilateral, que es también la más común. Es cuando una figura está formada por dos partes con la misma distancia a ambos lados de un eje.
Ejemplos de simetría bilateral hay por doquier, tanto en aquello fabricado por la mano del hombre como en la naturaleza: nuestro cuerpo y el de la mayoría de los vertebrados, la mencionada mariposa, una estrella de mar, un copo de nieve... y también en una ventana, un avión, una mesa, una silla...
Seguro que si ahora mismo miras a tu alrededor encontrarás muchos objetos con simetría bilateral, aquellos objetos que puedes partir por la mitad de manera que un lado sea el reflejo del otro.
Sin embargo, existen muchos otros tipos de simetrías. A continuación vamos a ver las que encontramos en dibujo (considerando solo dos dimensiones), aunque también hay otras simetrías en geometría (tres dimensiones).
- Simetría de rotación: es cuando la simetría no se produce con respecto a un eje, sino con respecto a un punto. Un motivo que gira repitiéndose varias veces de forma regular hasta completar los 360º. Un ejemplo fácil de ver sería una mesa redonda con sillas a su alrededor, o la distribución de las capillas en el Panteón de Agripa en Roma. Su equivalente geométrico es la simetría esférica (un balón) y la cilíndrica (una copa de vino).
Simetría de ampliación: es aquella en la que las partes tienen la misma forma, pero van creciendo en tamaño. Por ejemplo, una serie de matrioskas dispuestas sobre la mesa.
Simetría de traslación: es cuando la misma forma se repite a lo largo de una línea de forma constante. Por ejemplo, las columnas de un templo griego.
Simetría de abatimiento: es en realidad un tipo de simetría de rotación, cuando dos objetos son simétricos con un giro de 180º. Por ejemplo, las posiciones de saque de los jugadores en un partido de tenis.
Ordenando el Universo
Puede parecer que la simetría es una invención del hombre, una manera de que sus creaciones destaquen frente a la aparente anarquía de la naturaleza. Así, los templos Mayas y las pirámides de Egipto emergían de entre la selva y el desierto como rotundos monumentos a la simetría.
Los griegos y los romanos la usaban en sus templos, anfiteatros y circos. Hasta el urbanismo romano se organizaba a partir del doble eje de simetría que establecían el cardus y el decumanus, ordenando sus ciudades a partir de estas arterias perpendiculares.
Vitruvio, quien redactara el primer tratado de arquitectura de la historia, afirmaba:
Simetría es la conveniente correspondencia entre los miembros de la obra, y la armonía de cada una de sus partes con el todo: pues así como se halla simetría y proporción entre el codo, pie, palmo, dedo y demás partes del cuerpo humano, sucede lo mismo en la construcción de las obras.
Las iglesias y catedrales son otro ejemplo de simetría, donde esta juega un papel vinculado a la perfección divina, tanto en su fachada como en su planta, con una nave principal secundada por dos naves laterales que acaban en un ábside que a su vez es un ejemplo de simetría radial.
Incluso en la arquitectura moderna, que buscó romper con todo lo establecido hasta entonces, la simetría ejerce de elemento ordenador. Mies van der Rohe, uno de los abanderados del Movimiento Moderno, preguntado por la simetría de los edificios del Instituto Tecnológico de Illinois decía:
¿Por qué no han de ser simétricos los edificios? En la mayoría de los edificios de este campus es normal que haya escaleras a ambos lados y que el auditorio o el vestíbulo estén en el centro. De esta manera es natural que los edificios resulten simétricos.
Pero basta con echar un vistazo a cualquier obra de Calatrava (por citar a un arquitecto en el imaginario de todos) y descubriremos que la simetría es una constante en su trabajo. Curiosamente, el valenciano es un arquitecto de inspiración organicista, lo que nos lleva a pensar que la simetría no es una invención humana, sino una traslación de lo que observamos en la naturaleza.
Ya cuando nos miramos en el espejo por las mañanas vemos simetría. No perfecta, porque nuestros rostros solo son simétricos en la medida de que tenemos dos ojos, dos orejas y la nariz y la boca en el centro, pero simetría al fin y al cabo, algo que compartimos con muchos otros miembros del reino animal.
Aunque el ser humano no hubiera "inventado" la simetría, esta seguiría presente en nuestras vidas: al mirar una margarita, sus pétalos estarían dispuestos en simetría radial. Un panal de abejas tiene simetría hexagonal (con respecto a tres ejes), mientras que un caracol o un girasol combinan una simetría radial y de ampliación con una espiral que sigue la secuencia de Fibonacci.
Incluso si dejamos los seres vivos a un lado, también podemos encontrar simetría en las formaciones cristalinas de ciertos minerales, fruto del orden de sus moléculas. Lo mismo ocurre con los copos de nieve. Cada uno es único, pero todos comparten una simetría hexagonal provocada por la disposición de las moléculas de agua, que ante la debilidad de los enlaces de hidrógeno en estado sólido, adoptan una disposición ordenada que equilibra las fuerzas de atracción y repulsión.
De hecho, la misma molécula de agua es simétrica, lo mismo que el oxígeno o el dióxido de carbono, y la simetría molecular juega un papel muy importante en los procesos químicos. Incluso a nivel atómico se trabaja sobre la base de una simetría esférica del orbital atómico en torno al núcleo.
Es decir, que la simetría ordena desde los elementos más pequeños que nos componen hasta aquellos cuya extensión nos es inabarcable, pues si miramos al cielo, hallaremos simetrías de muchos tipos en los planetas, las estrellas, las órbitas y las galaxias. La geometría rige el Universo, y la simetría es la manera más clara en la que se muestra el orden frente al caos.
La simetría y nuestra forma de coger el móvil
Vivimos rodeados de simetría, desde el dormitorio (la cama, las puertas de un armario) hasta la cocina (un plato, una bandeja, un tenedor o una cuchara)... Sin embargo, la simetría no había llegado todavía a nuestros teléfonos móviles, al menos no para poner orden.
Porque cuando suena nuestro teléfono y echamos la mano al bolsillo, a la mochila o al bolso, nuestro cerebro reconoce una forma regular y simétrica, y por lo tanto no espera un comportamiento diferente según su orientación, y ahí es cuando llega el caos. Ocurre que en los smartphones convencionales, su simetría solo es aparente: en un extremo se encuentra el micrófono y en el otro el altavoz, por tanto solo hay una manera correcta de cogerlos. Y ya sabemos lo que dice la ley de Murphy al respecto: "Estadísticamente, si hay un 50% de probabilidades de que algo salga mal, saldrá mal nueve de cada diez veces"
Con el Alcatel Onetouch Idol 3 esto ya no es así. Porque el nuevo buque insignia de Alcatel Onetouch tiene un diseño auténticamente simétrico, y tanto si lo cogemos hacia arriba o hacia abajo, la interfaz se ajustará automáticamente, incluso al contestar una llamada, ya que hay un altavoz y un micrófono en cada extremo. Puedes coger tu teléfono como quieras, que siempre acertarás. Porque la simetría es bella e importante, pero también práctica.
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