La salud es uno de los atributos que más ha condicionado y condiciona nuestra trayectoria como sociedad y como individuos. La vida en un entorno natural es difícil cuando dependemos de una biología en constante pugna por realizar su función sin más ayuda que los propios métodos y mecanismos con los que cuenta para avanzar en los procesos vitales.
La construcción de la civilización ha pasado inevitablemente por la construcción del concepto de salud, identificando aquellas circunstancias que nos privan de ella, o incluso de la vida, y desarrollando disciplinas científicas como la Medicina o la Farmacología para alcanzar ese estado saludable que hace posible nuestra existencia en este planeta.
A ellas se ha sumado la innovación tecnológica para detección, diagnóstico, rastreo y control de enfermedades. Y es precisamente la divulgación de esos avances científicos y tecnológicos lo que busca la Fundación Pfizer con la inciativa "Salud… en evolución" a través de piezas audiovisuales de fácil comprensión. Es su forma de contribuir a un estado saludable de la sociedad que nos concierne a todos.
Nacho González, técnico de Innovación de la Fundación Pfizer, define así el objetivo de la Fundación: "Trata de impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación en nuestro país, orientada al sector salud". Su finalidad es acelerar la adopción de esas novedades científicas y tecnológicas que, en el caso de "Salud... en evolución", se materializa en la divulgación de figuras, ideas y proyectos que contribuyen a mejorar la calidad de vida a través de la salud y la innovación tecnológica.
Nacho González y Luis Quevedo, divulgador científico y conductor de "Salud... en evolución", dan todos los detalles en este vídeo de Xataka Live!:
La Medicina, una ciencia tan antigua como la humanidad
Nuestra propia biología nos ayuda a mantener un buen estado de salud mediante el uso de alimentos o elementos químicos presentes en la naturaleza de un modo muchas veces intuitivo. Cuando la falta de calcio era más o menos habitual entre los niños, la pica, o lamer las paredes, era un comportamiento que se podía dar como síntoma de esa carencia en el organismo.
El uso de plantas, minerales o partes de animales como remedios contra las enfermedades es tan antiguo como la propia humanidad y aquellas prácticas y métodos que se asumían como satisfactorias se iban dejando como legado para las siguientes generaciones conformando las bases de la Medicina actual o de la Farmacología.
A través del ensayo y error primero, y la investigación y el desarrollo en tiempos más recientes, se han ido sentando las bases de la salud tal y como la conocemos en la actualidad. Pero, no es un proceso que pueda llegar a un punto y final, sino que está en constante evolución y revisión.
De la magia a la IA pasando por el azar y por el método científico
La Medicina como disciplina tiene sus antecedentes en la Antigua Grecia dentro de la Historia de Occidente. Hipócrates (460 a.C. – 370 a. C.) es considerado el padre de la Medicina, aunque su componente sobrenatural ha estado y sigue estando muy presente a través de figuras como los magos, chamanes o brujos.
Además de la corriente “occidental”, la Medicina también encontró su camino en otras culturas como en India, China, Oriente Medio o el mundo islámico. Un camino no exento de cierto grado de azar y de soluciones “creativas”. Sin ir más lejos, las vacunas tienen su origen en la China del Siglo XVI, usando técnicas como la variolación, exponiendo de forma controlada a personas sanas con focos infecciosos como el de la viruela.
Después, en Europa, en 1798, se puso el foco en la viruela bobina como posible fuente de variolación para personas sanas, como una manera de crear inmunidad frente a la viruela. De ahí el nombre de “vacuna” para designar a tratamiento preventivo frente a enfermedades infecciosas. El método científico aplicado a la Medicina se ha ido desarrollando en los últimos siglos, hasta llegar a la época actual.
Hoy en día, la salud es más cuestión de ciencia y método que de azar o magia. En este sentido, la Fundación Pfizer está comprometida con la adopción de la tecnología como parte del arsenal de conocimientos empleados para el desarrollo de la Medicina o la Farmacología. Concretamente, la inteligencia artificial se posiciona como una herramienta excepcional para llevar a estas disciplinas científicas a un nivel más avanzado de progreso.
La IA llega allí donde la observación y la experiencia no consiguen acercarse, o no lo hacen con la agilidad esperada: al tratamiento estadístico de ingentes cantidades de datos usando operaciones lógicas de inferencia como las de encadenamiento o resolución.
La Medicina y la Farmacología en la era de la tecnología
En un mundo en el que parecía que lo habíamos conquistado todo, hasta la salud, la amenaza de las pandemias se ha hecho realidad. Nos ha dado un baño de realidad y expuesto las debilidades de un sistema sanitario construido sobre premisas válidas para otros tiempos, pero insuficientes en los que corren.
Ya convivimos con amenazas como la resistencia a los antibióticos, aprendiendo una importante lección: los logros y los éxitos en Medicina hay que administrarlos con responsabilidad y mesura o pueden volverse en nuestra contra.
Ya no basta con un sistema sanitario público y universal: ahora tiene que ser eficiente, personalizado e inteligente para reducir al mínimo imprescindible las hospitalizaciones, mejorar los diagnósticos o ajustar los tratamientos a las necesidades exactas y precisas de cada paciente.
Una cama en un hospital no es un recurso que podamos tratar a la ligera tal y como se ha experimentado en estos últimos meses e identificar si un paciente requiere de hospitalización es fundamental para optimizar el uso de la Sanidad. En la UE y EEUU hay cada año más de 8 millones de hospitalizaciones innecesarias, con todo lo que ello conlleva.
La IA puede ayudar a los potenciales pacientes a identificar si sus síntomas responden a una dolencia real como paso previo a una consulta médica. Empresas como Naru Intelligence, con sede en San Sebastián, están trabajando en la aplicación de la inteligencia artificial al diagnóstico de dolencias y al seguimiento de tratamientos con su aplicación Step, que actualmente está en fase de validación médica. En Xataka Live lo cuentan también de un modo distendido y coloquial.
Enfermedades como la malaria (mal del aire), endémica en más de 100 países, se han combatido mediante métodos tan exóticos como el ajo o las mosquiteras. Más recientemente se ha usado la fumigación masiva.
En los tiempos que corren, se empiezan a usar métodos más “lúdicos” como la gamificación. La app Spot Warriors, de SpotLab, permite usar la gamificación y la IA para entrenar sistemas de reconocimiento de imagen que analizan las muestras de sangre tomadas en lugares donde se requiere el diagnóstico temprano de enfermedades como la malaria sin necesidad de que un especialista lo haga presencialmente.
La salud, de la consulta del médico a la atención en casa
La Fundación Pfizer ha asumido una parte de la responsabilidad en el desarrollo y divulgación de estos avances que nos lleven a la Medicina y la Farmacología del siglo XXI. El Reto eDea Salud, por ejemplo, es una iniciativa de la Fundación Pfizer que invita a desarrollar y compartir ideas y proyectos alrededor de esta nueva aproximación al concepto salud.
Proyectos como los de Pixelabs para la aplicación de la IA en la identificación del estado de ánimo de los pacientes en una consulta o en un hospital o el de Naru Intelligence para el diagnóstico de dolencias han pasado por el Reto eDea Salud de Fundación Pfizer.
Para la Fundación Pfizer, la salud está en constante evolución. La Farmacología, por ejemplo, también está evolucionando gracias al Home Delivery de medicinas y al Home Care, que permiten que se congestionen menos los centros de salud, se evite ir a la farmacia y se lleve un seguimiento mucho más detallado y preciso de los tratamientos, dejando fuera de la ecuación la automedicación o la sobremedicación.
La cirugía, también en remoto
Otro gran paso de la medicina relacionado con los avances tecnológicos es el de la cirugía remota. Gracias a la tecnología 5G, su alta velocidad y reducida latencia, se abre la puerta a llevar los quirófanos a lugares donde se necesita intervenir. Los cirujanos con más experiencia podrán tomar parte en las operaciones de forma remota, ya sea asistiendo a personal menos formado o actuando sobre robots cirujanos en tiempo real.
El Hospital Clinic de Barcelona, de hecho, ya ha puesto en marcha esta forma de trabajo con su quirófano Optimus, en el que las operaciones se registran con todo lujo de detalle. Así, están ensayando metodologías de cirugía remota en colaboración con organizaciones como AIS (Advances in Surgery).
De la presencia a la telepresencia y a nuevas formas de fabricar fármacos
La telemedicina está experimentando igualmente progresos notables, como también nos muestra la Fundación Pfizer en los vídeos de "Salud... en evolución". Plataformas como Mediktor emplean la inteligencia artificial para realizar diagnósticos remotos, sin que el paciente acuda físicamente a una consulta. En Xataka Live también se ha tocado este tema.
En tiempos de COVID-19, la telemedicina es una herramienta de gran valor para solventar el problema de las listas de espera. Mediktor, por ejemplo, tiene el aval de estudios clínicos en los que la precisión del diagnóstico, comparado con el realizado por un médico, es de más del 91%.
Asimismo, es útil en los ensayos clínicos asociados al desarrollo de nuevos medicamentos. Permite acelerar e incluso mejorar el proceso de investigación farmacológica. Entre los nuevos fármacos se incluyen las vacunas, que han visto cómo se acortan los procesos de validación. El seguimiento de las personas que intervienen en los ensayos es más preciso y ágil usando soluciones telemáticas junto a las presenciales.
Por su parte, en los procesos de fabricación de fármacos se aplican innovaciones procedentes, por ejemplo, de la industria alimentaria. Las claves de la futura fabricación de medicamentos está en la portabilidad, continuidad, miniaturización y modularidad (PCMM). Esta manera de abordarla flexibiliza los procesos de producción sin sacrificar la seguridad ni la fiabilidad de las medicinas. Pfizer trabaja en esta metodología en colaboración con compañías como GEA.
La salud… en evolución
"Salud... en evolución" es, en definitiva, el proyecto de Fundación Pfizer para hacer que los avances en las ciencias de la salud, la innovación científica, tecnológica y social lleguen a una audiencia mayoritaria a través de canales como la propia página web de la Fundación y el canal de YouTube temático.
Sergio Rodríguez, presidente de la Fundación Pfizer España, señala: “Como Fundación comprometida con la innovación, queremos contribuir a construir una sociedad donde esta sea su motor. Sin duda, acercarle la ciencia, la tecnología y la innovación es el primer paso para lograrlo, y el lenguaje y recursos del formato audiovisual nos brindan una oportunidad única para lograrlo”.
Más que nunca dependemos de la salud para continuar progresando. Es más, una de las mayores conquistas de la Humanidad ha sido aumentar la esperanza de vida de la población, un logro que se debe a avances como los antibióticos, allá en los años 40 del siglo pasado. O las vacunas, que tuvieron su origen incluso antes, perfeccionándose después hasta llegar al momento actual, en el que la continuidad de la sociedad tal y como la conocemos pasa por la eficacia y disponibilidad de las vacunas contra la COVID-19.
De ahí la importancia de iniciativas como "Salud... en evolución" de la Fundación Pfizer: el conocimiento es también una herramienta al servicio de la salud.
Imágenes | iStock/metamorworks, Proyecto "Salud… en evolución", SpotLabs