España es el segundo país del mundo con más porcentaje de calvos, solo superados por la República Checa. La alopecia, clasificada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud, puede afectar al atractivo físico, a la percepción que tenemos de nosotros mismos, y a la autoestima, motivo por el cual el injerto de pelo es un tratamiento en auge.
Javier Pedraz, director médico de Insparya, nos indica que el grueso de los pacientes de esta clínica especializada en salud capilar pionero en tecnología buscan mejorar su atractivo, parecer más jóvenes y hacer volver su imagen a tiempos en los que el pelo no se caía. Pero, ¿sabes por qué la gente se queda calva o cómo afecta el atractivo físico al mundo laboral? El injerto de pelo podría verse como inversión.
¿Por qué nos quedamos calvos?
Aunque hay muchas causas por las que nos quedamos calvos (causas genéticas, ambientales, hormonales), hay que tener en cuenta que toda calvicie es endógena a excepción de las abrasiones superficiales. En otras palabras, la pérdida gradual de cabello (alopecia) suele provenir de nosotros mismos y la combinación de varios factores químicos cuyo resultado final es un folículo debilitado.
Es el caso de la alopecia androgénica, la más común entre varones y también presente en mujeres. En esta enfermedad una enzima, la 5-alfa-reductasa, transforma la testosterona en dihidrotestosterona, otra hormona que reduce el tamaño del folículo piloso. El resultado es un acortamiento progresivo de la fase de crecimiento de los cabellos sensibles a esta hormona, y de ahí que se puedan llegar a perder.
Este tipo de calvicie afecta al 30% de los menores de 30 años del mundo y al 50% de los que tienen 50, según los estudios relacionados, pero los españoles vamos a la cabeza según este estudio debido a la elevada presencia de la enzima mencionada. En algunos casos un cóctel de plasma sanguíneo (PRP), como el que se lleva a cabo en Insparya, ayuda a estas zonas a minimizar el daño. Abajo una de las centrifugadoras que usa esta clínica especializada en salud capilar.
La menopausia es un disparador de alopecia en mujeres. Se produce un aumento de los niveles de estrés que a su vez generan los cambios hormonales. Este último punto afecta a ambos géneros. La etiología de esta enfermedad señala a un aumento de las hormonas sobre zonas predispuestas genéticamente, y esto es importante.
¿Tenemos los calvos menor autoestima?
Resulta extremadamente complicado determinar por qué las personas con alopecia en alguna de sus fases pueden tener problemas de autoestima o cómo puede afectar su enfermedad en su vida personal o profesional. Especialmente en esta última las implicaciones pueden ser elevadas porque el atractivo físico o factores como la vitalidad suelen ser valoradas positivamente y en mayor medida de lo que pensamos.
En un estudio de 2004 el economista Nicola Persico demostró que los trabajadores altos ganaban más: un 1,8% más por cada 3 centímetros extra de altura. También se sabe que el 90% de los CEO son más altos que la media debido a que ser alto aporta atractivo físico. Los altos se consideran más atractivos, y la gente atractiva lo tiene más fácil. En este caso los bajitos se ven sometidos a una brecha salarial silenciosa.
Como resultado, las personas atractivas reciben una atención diferente. Tienen más probabilidades de ser contratados, de formar una familia, de ganar más dinero e incluso menor probabilidad de tener problemas de salud, como indica este estudio de Evolution and Human Behavior y literatura posterior.
Bajo esta perspectiva no es de extrañar que la gente busque verse y sentirse atractiva, tampoco que los calvos tengan una menor autoestima o percepción de sí mismos. Como nos recuerda Javier Pedraz, la alopecia ha sido catalogada como enfermedad por la OMS, y aunque no hay cura sí hay tratamientos altamente eficaces como la mesoterapia o la técnica FUE, ambas disponibles en Insparya.
¿Por qué la gente se hace injertos capilares?
No se tiene claro el mecanismo por el que las personas calvas resultan menos atractivas a nivel físico (sex appeal), aunque puede estar relacionado con la edad. Una persona mayor se presupone más sabia que una joven, pero menos vital.
Los cambios hormonales que suelen desatar la alopecia son un indicativo de que hemos superado un par de primaveras por encima de nuestra condición vital óptima, que suele encontrarse por debajo de la treintena. Los tratamientos capilares como el injerto capilar, que en Insparya se realizan con motores de última generación de diseño propio, es una forma de revertir el reloj.
En la adolescencia, pero también en la juventud, prestamos mucha atención a nuestra imagen física. A esto hemos de sumar que la “juventud” es un concepto extendido estos días. Según datos del Banco Mundial en el año 2000 la esperanza de vida en España rondaba los 78,97 años frente a los 82,83 de 2016. Hoy alguien de 50 años es considerado joven, y pretende serlo más tiempo.
Injertos de pelo, tecnología e inversión
Ya dedicamos un artículo a explicar técnicas como FUE, Follicular Unit Extraction, un procedimiento por el que se trasladan miles de unidades foliculares desde una zona donante. En Insparya han desarrollado un motor capaz de ser operado por dos médicos en paralelo, reduciendo notablemente el tiempo de la operación, y con ello aumentando la calidad del tratamiento.
Es probable que este tipo de operaciones estéticas crezcan en el segundo país del mundo con más calvos, y de hecho este centro de estética cuenta con 18 quirófanos preparados para dar servicio a este crecimiento. Después de todo, ¿quién no quiere verse atractivo tanto para sí mismo como para el resto?
Arriba hemos repasado parte de la literatura científica que relaciona éxito personal y atractivo. Ha quedado demostrado que las personas atractivas tienen más oportunidades, por lo que no es descabellado pensar en este tipo de técnicas de injertos capilares como una inversión personal tanto a nivel de bienestar físico y mental, laboral e incluso de salud futura.
Si quieres saber más sobre los tratamientos que existen para la alopecia en hombres y mujeres, te damos más consejos en el Espacio Insparya.
Imágenes | iStock/diego_cervo, iStock/pablocalvog, iStock/Giulio Fornasar
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