Viajando al mejor manga de los 90: Planeta Cómic reedita algunas de las gemas clásicas de nuestra infancia

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¿Por qué estamos viviendo una rehabilitación, vivificación y reivindicación del manga de los 80 y 90? Solo hace falta darse un paseo por X —Twitter para los amigos— para ver la profusión con la que se muestran y reproducen cabeceras que apenas aparecieron en teles autonómicas y pequeñas grapas olvidadas en kioscos de plazas de provincias. Cualquiera diría, a simple vista, que este es otra de estas expresiones nostálgicas y algo vacías de los millennials. Por suerte, todos ganamos en este proceso.

Aquella fue una época de explosión creativa, de nuevas formas de escribir y dibujar. Los 80 lo cambiaron todo. El manga pasó de ser materia prima a orgulloso material de exportación: a Akira y Ghost In The Shell le seguiría Dragon Ball, Ranma ½, Captain Tsubasa y el mucho hentai que se colaba por las tiendas especializadas. Y Planeta Manga/Planeta Cómic lo han entendido a la perfección: están que lo tiran con este cierre de 2023.

A finales de los 80 todo parecía posible: cierta inocencia se entremezclaba con esperanza y notorios cambios sociales. Quizá fuera el ‘Don't worry, be happy’ de Bobby McFerrin —número 1 en el 88—. Una transición intelectual que el manga también supo traducir en lo académico, narrativo e incluso en lo sexual. Las tres obras que revisamos a continuación son el vivo ejemplo de este relato: VideoGirl AI, Yawara! y La Dama de Faris nos transportan a lo mejor de aquellos días.

VideoGirl AI, la chica que saltaba a través de la tele

Qué podemos decir que no se haya dicho ya. ‘VideoGirl AI’ es mitiquísima, es una obra clásica del género romántico y la ciencia ficción, una de esas gemas que relucen sobre una montaña. Si bien VideoGirl AI se publicó originalmente entre 1989 y 1992 en la revista Weekly Shonen Jump, este es un manga que ha aguantado el paso del tiempo y su espíritu ecchi  —así como el salto a otros formatos, solo hace falta ver sus OVAs y sus series oficiales— gracias al uso de tropos universales y un arte detalladísimo.

La trama parece sencilla: Yota, un chaval bastante tímido y solitario, se pirra por su amiga Moemi, pero ella  no le hace ni caso. Solo tiene ojos para el mejor amigo de Yota, Niimaii. Pero el guaperas de Takashi tampoco está especialmente interesado por Moemi. Ante la desazón, Yota deambula sin rumbo hasta toparse con un extraño videoclub que llama su atención. Allí alquila una cinta VHS —sí, esto hacíamos en los 90—. Una cinta que resulta ser algo bastante distinta a una película.

De la pantalla sale Ai Amano —si bien Ai es un nombre , también es un juego de palabras con “artificial intelligence”—, la chica del vídeo del Videoclub Paraíso. La joven se presenta como una “video girl”, una especie de asistente grabada creada para dar apoyo. De hecho, solo pueden verla personas que están al borde del suicidio. Ella llora por la gente, establece vínculos empáticos… y a veces se sobrecarga —Yota casi la mata al pasarla por un cassette estropeado—.

Como fuera, Ai y Yota comienzan a vivir juntos y se compromete a ayudarle con sus designios amorosos. Porque Yota es tan desastre que sus colegas le llaman “motenai” —alguien impopular con las chicas— en vez de Moteuchi. Y lo que sucede es lo sospechable: Ai Amano empieza a encariñarse de Yota. Y eso que su versión fuera de la pantalla es bastante más “ruda” que su análoga tras ellas. Poco después, ella chica empieza a fallar: al estar tanto tiempo encendido el reproductor de vídeo, se sobrecalienta. Termina por desaparecer. Un inmenso dolor que lleva a Yota a buscarla por toda la ciudad durante toda una semana.

Masakazu Katsura, conocido especialmente por DNA² e I"s, recrea aquí su mejor versión del romance adolescente. Y Katsura siempre tuvo un don especial para retratar las emociones humanas y esa miríada de matices, ese torrente que es el amor juvenil. Más que un shonen, es literatura canónica para entender el género. Un kanzenban de 14 episodios y 336 páginas que vale cada céntimo.

‘VideoGirl Ai’ es oro. Dos veces seguidas ganador del Premio Tezuka —en 1980 y 1981—, el autor de Fukui —y buen colega de Akira Toriyama con quien trabajó en proyectos como Sachie-chan Good!!— aquí te vas a encontrar toneladas de chistes al lado de guiños a Batman y otros clásicos de su tierra como Astroboy. Eso sí, una vez leas el primero te vas a quedar con muchas ganas de más porque el corte final es total. Menos mal que solo son 9 números.

Yawara!, la judoka que hizo historia

Y saltamos de un maestro a otro. Porque si has leído manga has leído a Naoki Urasawa. ‘Pluto’, el anime que está arrasando en Netflix, es suyo. El clásico ‘20th Century Boys’, esa especie de biblia a lo ‘Patrulla Condenada’, también. Y todavía podríamos hablar de ‘Monster’, ‘Master Keaton’ o ‘Happy!’. Entre sus galardones se amontonan tres Premio de Manga Shōgakukan, dos Premio Cultural Tezuka Osamu, un Premio Kodansha de Manga. Ah, y dos Eisner, como el que no quiere la cosa.

Pero quizá la más noble, prosaica y bucólica de todas sea su Yawara!, su manga más dulce. Esta reedición de 312 páginas en rústica es un privilegio para todos aquellos que amamos el manga clásico. ¡Y viene con tres postales de regalo! Con un claro tono fin de siecle, los nineties —el cómic original fue publicado por Big Comic Spirits entre 1986 y 1993— Yawara Inokuma invoca todo lo bueno que puede contener una persona llena de ilusión, esperanza y talento.

Naoki Urasawa

Ella es una niña entrenada por un campeón mundial, su abuelo Jigorô. Amable, siempre sincera, Yawara no planea convertirse en luchadora profesional —demasiadas trabas, demasiados “qué dirán”—, pero sus capacidades sobre el tatami son tan evidentes que no se puede ignorar lo obvio. Estricto, bastante flipado y conservador en términos arcaicos, el abuelo no quiere ver tanto talento echado a perder. Sin embargo, Yawara solo aspira a una vida normal y corriente: ir al cole, enamorarse, ir de compras, esas cosas.

Hasta que un periodista llamado Matsuda la presenta al mundo como la nueva promesa del judo, el “gran portento” —después de una foto un tanto desafortunada—. Lo más alucinante es que Yawara existió de verdad. Yawara es una mezcla del carácter de Ryoko Tamura y el físico de Kaori Yamaguchi, quien en 1984 se convirtió en la primera judoka japonesa en ganar un campeonato mundial. De hecho, compitió en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, el año de Cobi.

El auténtico heredero de Osamu Tezuka, recrea aquí un tiempo vital encapsulado como en esas bolas de cristal navideñas, muy al estilo Ghibli clásico. Es normal pasarla por alto y considerarla una obra menor, con esa mentalidad de dibujar sin descanso y vivir a través de sus trabajos —en su haber acumula más de 30.000 páginas dibujadas y un canal de YouTube bien majo—. No cometas ese error. El 10 de enero llegará el segundo número de veinte y nosotros ya estamos mordiéndonos las uñas.

Record of Lodoss War: La Dama de Faris

 

Y cerramos esta ronda de estrenos alucinantes, este viaje al mejor manga de los 80 y 90, con otro clásico imperecedero para los fans de la espada y la brujería, los dragones y los reinos imposibles. Si estás jugando ‘Baldur’s Gate III’ o te chifló la película de ‘Honor entre ladrones’ y quieres más, aquí tienes material de sobra. Precuela del Lodoss War original, situada 30 años antes, aquí tenemos el análogo japonés de Dungeon & Dragons.

Centrémonos en la materia narrativa. Para quien no conozca ‘Record of Lodoss War’, cabe señalar que esta obra parte de una campaña de rol —que duraría más de diez años— basada en el sistema Forsela. De aquí nacerían decenas de mangas, animes, videojuegos y otras tantas campañas. Su guionista, Ryo Mizuno, empezó su carrera traduciendo juegos de rol, con especial foco en el D&D de Gary Gigax y la ambientación e inspiración del ‘Señor de los anillos’ de J.R.R. Tolkien. Así bien, en 1988 publica junto a Hitoshi Yasuda el primer volumen de 9 de Rōdosu-tō Nobody, la obra que nos ocupa, un registro que marcaría las bases y al cual le seguiría ‘Legend of Lodoss’.

Sin embargo, en su momento el manga original de Record of Lodoss War: La Dama de Faris quedó inconcluso, a falta de las 80 páginas del último tomo que se estrenó después. Si eres un devoto del videojuego ya sabrás que el magnífico ‘Record of Lodoss War’ para SNES nunca llegó a salir de Japón. Esta edición conmemorativa supone la edición definitiva. Y menuda edición: un integral de casi 600 páginas en tapa dura y formato de 21x25,7 cm. El estuche, además, incluye un libro ilustrado con estampas satinadas en altísima calidad. Una de esas ediciones para tener en la estantería sí o sí.

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¿Y de qué va ‘La Dama de Faris’? Es difícil hablar de esta cumbre sin desvelar mucho. El joven Parn quiere descubrir qué pasó su padre. Así que decide echarse a la aventura, mientras los orcos cercan su aldea. Acompañado de su buen amigo Etoh, el clérigo, Slayn, el hechicero, Chim, el enano guerrero y Woodchuck, el ladrón y la joven elfa Deedlit. Joven para una elfa, ya nos entendemos, porque tiene 161 años. La tradicional tropa de arquetipos.

Y, en mitad de todo, la gran Faris. Faris es una leyenda, la capitana de la guardia de la ciudad de Valis, descendiente directa de la reina de los elfos blancos. Faris tiene a su propio equipo —el caballero Kashue, el mago Wort y el enano Ghim—. Ella y Parn, futuro héroe de Lodoss, tendrán que unir fuerzas contra un enemigo mayor, el nigromante Wagnard, quien planea reducir a Kardis, la diosa que fue sellada mil años atrás por el Beld, ahora emperador.

El dibujo de Akihiro Yamada, por su parte, se ve como nunca. Ya se ha dicho cien veces que su estilo se inspira en maestros como Frank Frazetta (Conan el Bárbaro). Combates frenéticos, bosques frondosos pletóricos de matices... Pero es importante recalcar su capacidad de balancear entre el hiperrealismo y el fantástico más expresivo. Las escenas de batalla y el diseño de algunas criaturas —con especial predilección por los dragones, que para eso implican el 50% de esta ecuación— congela la sangre. Y por fin, bajo una traducción homogénea, contamos con una reconstrucción mimada como pocas veces. La mejor forma de entrar en este universo que puedes enriquecer con una peli, otras tres novelas, los 13 episodios de su OVA oficial y los 27 del anime.

Imágenes | Planeta Cómic

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