El catálogo de Netflix sigue siendo una de las grandes fortalezas de la plataforma, aguantando contra viento y marea ante subidas de precio, restricciones de cuentas y otras inconveniencias que hacen que su reinado esté más disputado que nunca. Vamos a repasar algunas de las mejores series de la plataforma, una selección de exclusivas y licencias, de clásicos y de novedades que hacen brillar un catálogo que, de momento, no tiene pinta de parar de crecer.
Stranger Things
¿Quizás la serie más importante de la historia de Netflix? Quizás. Aunque sus cifras ya no suponen el triunfo total y absoluto que fueron durante un tiempo, sí que sigue siendo uno de los éxitos indiscutibles de la plataforma. Es la causante en buena parte de la oleada nostálgica por los ochenta que llevamos viviendo desde hace años, y aunque no toda carbura con una potencia comparable, sus reinvenciones en términos de castings y monstruosidades que amenazan al grupo inicial hacen que siga siendo una de las franquicias más notables de Netflix.
Miércoles
La serie más vista de la historia de Netflix no es revolucionaria, pero sí un agradable pasatiempo basado en el inolvidable personaje que inmortalizó Christina Ricci (que aquí hace cameo) en las películas de 'La Familia Addams' (que también se dejan ver). Jenna Ortega es perfecta para el papel, y aunque el conjunto no es tan macabro como sería de desear, sí es apropiadamente oscuro y su estilo de investigación a lo Scooby Doo le da un ritmo muy especial.
El juego del calamar
No está nada claro que Netflix sea capaz de continuar el éxito de 'El juego del calamar' con una nueva temporada o con spin-offs más o menos sensatos, pero la primera temporada sigue siendo historia de la plataforma: una distopía coreana que batió (y mantiene) todos los records de la plataforma. Es una historia de concursos sangrientos que bebe de los clásicos, pero que incorpora su propia personalidad y una mezcolanza muy coreana de drama emotivo y ultraviolencia sádica.
La casa de papel
No podía faltar en esta selección la serie en español más popular de la historia de la plataforma, solo superada por 'El juego del calamar' en el ranking de las series en habla no inglesa. El atraco a la Casa de la Moneda, pese a que en su tramo final se resiente un poco de cómo sus responsables querían estirar el chicle hasta el extremo de perder parte de la verosimilitud, sigue siendo una historia de atracos ejemplar y muy imitada (incluso con spin-offs oficiales como 'Berlín').
The Last Kingdom
Si te interesan las series históricas con su punto de crudeza y acción, esta coproducción entre BBC y Netflix (solo en sus primeras tres temporadas: las dos restantes ya fueron íntegramente de la plataforma) te interesa. Nos trasladamos al año 872, con Inglaterra invadida por los vikingos, permaneciendo libre solo el reino de Wessex, bajo el mando de Alfredo el Grande. Conoceremos a Uhtred, un sajón que se ha criado con los invasores y se ve obligado a elegir entre sus raíces y aquellos que le criaron.
Castlevania
Sensacional adaptación con estética anime (aunque la producción es occidental) de la legendaria saga cazavampiros de Konami. En esta ocasión, y como no podía ser de otra forma con Warren Ellis en los guiones, la intensidad de la acción sube, así como los litros de sangre. Explosiva y llena de colmillos. Tiene continuación ambientada en la Revolución Francesa.
Altered Carbon
Aunque en su segunda temporada experimentó un bajón de interés considerable, la primera sigue siendo una de las series de ciencia ficción pura más estimulantes que han salido de Netflix. Bebiendo sin complejos de fuentes muy claras, como 'Blade Runner' o 'Neuromante', este cyberpunk noir nos lleva a un futuro en el que las personas no mueren, sino que sus mentes son transferidas de un cuerpo a otro. Un detective será resucitado para que resuelva un caso donde nadie está del todo muerto.
I Think You Should Leave with Tim Robinson
Sencillamente la mejor comedia que ha estrenado la plataforma: una increíble complilación de sketches escritos y protagonizados por Tim Robinson, uno de los maestros actuales del humor incómodo y la vergüenza ajena. Cada episodio es una ametralladora de ideas y personajes como el Driving Crooner, que se quedarán contigo para siempre.
Muñeca rusa
Una serie absolutamente redonda en la que resulta imposible resistirse al inflamable magnetismo de Natasha Lyonne. El punto de partida es muy sencillo: la noche de 36 cumpleaños, la insoportable pero irresistible Nadia muere por accidente en la fiesta que le han organizado sus amigas. Pero tiene la oportunidad, atrapada en un bucle, de volver atrás e impedirlo. Aunque ese no será más que el principio de un laberinto temporal aderezado con drama, comedia y un montón de pitis.
Bronca
Arrasó en los Emmy y no es para menos: esta pesadilla urbana tiene más aristas que un puercoespín fileteado con cristales rotos, y en más de una ocasión deja al espectador con la sonrisa congelada de admiración ante el retorcido ingenio de los guionistas. Un incidente de tráfico entre dos desconocidos (magníficos Ali Wong y Steven Yuen) desata un conflicto que llevarán hasta sus últimas consecuencias, en una pirámide de putaditas y odio injustificado sin freno.
Dark
La desaparición de un joven es el pistoletazo de salida para la odisea de cuatro familias que se enfrentan a un misterio que hunde sus raíces a lo largo de tres décadas. A medias thriller mundano de asesinatos, a medias intriga sobrenatural, se trata de una de las series más enrevesadas y comentadas de Netflix, una que desató un fandom que intercambiaban decenas de teorías como no se veía desde los tiempos de 'Lost'.
Kingdom
Antes de 'El juego del calamar'... estuvo 'Kingdom'. La primera producción coreana de Netflix, que se zambulló por completo en la mitología del país, la combinaba con un concepto plenamente de moda: los infectados. En un reino devastado por la hambruna, se propaga el rumor de que el rey ha muerto y de que existe una plaga que convierte a las persona en demonios sedientos de sangre. Solo el príncipe heredero podrá enfrentarse a esta amenaza para su país.
Sex Education
Tras cuatro temporadas, Netflix ha puesto punto final a la que sin duda es una de las mejores y más emotivas series de la plataforma. Con un punto de partida aparentemente banal (un joven cuya madre es sexóloga puede responder a todas las dudas sobre el tema que tengan sus compañeros), las soberbias interpretaciones y el punto de vista invariablemente humano y cercano de la propuesta la han convertido en un clásico moderno.
Unbreakable Kimmy Schmidt
La mejor expresión de comedia delulu es esta optimista (pero bien cargada de mala leche) serie creada por Tina Fey acerca de una chica rescatada de una secta apocalíptica que se instala en la Nueva York actual compartiendo piso con compañeros de lo más extravagantes. Extraordinarias interpretaciones y personajes y gags de antología para una de las mejores comedias de la plataforma.
Sandman
Aunque una adaptación que englobe toda la complejidad visual y temática de la obra de Neil Gaiman que adapta es imposible, esta es una aproximación bastante competente que además abre un notable número de puertas que pueden ser continuadas en el futuro. Con un punto pasado de moda ciertamente delicioso (Sandman, el dios del sueño que se pasa la temporada intentando recuperar su reino, sigue vestido como un gótico de los ochenta), aunque no es perfecta sí es un encomiable esfuerzo por parte de Netflix.
House of Cards
La colaboración, a menudo exclusiva, entre David Fincher y Netflix, nos ha dado muchísimas alegrías. Esta fue la primera, y llamó la atención notoriamente de todo el mundo sobre la plataforma allá por 2013, que debutó aquí en la producción de series propias. Y aunque hoy la cancelación de Kevin Spacey ha hecho que no se hable de ella tanto como se debería, lo cierto es que su legado es impresionante. Un congresista y su calculadora mujer (Spacey y Robin Wright) traman mil y una perrerías en Washington, con intención de llegar a la Secretaría del Estado. En muchos sentidos superior a su también magnífica predecesora británica.
Cortar por la línea de puntos
Esta serie y su reciente pseudo-continuación, 'Este mundo no me hará mala persona', son extraordinarias series de animación, muy comprometidas en lo político y lo social, y que se basan en cómics del italiano Zerocalcare, que ha estado muy cerca del desarrollo de las series. Son distintas (una es más un fresco generacional, otra una reflexión nada complaciente sobre el ascenso de la ultraderecha), pero ambas son una perfecta herramienta para entender la desorientación en la que está sumida la generación millennial.
One Piece
Ya ha sido calificada como la mejor adaptación de un anime a imagen real, y desde luego supera con mucho a anteriores intentos de Netflix, como 'Cowboy Bebop' o 'Death Note'. Sus secretos son una estética conseguidísima (gracias a la generosa inyección presupuestaria que le ha dado la plataforma), fidelidad a los argumentos -que se adaptan sin prisas y respetando los ritmos del original-, y sobre todo, reverencia al espíritu jovial y aventurero del manganime original y de su magnífico héroe, Monkey D. Luffy.
Midhunter
Aunque por desgracia quedó cancelada tras su segunda temporada, vale la pena revisitar la que es una de las mejores series de la plataforma con diferencia, gracias a la pericia técnica y la sublime puesta en escena de David Fincher. Este repaso a los inicios de la psicología criminal nos brinda no solo una buena ración de cameos de célebres asesinos en serie en sus años en prisión, sino un fascinante vistazo a las cuitas personales de aquellos investigadores que iban abriendo camino en el FBI hacia una aproximación a la mente criminal aún inédita e incomprendida.
Cristal Oscuro: La era de la resistencia
Increíble superproducción que recupera toda la magia de las marionetas de la película original de los ochenta, pero multiplicando su espectacularidad hasta límites insospechados, gracias a un respeto reverencial al tono de Jim Henson y potenciándolo con discretísimos efectos digitales. Fabuloso trabajo de doblaje de gente como Taron Egerton, Anya Taylor-Joy, Simon Pegg, Mark Hamill, Jason Isaacs, Benedict Wong, Andy Samberg o Helena Bonham Carter en una pieza maestra que por desgracia solo duró una temporada
Marianne
Si te gusta el terror de línea dura tienes una cita de la que no puedes escapar con esta pieza de terror grotesco y sin demasiadas monsergas que viene directa de Francia, donde no se andan con chiquitas a la hora de hacerte saltar del asiento. La serie, por desgracia, fue cancelada tras una temporada, pero lo que tenemos funciona bastante bien como historia independiente acerca de una novelista que descubre que sus historias de terror se hacen realidad y decide volver a su pueblo natal para enfrentarse a sus demonios del pasado.
Arrested Development
No es una producción Netflix, pero en su día supuso una de las bases para establecer la plataforma en miles de hogares, como 'The Office'. Ésta (como aquélla) no ha envejecido lo más mínimo, y las peripecias de la familia Bluth siguen siendo tronchantes. Sus excéntricos miembros y sus cuitas para no perder el status millonario que han ganado con el paso de los años sigue dando pie a gags tremendamente ácidos.
Black Mirror
Después de un par de temporadas algo desvaídas, Netflix ha encontrado la clave para resucitar esta mítica serie de ciencia ficción distópica: olvidarse de la sátira acerca del uso y abuso de redes sociales y centrarse... en satirizar a la propia Netflix, entre otros temas que han ampliado muy satisfactoriamente el foco de la crítica. Y si sigue sin convencerte, tienes las imbatibles series originales de BBC incluidas en el pack.
Gambito de dama
Una pequeña maravilla basada en una historia real pero que se toma sus muy legítimas licencias y que gracias a la interpretación de Anya Taylor-Joy llega a un cruce sorprendente de biopic deportivo, película de superhéroes y drama psicológico contando la historia de una huérfana que aprende a jugar al ajedrez, lo que le cambia la vida. Acabará convirtiéndose en la mejor jugadora del mundo, pero vivirá condenada al aislamiento y a la incomprensión.
Ozark
Dirigida y protagonizada por Jason Bateman, Ozark es un apasionante drama criminal en el que conoceremos la doble vida de un contable, que también se encarga de blanquear el dinero de uno de los cárteles de droga más importantes de México. Un inesperado incidente le llevará a decidir trasladar a su familia de Chicago al lago de los Ozarks, en Missouri. Apasionante y negrísima.
Peaky Blinders
Aunque es original de BBC, esta serie que ya cumple una década obtuvo reconocimiento internacional gracias a Netflix. Cuenta la historia de los Peaky Blinders, una banda criminal de Birmingham que existió a mediados del siglo XX y que cosían hojas de afeitar en sus gorras. Se enfrentarán a un policía que está intrigado por las actividades del ambicioso jefe de la banda, en una historia de violencia que lanzó a la fama a Cillian Murphy.
Narcos
Este estupendo narcothriller acerca del ascenso y caída del traficante Pablo Escobar y otros capos de la droga colombianos fue otra de las series clave para convertir a Netflix en una figura esencial de las series a nivel internacional. Su impacto aún se deja notar en thrillers actuales y puso de moda el tema del tráfico de droga como una preocupante realidad llena de claroscuros.
GLOW
La serie injustamente cancelada de Netflix por excelencia (junto a 'Santa Clarita Diet'). Es cierto que deja parte de sus subtramas sin cerrar porque nunca pudimos ver una temporada final, pero sí que queda lo suficientemente encarrillada como para dejar un buen sabor de boca. Y el viaje que sí tenemos en las tres temporadas que permanecen es impagable: la historia de un grupo de chicas que participan en una liga femenina de lucha libre para una infecta televisión por cable y la magnífica relación de camaradería femenina que sale de ahí.
Umbrella Academy
Aunque su primera temporada se convirtió en una de las series más vistas de la plataforma en su momento ha acabado un poco olvidada, relegada a un status de producción de culto, eso sí, con excelente factura. Basada en un cómic de Gerard Way, cuenta cómo los miembros separados de una familia de superhéroes se reencuentran para resolver la misteriosa muerte del padre de todos ellos mientras se enfrentan a nuevos desafíos.
Bodyguard
Un fenómeno de audiencia británico que, después de una larga espera, parece que volveremos a ver en 2024. Un veterano con trastorno de estrés postraumático es el guardaespaldas de la ministra del Interior. Incidiendo en la turbia situación política de Reino Unido, la serie es un ejemplar thriller de despachos que no reniega de secuencias de acción y suspense tan tensas como la del atentado terrorista en el tren.
BoJack Horseman
La decisión de cancelarla fue, posiblemente, una de las más tristes e injustas que ha tomado la plataforma en toda su historia, pero quedan para la posteridad seis temporadas de esta soberbia serie de animales antropomórficos en la que un hombre-caballo actor que tuvo su momento de gloria en los noventa decide volver al candelero publicando una autobiografía. Todo ello lidiando con los fantasmas de su pasado, su enovia y su compañero de piso. Una de las mejores reflexiones sobre los momentos más oscuros de la psique humana.
The Crown
El largo reinado de Isabel II de Inglaterra es el núcleo de esta serie que ha recorrido la historia de un país a través de su corona y que va desde que la princesa tenía 25 años hasta la turbulenta relación con Lady Di ya en los ochenta. Todo ello en conjunción con los muchos Primeros Ministros que han pasado por el 10 de Downing Street, empezando por Winston Churchill. Impecable factura visual y una auténtica avalancha de premios para una de las series abanderadas de la plataforma.
La maldición de Hill House
En términos generales, las propuestas de Mike Flanagan para Netflix están arrojando resultados muy interesantes. Esta fue su revelación como maestro moderno del terror después de dirigir algunos largometrajes muy notables. Se basa remotamente en la novela clásica de Shirley Jackson, aunque por momentos tiene más de otras historias tradicionales de fantasmas, sobre todo de la variante británica. En cualquier caso, una parada obligatoria si te interesan las historias de espectros y aparecidos.
Cobra Kai
Lo que parecía un producto de nicho (recuperar a los dos chavales rivales de Karate Kid y enfrentarlos en la actualidad) fue mucho más allá de su propuesta inicial gracias al carisma de sus intérpretes y a su capacidad de funcionar como una dramedia mucho más compleja que un mero artefacto nostálgico. Una de las mejores jugadas de Netflix, que la recuperó y continuó después de su cancelación en la fallida plataforma de streaming de pago de Youtube.
Love, Death & Robots
Esta excelente serie de animación para adultos de Tim Miller ('Deadpool') y David Fincher tiene, como cualquier producción episódica, algunos problemas de irregularidad. Pero lo cierto es que la tercera temporada, la última hasta el momento, ha optado por un riesgo estético y conceptual que la lleva mucho, mucho más allá de su apariencia inicial de "'Black Mirror' sobre inteligencias artificiales". Imprescindible para devotos de la animación de última generación.
Dead to me
Christina Applegate (ahora retirada por su estado de salud) y Linda Cardellini bordan sus papeles en esta serie que cuenta una apasionante historia de humor negro, muertes de seres queridos y amistad femenina en tres temporadas que pasan como un rayo. Todo empieza cuando estas dos improbables amigas intiman porque una ha perdido recientemente a su marido (y está decidida a resolver lo que cree que ha sido un asesinato) y otra también lleva un trauma a cuestas.
Misa de medianoche
La otra gran aportación de Mike Flanagan a la plataforma, más allá de sus series autoconclusivas sobre casas encantadas, es esta maravilla también completamente cerrada en la que no tiene miedo ni a supeditar la acción a largos diálogos reflexivos ni a cerrar una historia de terror acerca de una isla en la que suceden fenómenos inexplicables de forma tremendamente emocional.
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