Así conseguí ahorrar desde la primera página con mi impresora

El ahorro de los costes de impresión es un aspecto que la empresa ha intentado moderar desde siempre, pero que en los últimos tiempos, se ha puesto de manifiesto como básico al estrecharse los márgenes comerciales en muchas de ellas. Hoy os vamos a contar la experiencia vivida en diversas empresas para conseguir ahorrar desde la primera página con mi impresora.

Lo más habitual en la empresa ha sido limitar el acceso a la impresión en color debido a que su coste por página era más elevado. Sin embargo, daban "barra libre", por decirlo de alguna manera, a la impresión en blanco y negro, que es la más importante en volumen en la mayoría de las empresas.

Implantando políticas de impresión en la empresa

Esta misma cuestión la podemos aplicar al uso personal, donde nos pensamos un poco más si tenemos que imprimir un documento a color o no, pero con el blanco y negro no tenemos tantos reparos. Por eso lo primero establecer unas políticas de impresión que nos hagan plantearnos si de verdad necesitamos imprimir ese documento con el que estamos trabajando.

Sólo con esta medida ya se consigue reducir los costes de impresión. Pero más efectivo todavía resulta incluir algún tipo de código PIN, o políticas de usuario a través de LDAP para poder imprimir. De esta forma, el usuario sabe que, aunque no tenga una cuota de impresión, se conoce el número de páginas que ha imprimido y con esta medida será más cuidadoso en sus hábitos de trabajo.

El siguiente paso sería establecer cuotas de impresión, de manera que cada empleado en la empresa pueda imprimir una cantidad fija de páginas al mes. Esta cuestión también se puede establecer por departamentos, o ser más flexibles con los responsables, para que no afecte a la productividad de los distintos departamentos.

También es importante elegir la impresora adecuada, ajustando el coste por página a nuestras necesidades reales de impresión. Gastar un poco más en la impresora puede ser un gran ahorro a largo plazo, porque es importante cómo gestiona la impresora los consumibles.

Aquí tenemos que considerar todos los costes, no solo lo que hemos pagado por la impresora y por los consumibles, hay muchos más factores que no podemos pasar por alto si buscamos ahorrar, como el consumo eléctrico del aparato, la impresión a doble cara para ahorrar papel, etc.

Algunos consejos para reducir los costes de impresión en el hogar

Vamos a ver ahora otros consejos que, aunque también se pueden aplicar en las empresas, quizás son de más sencilla aplicación en el uso individual de la impresora. Por ejemplo, el uso de fuentes tipográficas que están diseñadas para que consuman menos tinta, como puede ser Century Gothic, manteniendo una calidad aceptable.

También si a la hora de elegir una impresora para el hogar busqué una que admitía cartuchos de tinta XL. El desembolso inicial es algo mayor, pero ahorramos en cada página que imprimimos, puesto que el coste por página es más reducido.

Otro aspecto con el que podemos ahorrar mucho es seleccionando una calidad de impresión por defecto más baja. Es decir, en lugar de utilizar la calidad "normal", configuramos la impresora para imprimir en "borrador", con lo que vamos a conseguir ahorrar mucho en consumibles. Sólo cuando de verdad necesitamos un documento que vamos a mostrar a un cliente o en el que necesitamos buena calidad, cambiamos este parámetro.

También se puede ahorrar en el papel, utilizando un papel reciclado en lugar del habitual. Son pequeñas cosas que están a nuestro alcance, y que tanto en la empresa como en el hogar al final suman para que el coste de la impresión sea un poco menor.