Así de sonriente mostraba el CEO de Asus Jonney Shih lo que él mismo denominaba con sorna ‘El tablet más grande del mundo’. En realidad lo que Shih sujeta tiene más de Todo en uno que de tablet. Se trata del Asus Transformer AIO, un dispositivo sobremesa con sistema operativo combinado Windows 8 y Android 4.0.
El Asus Transformer AIO integra una pantalla de 18.4 pulgadas LCD que va sujeta sobre un soporte que alberga la CPU principal. Mientras la pantalla está conectada a ese soporte, el dispositivo es un All in One convencional con Windows 8.
Sin embargo, basta extraer la pantalla tirando de ella hacia arriba para que se revele como un tablet ciertamente descomunal con sistema operativo Android en su vrsión Ice Cream Sandwich. Que sepamos, esta transformación obedece a un procesador secundario situado en la propia pantalla y el sistema operativo no está, por tanto, emulado.
La base y su Windows 8 siguen pudiendo controlarse de forma remota sobre WiFi y mediante una aplicación que protagonizó el clásico ‘Efecto demo’ durate la presentación. Más tarde el propio Shih comentaría que la culpa fue suya por no haber extraido el monitor-tablet como debía.
Como todo en uno, el Asus Transformer AIO es elegante. Su carcasa está confeccionada en plástico imitando a metal, e incorpora entrada de antena para funcionar como televisor, HDMI para conectarlo a otras pantallas, Ethernet, ranura para tarjetas SD y derivadas, lector óptico Combo DVD y nada menos que cuatro puertos USB 3.0.
Asus no ha detallado qué tipo de procesador lleva el Transformer AIO en cada modo. Lo que si hemos podido advertir es que la resolución cambia muy dramáticamente de uno a otro. En modo AIO, el Transformer tiene al menos Full HD, mientras que al pasar a Android se queda en unos 1366 × 768 píxeles lo que, en una pantalla con esa diagonal, se nota mucho.
La falta de especificaciones concretas no debe extrañarnos. El Asus Transformer AIO aún verá unos cuantos cambios antes de llegar a las tiendas si es que llega alguna vez. Más bien parece un experimento, un globo sonda de la taiwanesa en su política por buscar nuevas ideas y factores de forma en el mundo de los tablets y los PC.
¿Tiene el Asus Transformer AIO un hueco en el mercado? ¿Es una buena idea? No estamos seguros. La posibilidad de llevarnos el monitor con nosotros y poder ver una película allá donde vayamos es interesante. También lo es el contar con un tablet como un estadio con diez puntos de contacto táctiles.
En el lado negativo el diseño aún se puede pulir más. La pantalla, por ejemplo, es LCD y por el ángulo de visión no parece IPS. El contar con un stylus óptico propio también convertiría al Transformer AIO en un objeto de deseo para cualquier aficionado a las tabletas digitalizadoras.
Si fuera por pedir, yo casi pediría que se eliminase Android y el Transformer AIO funcionara completamente sobre Windows 8 con dos procesadores distintos en base y pantalla. Las dudas son tantas que yo no contaría con ver el Transformer AIO en la calle tal y como lo hemos visto ayer en la Computex de Tai Pei.
Lo que si está claro es que Asus está haciendo un esfuerzo enorme por innovar y aportar nuevas ideas en torno a los factores de forma de muchos dispositivos distintos. A Jonney Shih le falló el pulso en la presentación, pero no cabe duda de que no le está fallando a la hora de pilotar la compañía y tiene el carisma suficiente como para dar mucho que hablar en 2013.