De pasada otra vez por la sala azul del stand de Microsoft en el CES 2011, nuestra mirada se detuvo en un equipo que se nos había pasado por alto y al que teníamos muchas ganas de hincar el diente, el Dell Inspiron Duo, un ultraportátil cuya pantalla gira 180 grados para convertirse en improvisado tablet.
Nos fastidia tener que tirar de las orejas de una compañía, y menos aún en el caso de Dell, que tiene multitud de dispositivos de una calidad innegable, pero los diseñadores del Inspiron Duo no estuvieron muy inspirados el día que lo parieron. El concepto es interesante, pero sufre de serios problemas, primero de ergonomía y después de respuesta y software, que lo convierten en presa fácil para otros equipos, tanto del segmento táblet como del de ultraportátiles.
Externamente, el Inspiron Duo tiene las dimensiones y peso de un netbook convencional, con 2.5 / 3 centímetros de grosor y 1.54 kilos de peso. Ambas marcas son excesivas para un tablet. Para rematar, no nos explicamos por qué tiene un marco de plástico tan grande alrededor de su pantalla de 10 pulgadas cuando sus únicas conexiones son dos puertos USB, la toma de carga y un jack de audio de 3.5 milímetros. No hay HDMI, ni MicroSD, ni VGA, ni Ethernet, ni nada que explique semejante despliegue de carcasa.
El cambio de portátil a tablet es satisfactorio pero, de nuevo, los diseñadores se olvidaron la inspiración en casa al fijar la webcam a la carcasa de tal manera que, en modo táblet, el objetivo queda oculto en el interior.
El Inspiron Duo se asienta sobre un procesador de doble núcleo Atom N550 con 2GB de Ram y Windows 7. El sistema operativo de Microsoft no es lo mejor para un tablet, pero en este CES hemos visto ejemplos como el Asus EeeSlate EP121 (que casualmente se exhibe enfrente de este) en los que Windows 7 se hace valer como alternativa digna en un entorno táctil.
La sensación al manejar el Inspiron Duo es de torpeza y lentitud. Aplicaciones como el lector de libros electrónicos de Nook no permiten pasar las páginas con el dedo, el acelerómetro responde con demasiada lentitud, y el hub de aplicaciones táctiles de Dell, denominado Dell Stage, en vez de mejorar el rendimiento lo agrava aún más con tiempos de carga excesivos.
Estamos convencidos de que Dell ya debe de estar diseñando una segunda versión del Inspiron Duo que realmente pueda competir en el agresivo mercado actual. En cuanto a este, mejor correr un tupido velo sobre sus fallos y sus 549 euros de precio.