Con el auge de las pantallas táctiles parece que todo tipo de dispositivos tengan que disponer de una de ellas. Yo no estoy demasiado convencido de que sea el método de control más adecuado en cualquier caso, pero algunos quieren disponer de él sea como sea, incluso aunque no se ofrezca como opción por parte del fabricante.
Es el caso de esta modificación del Dell Mini 9, el ultraportátil de Dell, al cual se le ha añadido una pantalla táctil como método de control adicional, una operación que, evidentemente, no está recomendada para cualquiera, por lo que los más manazas deberemos abstenernos de ello.
La instalación hecha por el usuario tiene un par de problemas. El primero es que utiliza uno de los puertos USB externos del ordenador, por lo que aunque externamente no se ve la diferencia, este puerto queda inutilizable. Teniendo en cuenta que estos ordenadores no vienen sobrados de este tipo de puertos no es una muy buena noticia.
La segunda es que la pantalla usada dispone de una conexión USB 1.1, lo que hace que sea un poco menos precisa de lo que sería deseable. De todos modos, ambos son problemas solventables.
Lo que yo no acabo de ver es la necesidad de una pantalla táctil en un portátil de este tipo. Si hablamos de un TabletPC, donde la pantalla se pueda girar para trabajar cómodamente con ella, la cosa cobra mucho más sentido, pero en un ultraportátil convencional me parece una opción algo incómoda, especialmente si no disponemos de una interfaz diseñada especialmente para ello.
En cualquier caso, la pantalla táctil funciona perfectamente con la distribución Ubuntu con la que viene el Dell Mini 9 simplemente instalando los drivers que ofrece el fabricante, por lo que si alguno es un poco manitas puede intentar esta modificación por su cuenta.
Vía | Slashgear.
Más información | MyDellMini.